Retomar el ritmo habitual de trabajo después de las vacaciones de verano es siempre farragoso, pero puede hacerse más placentero si se aprovechan los beneficios que proporcionan la higiene personal y los cosméticos. Una buena decisión es reservar un día concreto para hacer «borrón y cuenta nueva» y dedicarse a preparar cuerpo y cabello para la nueva temporada que empieza. Además de los efectos relajantes y tonificantes sobre el cuerpo, esta especie de ritual de aseo permite psicológicamente romper con la temporada estival y reemprender el ritmo cotidiano con un espíritu renovado y enérgico. Otra de sus ventajas es que podemos observar a conciencia la piel del cuerpo y detectar si se han producido cambios o alteraciones en ella, que deben ser consultadas siempre con un dermatólogo antes de realizar ninguna acción.
La vuelta de las vacaciones es momento de hacer examen del estado de la piel y el cabello para reparar los posibles daños ocasionados por el verano. Después de tres meses de calor y sol la piel suele presentar un aspecto deshidratado, con áreas secas, tirantes e incluso descamaciones en zonas como el rostro y la espalda. Es el momento de realizar una exfoliación suave que elimine las pieles muertas y deje la piel uniforme y limpia de toxinas. Hay que hidratar la piel a diario con un producto adecuado. Puede optarse por acabar los productos solares y los aftersun, que poseen una alta capacidad hidratante y calmante y, de paso, se evita la tentación de guardar restos de estos cosméticos hasta el año siguiente, ya que se habrán deteriorado y habrán perdido por completo su capacidad de filtro solar. En caso de que la piel esté muy deshidratada, hay que optar por cosméticos que repongan no sólo agua, sino también lípidos (grasa), lavar con detergentes no agresivos (sin jabón) y aplicar mascarillas que nutran en profundidad y revitalicen.
Si se dispone de tiempo, es conveniente realizar un tratamiento corporal y facial completo en un centro de estética que nutra la piel en profundidad, ya que la ayudará a reponerse por completo de la pérdida de líquidos y minerales del verano y la preparará para el otoño. Por norma, es conveniente realizar un programa completo cada cambio de estación para que la piel se presente limpia en profundidad y reparada ante los cambios climáticos.
Los cabellos también muestran los estragos del verano. La exposición del cabello al sol, el cloro y la sal del mar provoca que éste se vuelva más áspero, reseco y quebradizo. Las puntas son la primera zona que se debilita y se abre en dos. Para revitalizarlas, los especialistas aconsejan aplicar un champú nutritivo, aunque no un «dos en uno» ya que las sustancias acondicionadores de éste desenredan pero no tratan el interior de la estructura del cabello. Asimismo, para los cabellos coloreados o con mechas es aconsejable realizar un diagnóstico del cabello al finalizar la temporada y tratarlos de forma personalizada con productos que contienen distintos grados de hidratación y nutrición. Son muy indicadas en estos momentos las mascarillas nutritivas, que pueden aplicarse hasta dos y tres veces por semana en caso de que sea necesario, así como los serums y los cosméticos para tratar las puntas abiertas.
Ritual de renovación
También puede hacerse un ritual de renovación casero. Se trata de reservar un tiempo determinado (un día, una tarde, un par de horas antes de acostarse, en función de la disponibilidad personal) a cuidar y limpiar a fondo el cuerpo. El ritual debe iniciarse con una ducha de agua tibia y utilizar un jabón suave, que no dañe la piel aún agredida por el sol pero que la limpie en profundidad. Puede ser necesario que sea un jabón dermatológico o que aporte lípidos, ya que la piel suele estar reseca y dañada. Es mejor la ducha que el baño, ya que la ducha es revitalizante, mientras que el baño puede ablandar en exceso la piel. Conviene lavar el cabello con un champú hidratante y nutritivo que aporte al pelo seco por el sol los nutrientes que necesita. Tras el aclarado, hay que aplicar una mascarilla o un productos específico para la situación concreta del cabello (teñido, permanentado, puntas abiertas, caída, etc.) y dejarlo actuar mientras se realiza el lavado del cuerpo.
Una vez aclarado cuerpo y cabello, hay que secar bien con una toalla realizando toques y sin restregar, ya que romperíamos aún más tanto la fibra capilar como la piel, produciendo descamación. Si el cabello está muy dañado, puede aplicarse un producto final reparador sin aclarado (sérum, gel, espuma). En el cuerpo, hay que extender un cosmético corporal regenerador que calme las posibles irritaciones y repare los daños celulares. Puede utilizarse el aftersun que nos haya sobrado de las vacaciones: es un perfecto reparador y regenerador y, además, muchos contienen activos para mantener el bronceado.
