Las uvas están ya a punto para la vendimia y es la mejor época para aprovechar todos sus beneficios. Buenísimas para la circulación y cargadas de antirradicales libres para combatir el envejecimiento, son pura energía.
Las uvas son depurativas, desintoxicantes, antioxidantes y reconstituyentes. Y un aliado perfecto para mantener la belleza de la piel.
La uva, el vino, el mosto, incluso las pepitas y las hojas de la vid son ingredientes cosméticos de primer orden que se usan desde hace siglos para mantener la belleza de la piel. La uva contiene potentes sustancias antioxidantes que actúan contrarrestando los efectos de los radicales libres que causan el envejecimiento de la piel. Se trata de los polifenoles, entre los que destacan algunos como los flavonoides, activos que se investigan para saber hasta qué punto pueden llegar a ser beneficiosas para nuestra salud. Los flavonoides, responsables del color de las plantas (la palabra proviene de ‘amarillo’ en latín), tienen un importante papel en la alimentación humana por sus propiedades medicinales. Entre los antioxidantes presentes en la uva y sus derivados destaca también el resveratrol, activo que forma parte de fórmulas cosméticas y nutrí-cosméticos pos su actividad anti-envejecimiento, aunque sigue en estudio ya que, de momento, los efectos en humanos necesitarían del uso de grandes cantidades de resveratrol.
La mayor parte de estas sustancias beneficiosas se encuentran en la piel de la uva. Sin embargo, también la pulpa es buena, contiene una alta cantidad de azúcares, ácidos y agua. La uva también es rica en vitaminas, especialmente B1 y B2, así como C y E.
Las pepitas, por su parte, contienen un aceite incoloro con una gran cantidad de ácidos grasos insaturados que son un antioxidante potentísimo y que es fácilmente absorbido por la piel, por lo que se utiliza también como portador de otros aceites esenciales. Una de sus aplicaciones es disminuir el colesterol, pero aplicado sobre el cuerpo en esta época, justo después del verano, es ideal para devolver a la piel seca toda el agua perdida.
Las uvas también son tonificantes, activan el sistema circulatorio y combaten la anemia y la hipertensión. Su alto contenido en azúcar hace que no sea recomendable consumirlas en exceso, sobre todo si existen problemas de sobrepeso. Aunque es famosa la dieta de adelgazamiento a base de uvas recomendada por algunos médicos naturistas. Consiste en tomar exclusivamente uvas, hasta dos kilos, un día a la semana. Sin embargo, al igual que otras dietas de frutas como la de la piña o la manzana, sólo es recomendable en caso de que únicamente queramos perder un par de kilos.
También las hojas son buenas
La vitamina P que contienen las hojas de la vid tiene un efecto tónico venoso, por lo que son muy adecuadas para tratar problemas de circulación como varices, hemorroides y alteraciones menstruales. Se puede encontrar en bebibles y pastillas, pero también forma parte de numerosos cosméticos anticelulíticos, reafirmantes o para combatir las piernas cansadas y la retención de líquido.
La más indicada para estos casos es la vid roja. El color rojizo de esta uva acabada de vendimiar contiene flavonoides que ayudan a evitar trastornos cardiovasculares.
Cura depurativa
La cura de zumo de uva o mosto se basa tanto en los efectos diuréticos como en la capacidad nutritiva de la uva. Ésta contiene un gran aporte de glucosa (azúcar de la fruta), así como vitaminas del grupo B (¡las mejores para la piel!) y minerales como calcio, fósforo, magnesio, potasio, hierro y sodio. Esta cura, propia de la medicina naturista, se utiliza en el tratamiento de problemas cardiacos, renales y de gota, así como para curar la acetona y la fiebre infantil. Debe realizarse siguiendo una pauta médica para no tener problemas.
Qué puede hacer por ti el vino
El vino tiene múltiples propiedades beneficiosas para el organismo, siempre que se consuma con moderación o se utilicen sus derivados, y los de la uva y la vid, adecuadamente. El vino más indicado para los tratamientos es el tinto, ya que es en la piel donde se encuentran la mayor parte de sustancias beneficiosas, tal como hemos señalado antes.
- estimular la producción de colágeno y elastina de la piel
- combatir el envejecimiento al impedir la acción de los radicales libres
- estimular la circulación sanguínea y linfática, especialmente la de retorno de las piernas
- disminuir los calambres musculares
- reducir la tasa de colesterol y glucemia (azúcar)
- estimular las defensas
- disminuir el riesgo de padecer problemas cardiacos y enfermedades cardiovasculares
- combatir la fatiga y dar energía debido a su alta cantidad de azúcar
¿Y si nos bañamos?
Los baños de vino son un clásico de la cosmética tradicional, ya que el ácido frutal que contiene es un exfoliante de primera que elimina las células muertas y las toxinas y deja la piel nueva y brillante. Tradicionalmente los baños de vino se usaban para aclarar la piel y suavizar las arrugas. Aún hoy los ácidos frutales, también denominados alfahidroxiácidos o AHA, forman parte de numerosos cosméticos con este mismo fin.
Los franceses, tan orgullosos ellos de sus vinos, fueron los primeros en poner en marcha la vinoterapia en la región de Burdeos, aunque corresponde a los italianos el convertirlo en cosméticos y tratamientos realizables en cualquier centro de estética del mundo. En España, Catalunya fue pionera al instalar un spa dedicado al vino, en Peralada. Hoy ya puedes realizar un baño de vino o una envoltura de mosto en cualquier centro de estética sin necesidad de encontrarte en una comarca productora de vino.
♥ Baño de vino. Sumergirse en una bañera llena de antioxidante vino es de lo más rejuvenecedor. Puedes optar por diferentes tipos de uva: merlot (rejuvenecedor, exfoliante), cabernet (antioxidante, elimina las imperfecciones de la piel); muscat (desinfiltrante, tonificante); sauvignon (relajante, es ideal para los masajes); lambrusco (remineralizante, devuelve elasticidad a la piel).
¡Pero que nadie piense que va a introducirse en una tina llena de vino! Una vez está un@ en la bañera, llena de agua caliente (38-40 grados), se vierte en ella un par de jarras de vino tinto habitualmente. Al estar el agua caliente, la piel se vuelve más permeable y es más fácil que penetren en ella las sustancias antioxidantes, las vitaminas y los minerales del vino. Hay que permanecer sumergido unos 30 minutos en la tina, que suele ser de madera para ambientar el tratamiento. Es el momento indicado para tomarse una copa de vino, altamente cardiosaludable. Al salir, y después de secar bien, suele aplicarse una crema hidratante mediante un masaje.
♥ Exfoliación con uvas. Es un tratamiento que combate los primeros signos del envejecimiento y las arrugas incipientes, reafirma y renueva la piel. Además, es muy relajante y descontracturante. Se inicia con una exfoliación, que puede realizarse con un cosmético a base de aceite de pepitas de uva mezclado con las pepitas micronizadas y algunos otros activos o con mosto de uva. El exfoliante se va aplicando en todo el cuerpo por zonas y se retira con manoplas húmedas. Después, se pasa al baño de vino, que como hemos indicado antes es una bañera llena de agua a la que se ha añadido el vino. En algunos centros se realiza un hidromasaje de 20 minutos. Una vez seca la piel, se aplica con un masaje aceite de vino o de pepitas de uva para rehidratar.