El 8 de marzo es el Día de la Mujer Trabajadora. Es decir, de todas nosotras. Independientemente de lo que cada una haya decidido hacer este día (ir a la mani, quedar con las amigas, trabajar como cada día -porque no es fiesta-, celebrarlo con la pareja, tirarse en el sofá o no hacer nada), en Belleza Activa creemos que es imprescindible hacernos un homenaje. Porque nosotras «lo valemos», como afirma siempre l’Oréal, y porque nos lo merecemos.
Da igual cómo te premies, pero haz aquello que te apetezca. Puedes darte un masaje, ir a un spa, cortarte el pelo o simplemente hacerte las uñas. ¿Porqué no? Tener cuidado de nosotras mismas es imprescindible para demostrarnos que nos queremos, que somos importantes, que tenemos autoestima.
La imagen propia es un puntal de la autoestima, pero en el caso de la mayoría de mujeres cualquier cambio, a veces pequeño, de la imagen que quieren tener puede elevarlas o hundirlas en la miseria. Al mismo tiempo, un pequeño cuidado personal, como un corte de cabello, pintarse las uñas de los pies, darse un baño de esencias o, incluso, reservar una hora para ir a depilarse puede convertirse en un placer íntimo que proporciona seguridad, reafirma la personalidad y la hace sentirse mucho más a gusto consigo misma. ¿Es éste un mal recurso que sobredimensiona la imagen externa frente a valores más importantes, como la inteligencia? ¿O, por el contrario, es un pequeño placer que reconcilia al cuerpo con el yo más íntimo y nos hace apreciar y potenciar los aspectos positivos de nuestra imagen externa?
La barrera entre ambas opciones es fina y difícil de trazar, pero la mayor parte de psicólogos especializados en imagen corporal aseguran que una de las mejores maneras de estabilizar la autoestima y ganar seguridad es precisamente dedicar de manera regular dos actividades a la semana destinadas a cuidarse uno mismo. Aunque, evidentemente, «cuidarse uno mismo» tiene significados diferentes según las personas. Así, para algunos puede ser darse un masaje, pero para otros puede ser leer un libro. ¿Es una opción mejor que otra? Para la mayoría de mujeres consultadas, una opción es tan buena como la otra, no consideran que el cuidado del cuerpo sea preferible al de la mente o viceversa, sino que ambos proporcionan el mismo resultado: desconectar y relajarse.
Cuando realizas algún ritual de belleza para cuidarte, si te sientes insatisfecha con tu trabajo, tu vida social, tu pareja, puedes compensarlo de una forma que te gustará. Sentirte guapa te compensa y te hace sentirte más segura de ti misma.
Pero ¿hasta qué punto influye la belleza y la apariencia física en la autoestima femenina y la sensación de bienestar? Según el estudio «Por la belleza real» realizado por la marca de cosmética Dove, cuatro de cada diez españolas (42%) está completamente de acuerdo en que «cuando me siento menos guapa, me siento peor acerca de mí misma en general». En el mismo sentido, al estudiar qué aspectos de la vida hacen sentir realmente guapas a las mujeres, las españolas destacaron más que en otros países «que te guste cómo te ves en el espejo» (77% España frente al 66% del resto de países), aunque por el contrario son menos propensas a tomar la iniciativa y preocuparse o cuidar de sí mismas para sentirse guapas (67% frente al 82%). Hay que destacar, sin embargo, que lo que más hace sentir «guapas» a las españolas es, según declaran y por este orden, «ser amada» (86%), «hacer algo que realmente me gusta» (83%) y «tener una relación de pareja o un matrimonio sólidos» (79%).
Hay quienes opinan que el placer que encuentra la mujer en cuidar su imagen a través de un corte de pelo, una manicura o una depilación no es más que un reflejo de la educación recibida y de la actual imagen social de la mujer, que presenta una mujer perfecta físicamente y con una cánones de belleza claros (delgada, piel cuidada, manos y pies impecables, etc.). Así mismo, se considera que los mensajes publicitarios y de los medios de comunicación que inciden en el cuidado personal tienen parte de responsabilidad, ya que auguran un supuesto placer en la búsqueda de la belleza con frases como «cuídate» o «ten cuidado de ti misma», «tómate un tiempo para ti»… Hay quien cree que las mujeres hemos avanzado consiguiendo puestos de mayor responsabilidad pero aún caemos en la telaraña de tener que cuidar el cuerpo. Aunque los hombres tampoco se libran, ya que hacen lo que sea por mantener su cabello cuando tienen problemas de alopecia, por ejemplo. Hay estudios que demuestran que los hombres que tienen puestos de trabajo más importantes y ganan más son también más guapos.
Así, ¿ir a la pelu refuerza la autoestima o es caer en la búsqueda de la belleza perfecta? Dolors, doctora en Historia, escritora, de formas redondeadas y estatura baja, lo tiene claro: «Voy a la peluquería para estar más guapa. No estaré más delgada, no creceré, no seré más inteligente, pero me miro al espejo y me veo más guapa bien peinada, y eso me gusta».
Y es que hay, además, un elemento clave en esta situación de cuidar el cuerpo que a menudo no se tiene en cuenta y, por ello, parece que sea un acto menor o de menos valor que cuidar la mente. Cuidar el cuerpo es cuidarse uno mismo, porque el cuerpo eres tu. Parece de perogrullo, pero no lo es, y menos en el caso de la mujer. Cuidar el propio cuerpo, mimarlo incluso, no para responder a un ideal de belleza sino porque apetece, para ese «desconectar y relajarse», para «verse guapa», para estar bien con una misma es, en el fondo, una forma de demostrarse amor, es quererse uno mismo, algo absolutamente imprescindible para ser una persona centrada y con una buena autoestima.
Como hacemos con las personas a las que queremos, a quienes cuidamos, debemos hacer con nosotros mismos. No se puede considerar el cuerpo un simple envoltorio, sino que hay que escucharlo, sentir sus necesidades y hacerle caso. Y desterrar conceptos arraigados en nuestra sociedad como el de la culpa por destinar tiempo a uno mismo o por buscar el propio placer. El hedonismo es importante. El gusto por la estética, por los placeres sensoriales, es enriquecedor para la persona, proporciona paz y estabilidad, y no tiene nada que ver con seguir unas determinadas normas estéticas. Cuidarse es quererse, no pretender modificar el cuerpo, sino disfrutar con él, aceptarlo y engalanarlo. Y si uno acepta, quiere y cuida su cuerpo se obtiene una mayor autoestima y se consigue que también quienes le rodean lo valoren y respeten.
Para sentirte bien
. Ir a la peluquería
. Pintarte las uñas de los pies
. Darte un masaje
. Un baño de esencias
. Ponerte una mascarilla facial relajante
. Hacer un baño de pies con sales
. Rociarte de perfume
. Escuchar música
. Leer un libro
. Pasear por la playa al anochecer
. Ver una puesta de sol
. Tomarte una horchata
. Cenar en la terraza con velas
. Escribir
. Ver una buena película
. Reir con los amigos
. Jugar con los niños
. Nadar
. Y todo aquello que de verdad te apetezca.