¿Tienes el cuero cabelludo sensible? Una de cada dos personas dice que sí

Una de cada dos personas, el 44% de la población, dice tener el cuero cabelludo sensible, una cifra altísima sólo superada por quienes dicen tener la piel del rostro sensible. Picor, pinchazos, quemazón, dolor, son algunos de los síntomas que sufren estas personas sin que los dermatólogos conozcan cual es el desencadenante.

Porque no estamos hablando de afecciones o enfermedades cutáneas que producen estos síntomas, sino de unas sensaciones anómalas que, en principio, no tienen un origen conocido pero que son vividas con angustia por quienes las padecen de forma cotidiana.

Esther Serra, dermatóloga especialista en dermatitis de contacto del Hospital de Sant Pau (Barcelona), explica que «aunque parece que se haya puesto de moda el cuento de la princesa y el guisante», lo cierto es que cada vez son más las personas que manifiestan sensibilidad cutánea. Porque la piel es un órgano con numerosas fibras nerviosas y neuromediadores. En el cuero cabelludo, por ejemplo, hay unas 600 terminaciones nerviosas por centímetro cuadrado.

¿Y a tí? ¿Te pica la cabeza?

 

El cuero cabelludo sensible es una realidad que afecta a casi la mitad de las mujeres (47%) y hombres (41%), según un estudio realizado en Francia sobre 1.011 personas mayores de 15 años («Sensitive scalp: does this condition exist? An epidemiological study» Contact dermatitis vol 58 nº4, 2008). Pero, ¿qué es exactamente un cuero cabelludo sensible? Según explica la doctora Serra, «la definición de piel sensible es la de sufrir sensaciones anómalas en la piel como punzadas, quemazón, picor, dolor, etc. sin que sepamos la causa». Y explica: «se puede tener sensibilidad cutánea sin tener una alergia».

Como hemos dicho antes, el cuero cabelludo tiene multitud de terminaciones nerviosas y puede ocurrir que se sientan picores (prurito), tirantez, escozor, dolor, etc. Estos síntomas pueden ser originados por una enfermedad (patología) del cuero cabelludo: caída, descamación, dermatosis, etc. Pero si surgen de forma aislada nos encontramos con un cuero cabelludo sensible.

Un cuero cabelludo sensible es el que sufre picor, quemazón, dolor o pinchazos sin que pueda determinarse una causa

Se sabe que de entre las personas con sensibilidad en el cuero cabelludo ésta es mayor en personas con el cabello muy seco o muy graso. También que entre los más sensibles el 42% era mayor de 50 años y el 19,49% tenía una mayor caída reaccional de cabello que quienes tienen el cuero cabelludo normal.

También que el picor es la molestia más generalizada (60% de quienes sufren de cuero cabelludo sensible), seguido de la sensación de pinchazos (30%), mientras que pocas veces se siente quemazón (10-15%). Y se ha observado que en el cuero cabelludo sensible no hay eritema (quemadura) visible, según otro estudio realizado en Francia sobre 2.117 personas.

¿Por qué pica?

Según explica la doctora Serra, «no hay causas conocidas para el prurito», entre otras cosas «porque no se ha estudiado demasiado». Se investigan diversas causas, como la de una enfermedad cutánea (tricodinia) que produce disconfort, dolor o parestesia (sensación de hormigueo, adormecimiento), «aunque no estamos seguros».

También se cree que el cabello en fase telógena (de caída) puede producir una sensación de quemazón debido a la acción de un neuropéptido. O que la razón puede encontrarse en la estrecha relación entre el folículo piloso y las terminaciones nerviosas. En este sentido, se apunta que quizá la razón del cuero cabelludo sensible sería una neurosensibilidad exacerbada.

Lo cierto es que el cuero cabelludo tiene cerca de 600 terminaciones nerviosas por cm2 de piel que se activan por multitud de estímulos: frío, calor, presión, emociones, estrés, contaminación, champús, tratamientos químicos (tintes, alisados, permanentes), etc. Al activarse liberan neuromediadores que transmiten los mensajes a través del sistema nervioso central hasta el cerebro, donde se traduce el mensaje y se ordena la «solución». En pocas palabras: pica, pues a rascarse.

Los neuromediadores son sustancias químicas que se unen a receptores específicos para activarlos y que reaccionen. El problema aparece cuando esta reacción vuelve a activar todo el mecanismo una y otra vez y se convierte en un  círculo vicioso que provoca cada vez más picor (si quieres conocer con más detalle como funciona, te lo contamos al final del artículo).