Los pies necesitan cuidados específicos. Conviene ponerlos en remojo unos diez minutos en agua tibia para que se ablanden las durezas y callosidades. Mientras, se puede aplicar en el rostro una mascarilla que calme, equilibre el cutis y lo hidrate en profundidad. Estos diez minutos pueden aprovecharse para realizar ejercicios de meditación. Una vez retirada la mascarilla facial, sacar los pies del agua y proceder a limar las zonas de piel seca y gruesa (talones, planta, etc.), aplicando después una crema específica para pies. Si se dispone de tiempo, pueden prolongarse los cuidados realizando una pedicura completa e incluso una manicura.
Chequeo a la piel
Tras el verano conviene observar atentamente la piel y detectar si se han producido cambios significativos en ella debidas al fotoenvejecimiento. Un sencillo test permite saber el grado e intensidad de las alteraciones. Más de tres signos alertan de un deterioro prematuro de la piel. Cualquier cambio que nos parezca significativo, especialmente en la coloración y forma de las manchas cutáneas, debe ser consultado con el dermatólogo antes de emprender ninguna acción.
. Engrosamiento: la piel presenta zonas gruesas y duras junto a otras más finas y debilitadas.
. Arrugas: aparecen surcos más o menos profundos, producidos por la contracción del tejido adiposo a causa de los rayos ultravioleta A.
. Laxitud: falta de firmeza provocada por la elastosis solar
. Alteraciones de la coloración tipo melasma: manchas marrones, persistentes y difusas, especialmente en el rostro
. Manchas blancas moteadas: áreas despigmentadas, como gotas blancas al azar, en zonas como piernas y brazos
. Lentigos: manchas oscuras (acúmulos de melanocitos) de diferente intensidad y tamaño
. Telangiectasias: rojeces de distribución irregular que son capilares dilatados debido a la alteración de las paredes de los vasos sanguíneos
. Púrpuras: micro-venitas que se rompen por traumatismos debido a la fragilidad de las paredes capilares
. Poros abiertos: dilatación de los poros debido a la laxitud del tejido producida por la elastosis solar
. Queratosis actínica: lesiones precancerosas que pueden desembocar en diferentes tipos de cáncer
Pueden ayudarte
. Bio Exfoliante Plante System. Exfoliante para cara y cuerpo con certificado Ecocert para usar en la ducha, con agua de melocotón y albaricoque que contienen vitamina A (revitaliza), almendra dulce (hidratante y nutritiva), loto sagrado (antioxidante y relajante), microalgas fosilizadas y jojoba encapsulada (exfoliantes), aroma a cítricos. 100 ml 11,90 €.
. Aloe Vera Gel Hidratante Corporal Corpore Sano. Con aloe vera de cultivo biológico certificado, es rico en polisacáridos, aminoácidos, vitaminas y minerales que reparan la piel seca o agredida por el sol, la depilación, el afeitado, etc. 300 ml 12,24 €. En tiendas especializadas y herboristerías.
. Gel de Ducha Hidratación Profunda de Neutrógena. Gel hipoalergénico y sin perfume extra-suave para piel seca y sensible de toda la familia (a partir de tres años), limpia, hidrata, nutre y protege, sin jabón, enriquecido con cold cream (cera alba, aceite dulce de almendras y parafina) y pantenol, alivia la sensación de sequedad y tirantez. 750 ml 13 €
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. Crema Suavizante Color Resist Garnier. Acondicionador fortificante que nutre intensamente y protege el color, con aceite nutritivo de uva (anti-oxidante y nutritiva) y bayas de açaí, un fruto del Amazonas similar a los arándanos que da fuerza al pelo y le aporta vitaminas E (antioxidante), B1, B2 y B3 (llamadas las vitaminas de la belleza).
. Mascarilla Deslumbra Herbal Essence. Mascarilla capilar con ingredientes activos que pulen la cutícula del cabello y permiten que la luz se refleje y el pelo brille, con flor de naranja, té y extractos de baya, actúa justo en las zonas dañadas en sólo 3 minutos. 4,95
. Champú Fortificante Cabello Normal Root Awakening John Frieda. Con el poder estimulante del eucalipto natural, nutre el pelo desde la raíz, da brillo y vitalidad. 9 €