El estrés, ya sea leve o intenso, el cansancio o incluso una fuerte gripe son algunos de los factores más desconocidos que pueden producir la caída del cabello. También existen otros motivos, como un desequilibrio hormonal, la edad, la herencia genética, una alimentación desequilibrada o incluso la contaminación atmosférica.
A lo largo de la vida cada bulbo piloso genera 25 pelos. Si tenemos en cuenta que cada cabello tiene una vida de 3 a 7 años, eso quiere decir que podríamos estar seguros de tener nuestro cuero cabelludo poblado durante, al menos, 75 años. No obstante no siempre es así.
Tras peinarse o cepillarse el cabello, todo el mundo encuentra alguno en el peine, pero ¿a partir de qué número de cabellos esta caída es preocupante o no? Para tu tranquilidad te anunciamos que no se puede hablar de fenómeno patológico si no existe una pérdida superior a 60 cabellos por día. Si esa cifra supera los 250 podemos empezar a hablar de caída masiva y de principio de alopecia.
Según estudios recientes, se calcula que el 25% de las mujeres presentan una pérdida de pelo a los 40 años y, una de cada dos está afectada por este problema a los 50 años. La calvicie afecta al 40 % de los hombres de 30 años, al 50 % a los 50 años y al 80 % a los 65 años.
Hombres y mujeres diferentes ante la caída
En los hombres la causa principal de la caída del cabello es de origen genético y hormonal (andro-genética). Las raíces del pelo y sus glándulas sebáceas están bajo el control hormonal, de los andrógenos, sobre todo. La más importante de estas hormonas es la testosterona que se transforma en dihidrotestosterona bajo la influencia de una enzima, la 5–reductasa. En el caso de una hiperactividad de esta enzima, los ciclos pilosos se aceleran con una fase de crecimiento acortada, la cual reduce la vida del cabello. La glándula sebácea estimulada por los mismos motivos, producirá demasiado sebo, factor que agrava la caída del pelo.
Entre las mujeres la alopecia más habitual es la que supone una caída de cabello difusa y reversible que aparece entre cuatro y seis meses después de actuar una causa desencadenante: un parto, fármacos de diferente tipo, episodios de fiebre elevada, dietas hipocalóricas y, sin duda, la tensión emocional y el estrés físico.
Estrés y caída del pelo
El estrés, trastorno de este siglo, puede provocar una caída del cabello en hombres y en mujeres. El estrés es generador de radicales libres, induce un desequilibrio del sistema nervioso vegetativo y particularmente del sistema simpático que ejerce un control sobre la presión sanguina, y la vasoconstricción de los vasos sanguíneos. Cuando bajo los efectos del estrés el sistema simpático se desarregla, la vasoconstricción a nivel de la papila dérmica se amplifica, la irrigación sanguínea empeora, y la menor vascularitzación del bulbo provoca progresivamente su atrofia. Podemos observar después de un violento estrés que aparecen 6 meses más tarde placas de pelada. Pero la caída de cabello debida a un estrés excesivo es siempre reversible. Los masajes son una ayuda importante en este tipo de caída del cabello porque producen ayudan a relajarse y estimulan la circulación sanguínea local.
Consejos para reforzar tu cabello
El Academia Española de Dermatología te da siete consejos para el cuidado del cabello.
• Puedes lavar el cabello con la frecuencia que sea necesaria, siempre que lo hagas con productos de calidad y no demasiados agresivos. El mito que lavarse el cabello todos los días favorece la caída del cabello es falso.
• No tienes que utilizar el gel de ducha para el cabello, su composición no es la idónea. El champú tiene que ser suave y adaptado a tu tipo de cabello.
• El secado más beneficioso para el cabello es el natural. Primero conviene secarlo ligeramente con una toalla. Después, si utilizas el secador, hazlo a baja potencia, sin localizarlo en el mismo punto y respetando una distancia prudencial.
• No son aconsejables los peinados que suponen tensión del cabello, porque pueden dar lugar a una lenta caída pero segura.
• Cortarse el pelo «al cero» no lo hace crecer más ni más fuerte. Recortarlo regularmente para mantener su aspecto saludable sí es beneficioso.
• La grasa no hace caer el pelo, aunque ambas circunstancias suelen ir asociadas.
• Si cae el cabello hay que ponerse en manos del Dermatólogo, él determinará las causas y prescribirá el tratamiento adecuado.
La caída del cabello en cifras
• La densidad capilar habitual es de entre 250-400 pelos por centímetro cuadrado.
• Cada cabello tiene un diámetro de 40 a 100 micras.
• La velocidad de crecimiento del cabello es diferente en hombres que en mujeres. En hombres es de aproximadamente 1 cm en el mes, y en mujeres d’1,5 cm en el mes.
• Es normal una caída de hasta 100 pelos diarios.
• La densidad capilar va decreciendo con la edad: un recién nacido tiene 1.100 pelos por cm2, en la adolescencia se tiene unos 600, a los 40 años unos 400 y a los 70 años unos 200 pelos cm2.
Propuestas cosméticas
Prevención Caída, de H&S. Champú anticaspa y anticaída del cabello (3,95 €).
Loción Neoptide, de Ducray. Loción que frena la caída crónica del cabello de la mujer y estimula su crecimiento (47,60 €).
Stimuliste, de Kerástase. Tratamiento nutri-energético, con Aminexil, de uso diario que frena la caída del cabello (49 €).
Fuerza y Resistencia, de Oenobiol. Complejo alimenticio que aporta mayor volumen y densidad al cabello y fortaleza a las uñas (23,50 €).