Principales consejos antes de decidir un aumento de pecho

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Una de las características que definen la belleza y la feminidad de la figura humana es el pecho femenino. Motivos muy variados y personales pueden llevar a una mujer a querer realzar su pecho y crear una línea de busto mayor y más completo: desde los estrictamente estéticos, porque siente que son demasiado pequeños, porque ha hecho una dieta y quiere recuperar su volumen, después de un embarazo, para corregir una diferencia de tamaño entre ambos pechos o su forma irregular, hasta por motivos médicos,  como una reconstrucción después de una operación o tratamiento de cáncer de pecho.

En la edición de 2010 del estudio de la International Society of Aesthetic Plastic Surgeons (ISAPS-Asociación Internacional de Cirujanos Plásticos Estéticos), se puso de manifiesto que el aumento de pecho fue la segunda operación más demandada a nivel mundial, con más 1,5 millones de intervenciones (16% del total)  y superada solamente por las lipoplastias (23%). España ocupa el 13º lugar en esta lista. Operarse el pecho sigue estando de moda.

El aumento de mama puede realzar la apariencia y aumentar la confianza en una misma, pero el cambio puede no llevar a conseguir la imagen “ideal” para esa persona. Antes de que una mujer decida someterse a una cirugía, debe pensar detenidamente acerca de sus expectativas y también acerca de los posibles resultados. Cada caso es único y como tal debe tratarse.

En primer lugar, es importante tomar conciencia de que cualquier cirugía estética es una intervención quirúrgica, por pequeña que sea, y tiene unos riesgos que hay que asumir, por lo que no podemos tomar a la ligera el hecho de ser operados.

Por ello, es importante tener en cuenta los siguientes consejos que los especialistas recomiendan:

  1. Asesoramiento del médico de cabecera: Como paso previo, se aconseja comentar la intención de aumentar el pecho al médico de confianza, que dispone del historial médico (alergias, intervenciones anteriores, enfermedades familiares…) y que valorará si es necesario realizar un chequeo previo de salud. Al cirujano se le deberá informar de todos los antecedentes médicos facilitados por nuestro médico.
  2. Ponerse en manos de un especialista: Es fundamental dirigirse a un cirujano con la formación necesaria para llevar a cabo la intervención y tener la certeza de estar en manos de un profesional con las máximas garantías. Por ello, se debe exigir y documentar la formación del cirujano y del equipo (mínimo, del anestesista) que vaya a realizar la intervención. Es imprescindible poseer el título de “Especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética”, y es importante pertenecer a la SECPRE 2.
  3. Salir de dudas: Antes de tomar la decisión es imprescindible despejartodas las dudas y poner encima de la mesa todos los interrogantes acerca de los riesgos y complicaciones asociadas; su forma, tamaño y textura; la evolución física del aumento de pecho con los años; la posibilidad de amamantar un hijo y cómo quedarán los pechos después; si puede haber operaciones adicionales posteriores; ver fotografías del antes y después para saber qué resultado se puede esperar de forma razonable; y,  un largo etcétera
  4. Hacerse otras revisiones: Aunque no es obligatorio, es muy aconsejable someterse a una revisión psiquiátrica: hay enfermedades mentales como la depresión y la dismorfofobia1 que pueden ser incompatibles con los resultados de esta intervención ya que pueden provocar, entre otros efectos, el desagrado con uno mismo.
  5. Conocer todos los detalles de la intervención: Solicitar al cirujano toda la información sobre los resultados que se pueden alcanzar y, sobre todo, los límites de la cirugía estética, ya que ésta no hace milagros. Es fundamental preguntar por las posibles complicaciones: toda intervención quirúrgica conlleva una serie de riesgos que varían en función del tipo de intervención elegida.
  6. Posibilidad de ingreso: El lugar de la intervención ha de ofrecer esta posibilidad a los pacientes. Es recomendable un Hospital de día u Hospital dotado de las unidades de UVI y reanimación, ambas imprescindibles si se producen complicaciones durante la intervención. Además, para cualquier intervención, el centro ha de gozar de una licencia para cirugía.
  7. Consentimiento: El paciente ha de poseer toda la información acerca de los detalles, posibles complicaciones y los resultados que pueden ser alcanzados. El consentimiento es un documento que resume todos estos aspectos. Es imprescindible que el paciente lo firme para proceder a la intervención.
  8. Los implantes mamarios deben ser de alta calidad: Los profesionales y clínicas médicas especializadas utilizan implantes de tres capas de silicona y gel cohesivo de silicona de grado médico. Este gel es muy denso y tiene como característica destacada que si se rompe la cobertura, el contenido no se derrama.
  9. Seguimiento: Es importante ser muy consciente que tras una cirugía de aumento de mamas, se recomienda un seguimiento preventivo: debe efectuarse un control médico regular, clínico y radiológico.

Existen laboratorios cuya seriedad, controles, código ético y el respeto por la salud de sus pacientes, les lleva a comprometerse y colaborar estrechamente con los profesionales de la cirugía estética y reconstructora para dar una respuesta de máximo nivel y confianza.

En definitiva, lo fundamental es seguir los consejos del médico y del cirujano en cuyas manos se pone la salud y las expectativas de mejora. Y, en caso de duda, preguntar y consultar hasta conseguir la seguridad y tranquilidad suficientes para decir “adelante”.

Para Diederik VAN GOOR, Director General de Grupo SEBBINla conducta ética pone la seguridad de las pacientes en el centro del proceso. Este laboratorio con sede en París controla todas las etapas de fabricación para garantizar implantes de tecnología avanzada así como la más alta seguridad a sus cirujanos y pacientes, con el uso de silicona con registro FDA, el seguimiento de normas ISO 9001 para los procesos de fabricación e ISO 13485 específica para dispositivos médicos y  de acuerdo con las exigencias y requerimientos de la Directiva Europea 93/42CE, que permiten una trazabilidad máxima y proporcionan implantes seguros y homogéneos.

 

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