La última novedad cosmética para tratar el cuero cabelludo sensible se ha diseñado justamente para romper este círculo vicioso. Los Laboratorios Ducray han creado un champú, Sensinol, con un activo (polidocanol) que limita la percepción del picor. Es decir, impide el envío de los mensajes para que el cerebro no perciba el picor y, con él, la necesidad de rascarse.

¿Tienes el cuero cabelludo sensible?

Un test creado por el Profesor Laurent Misery, Dermatólogo responsable del Servicio de Dermatología y Director del Laboratorio de Neurobiología Cutánea del Hospital Universitario de Brest (Francia) y los Laboratorios Dermatológicos Ducray permite saber de forma sencilla si se tiene el cuero cabelludo sensible. ¿Quieres probar?

Puntúa cada síntoma de 0 a 4, siendo:

Síntomas:

Total de 1 a 3: tienes el cuero cabelludo sensible
Total de 4 o más: tienes el cuero cabelludo muy sensible
Pueden ayudarte

♥ Sensinol de Ducray. Champú Tratante Fisioprotector para cuero cabelludo sensible, fragilizado y con picor que alivia y calma el prúrito desde la primera aplicación; contiene polidocanol, un activo que frena la reacción química cutánea que transmite la sensación de picor al cerebro (antipruriginoso) y una base lavante muy suave, hipoalergénico, biodegradable, sin perfume, conservantes, colorantes ni alcohol. 200 ml 12,95 €. En farmacias y parafarmacias

♥ Champú Calmante al Extracto de Peonía de Klorane. Champú protector y calmante para cuero cabelludo irritado, especialmente si está asociado a estados de caspa. 400 ml 10 €. En farmacias y parafarmacias

♥ Kerium de La Roche-Posay. Champú fisiológico con agua termal de efecto calmante y anti-irritante, para cuero cabelludo sensible. 200 ml 8,94 €. En farmacias y parafarmacias

♥ Bain Vital Dermo-Calm de Kérastase. Champú para cuero cabelludo sensible y cabellos normales a mixtos, calma la irritación, previene los picores, hidrata y da flexibilidad al cabello. 250 ml

♥  Sensi Control Bain Shampoo Treat de Montibel.lo. Champú para cuero cabelludo sensible con un complejo exclusivo (Dermo-Calm) que limpia suavemente, hidrata, regenera y protege el cuero cabelludo, pH 5.5. 300 ml 10,30 €. En peluquerías

♥ (3D)Mension Champú para Cuero Cabelludo Sensible de Schwarzkopf. Champú para hombres suave e hidratante de uso diario que calma el cuero cabelludo seco y sensible. 250 ml 10 €. En peluquerías

♥ Astera Serum Calmante de René Furterer. Suero que calma instantáneamente el cuero cabelludo irritado gracias a sus aceites esenciales (menta, eucalipto) y al extracto de asteráceas que producen un efecto frío (-2º), reequilibra las zonas sensibles e irritadas y estimula la autoprotección del cuero cabelludo. 75 ml 17 €. En farmacias y parafarmacias

¿Cómo sentimos el picor?

Sé que a más de un@ puede parecerle un rollo por el uso de palabras técnicas, pero estoy segura que muchos coincidiréis conmigo y mi pasión por saber cómo funciona nuestro cuerpo y cómo, en el fondo, somos pura química. Porque estoy segura de que, como yo al escribirlo, al leerlo os habéis rascado más de una vez la cabeza, las manos o los brazos. Vamos a ver porqué.

Cómo ya hemos explicado, las terminaciones nerviosas del cuero cabelludo (y de toda la piel) se activan por una gran cantidad de estímulos, externos e internos, y liberan neuromediadores, sustancias químicas que transmiten los mensajes al cerebro a través del sistema nervioso central uniéndose a unos receptores específicos. 

En el caso del picor (prúrito) los receptores que se activan se denominan PAR-2 y se encuentran en las terminaciones nerviosas presentes en la epidermis y la dermis del cuero cabelludo. Para activarlos, las células que inmunizan y están implicadas en los fenómenos inflamatorios y de hipersensibilidad, llamadas mastocitos, liberan una enzima, la Triptasa. Entonces, el receptor PAR-2 se activa y diversos mediadores se liberan, entre ellos la Sustancia P. Esta reacción química se traduce fisiológicamente en la necesidad de rascarse.

La Sustancia P liberada estimula la degranulación (liberación de enzimas) del mastocito, que de nuevo libera Triptasa que activa el receptor PAR-2 quien, a su vez, libera nuevos mediadores, entre ellos la Sustancia P, que vuelve a iniciar todo el proceso. Éste es el círculo vicioso que provoca cada vez más picor.

(Imágenes e información facilitada por los Laboratorios Dermatológicos Ducray)
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