A menudo los actos cotidianos pierden importancia y es necesario detenerse un momento a pensar en ellos para recuperarla y utilizarla en beneficio propio. Es el caso del uso del agua caliente en los domicilios, que de tan habitual pasa desapercibida hasta que una avería pone de relieve cuán imprescindible es. El agua caliente tiene un gran poder curativo y utilizarla a diario en nuestro beneficio sólo requiere realizar unos sencillos ejercicios en la ducha o el baño para eliminar dolores de espalda, de articulaciones, tensiones musculares y contracturas, rigidez y neuralgias.
La temperatura ideal del agua es una apreciación absolutamente personal, pero para realizar algunos ejercicios sin quemarse ni tener frío debe situarse en torno a los 38-40 grados centígrados. Hay que tener en cuenta que si se está mucho tiempo en el agua caliente la presión sanguínea disminuye, por lo que pueden producirse mareos al intentar salir de golpe. Lo mejor antes de salir es sentarse en la bañera y mantener la mitad superior del cuerpo fuera del agua, para que se enfríe antes de ponerse de pie. También es aconsejable durante el baño con agua caliente tener cerca una botella de agua, que no sea de cristal, para beber y una toalla para secarse el sudor de la cara.
Para relajarse se puede llenar la bañera de agua caliente y, sencillamente, sumergirse dentro. La cantidad depende del gusto personal, siempre que la cabeza permanezca por encima del agua. La sensación de relax es inmediata y puede potenciarse utilizando cosméticos adecuados como sales de baño, aceites esenciales, espumas, infusiones de plantas, etc. Pero es más conveniente aprovechar el poder relajante del agua sobre los músculos para aliviar dolores. Si, por ejemplo, se sufre de la parte central y baja de la espalda, sólo hay que llenar de agua la bañera y colocarse a gatas con el peso del cuerpo repartido entre los cuatro miembros. La parte de arriba de los dedos de los pies debe tocar el fondo de la bañera. Arquea con suavidad la espalda hacia arriba como si fueras un gato asustado. Deja caer la cabeza y manté la posición cinco segundos. Despacio, endereza la espalda y relaja los músculos del estómago y la espalda mientras la cintura baja. Eleva la cabeza como si quisiera mirar un punto alto en la pared. Mantén la posición cinco segundos y vuelve al principio. Repite ambas posiciones cinco veces.
Si se opta por la ducha, un método sencillo consiste en situarse de pie bajo el chorro del agua con una mano sobre el pecho y la otra en el estómago, y actuar como si se tuvieran las manos pegadas al cuerpo. Empieza a inhalar, tirando hacia afuera con la mano que está sobre el estómago, de forma que éste se hinche de aire. Cuando el estómago esté lleno, haz lo mismo con el pecho. Cuando ambos estén llenos de aire, empieza a presionar suavemente con la mano del pecho mientras exhala, y prosigue con la del estómago hasta que estén completamente vacíos. Repite el proceso unas diez veces de forma lenta, sintiendo como el oxígeno y el vapor de agua caliente llenan tu cuerpo a la vez que las tensiones y preocupaciones salen de él.
Un ejercicio para aliviar el dolor del cuello, el trapecio y la parte alta de la espalda consiste en situarse bajo el chorro de la ducha de pie, con los pies separados unos 45 centímetros. Hay que imaginar que un cable tira de la cabeza hacia arriba, de forma que la postura sea lo más estirada posible, con los hombros bajos y los brazos colgando libres a los lados. Esta postura es la que debe tenerse siempre en los ejercicios. Levanta los hombros hacia arriba intentando que alcancen las orejas, sin que se muevan hacia adelante o hacia atrás y sin bajar el cuello (¡recuerda que estás colgado de un hilo!), mantén el cuello estirado. Mantén la posición cinco segundos y relájate. Repite todo el ejercicio entre cinco y diez veces. En la misma postura, puede ejercitarse esta zona realizando círculos de 360 grados con los hombros primero hacia adelante y, después, hacia atrás, en series de cinco a diez ejercicios.
Piensa que muchos de los ejercicios de estiramientos que se realizan en seco pueden realizarse también bajo el agua, siempre que no pongan en peligro la estabilidad. El agua caliente potenciará la acción del estiramiento y relajará aún más la zona.
Sin embargo, el agua caliente no está recomendada para todos. Hay que tener precaución y abstenerse de realizar estos ejercicios en caso de embarazo, historial de afecciones cardiacas, hipotensión, diabetes, obesidad, deficiencias en el equilibrio, lesiones graves, fiebre elevada, infecciones agudas o erupciones cutáneas, enfermedades vasculares, tumores malignos y heridas abiertas.
Diez efectos fisiológicos del agua caliente 1.- Eleva momentáneamente la presión arterial,, que luego disminuye 2.- Aumenta la circulación sanguínea superficial y la circulación en los músculos, oxigenándolos 3.- Relaja los músculos y alivia las contracturas 4.- Aumenta el ritmo cardiaco y el volumen de riego sanguíneo 5.- Favorece la sudoración y la eliminación de toxinas 6.- Acelera el metabolismo favoreciendo la oxigenación de los órganos y tejidos 7.- Aumenta el ritmo respiratorio 8.- Estimula el sistema inmunológico y la producción de anticuerpos 9.- Estimula los procesos químicos del hígado y la conversión del ácido láctico 10.- Relaja los nervios sensores motrices y alivia el dolor
Aprovechate de la cosmética
Los cosméticos pueden ayudarnos muchísimo a conseguir relajar y aliviar tensiones musculares y nerviosas. Después de un día de estrés, sumergirse en el agua caliente del baño es un auténtico gustazo y una terapia magnífica. Pero si, además, sabemos escoger qué cosmético nos conviene, el relax será mucho mayor.
♦ Tisianas Drenantes Biológicas, de Caudalie. 100% naturales, estas tisanas son el resultado de una mezcla de cinco plantas: vid roja, de propiedad drenante, arándano, grosella negra, corteza de naranja y canela (9,60 €).
♦ Art of the Bath, de La Prairie. Set de productos específicos para disfrutar de todos los beneficios del baño formado por una espuma de baño, un producto hidratante y ocho aceites para añadir agua y cuatro velas perfumadas y otros accesorios (400 €).
♦ Vela Quizas, Quizas Quizas, de Loewe. Permite crear un ambiente propicio a la preparación del ritual del baño. De larga duración, gracias a su tamaño de 1.350 gramos, contiene una gran concentración de perfume permitiendo dejar un suave aroma duradero y sensual.
♦ Deep Relax Bath & Shower Oil, de Aromatherapy Associates. Aceite de baño a base de Vetivert, Camomila, Sándalo y Aceite de Coco. Se puede utilizar vertiendo el contenido de un tapón de aceite en el agua de la bañera (63€).
♦ Aire Sano, de Puressentiel. Es un spray que contiene 41 aceites esencials que tienen como objetivo purificar y sanear el aire que respiramos en cualquier recinto cerrado (19 €).
♦ Burbuja reconfortante, de Lush. Baño de burbujas de color rosa para deshacerse bajo el grifo. Contiene aceite de bergamota, absoluto de grosella y aceite de Ciprés, entre otros ingredientes (6,50 €)
♦ Gel de baño en crema, de Dove. Contiene activos hidratantes como los que se encuetran de forma natural en la piel para hidratarla y preservar su equilibrio natural (3,59 €).
♦ Gel de Baño Nutritivo Hidrogenesse, de Genesse. Con todos los beneficios de la leche de soja, que cuida y nutre en profundidad (1,95 €)