Se acabó el miedo a sonreír para no enseñar tus dientes. Una higiene bucal correcta y los últimos tratamientos en estética dental hacen posible sonreir sin complejos. Te explicamos cómo conseguir unos dientes más sanos y blancos… ¡No te pierdas cómo!
Los estudios acerca de la salud buco dental de los españoles demuestran que tenemos un cuidado insuficiente de nuestra higiene bucal. Una encuesta llevada a cabo por la Fundación Dental Española saca a relucir que sólo el 65% declara que se cepilla los dientes con la frecuencia recomendada por los dentistas (tres veces al día) y se estima que tan sólo el 5% emplea seda dental. Esto se traduce en una elevada tasa de problemas buco-dentales, principalmente caries y enfermedades de las encías, tanto leves (gingivitis) como graves (periodontitis) que afectan a más del 70% de los españoles en edad adulta.
Cuando dejan de ser blancos y las manchas hacen su aparición es el momento de buscar soluciones prácticas. La higiene diaria y correcta de los dientes ayuda a prevenir la formación de placa bacteriana (capa que se forma sobre los dientes, compuesta por saliva, bacterias y restos de comida) responsable de la aparición de caries y problemas en las encías (piorrea). Si tus dientes tienen una capa de esmalte muy delicado, elige cepillos con cerdas que no sean muy duras y dentífricos que no sean demasiado abrasivos.
Si tus dientes amarillean, usa dentífricos blanqueantes no agresivos. Puedes alternarlos con los convencionales o usarlos como único dentífrico. Pero si deseas un resultado más efectivo puedes recurrir a blanqueamientos dentales en centros de referencia y confianza.
Veamos pues cómo puedes cuidar de tus dientes, en casa, y cuándo es necesaria la intervención del dentista.
La higiene es fundamental
Para lucir una dentadura bonita, además de sana, lo primero que debes hacer es preocuparte por la higiene. Una buena limpieza dental ayuda a prevenir la formación de placa bacteriana (capa que se forma sobre los dientes, compuesta por saliva, bacterias y restos de comida) responsable de la aparición de caries y problemas en las encías (piorrea). Por eso es tan importante que te limpies los dientes después de cada comida, para evitar que los residuos de alimentos y bebidas lleguen a dañarlos.
El hilo dental o el irrigador, grandes aliados
La limpieza interdental es básica. EL 40% de la superficie dental se encuentra entre los dientes y los restos de comida provocan la creación de biofilm, un ambiente ideal para que crezcan bacterias, que podría crear mal aliento y posibles infecciones en encías y huesos.
Así pues, con sólo el cepillado de dientes, sin aplicar ningún tipo de limpieza interdental, estaríamos realizando una limpieza bucal del 60% de la superficie dental, algo que no resulta suficiente para tener una boca sana y cuidada.
Por eso antes de pasar al cepillado, la primera operación que debes llevar a cabo es la limpieza del espacio que hay entre los dientes con el hilo dental. Existen diferentes tipos de hilo dental. El que está recubierto de cera, por ejemplo, está indicado para los dientes que están muy juntos. El hilo no encerado es más práctico para aquellos dientes que tienen entre sí un espacio mayor.
Estos hilos están formados por multifilamentos que llegan a abrirse como una red, abarcando a su paso una superficie mayor.
Uno de los materiales más novedosos es el hilo de goretex, un material muy resistente, que no se deshilacha y que da muy buenos resultados puesto que penetra aunque el espacio entre diente y diente sea muy pequeño. También existen hilos dentales que incorporan fluor para obtener una acción más intensa frente a la caries.
Debes utilizar el hilo dental de manera delicada, tensándolo con los dedos, pero evitando dañar las encías. Una vez insertado entre los dientes debes desplazarlo desde la encía a la punta del diente, arrastrando los residuos, pero sin rozar el diente en exceso. Si lo utilizas diariamente evitarás la aparición de caries entre los dientes.
Si te disgusta el uso de la seda dental puedes recurrir a los irrigadores, como el AirFloss de Philips, que facilita la limpieza entre los dientes y la eliminación de la placa. Este irrigador aplica un rápido chorro de aire presurizado y microgotas de agua (o collutorio) entre los dientes a una velocidad de hasta 70Km/h expulsando de entre los dientes la placa y las bacterias. Este chorro llega a la zona interdentar gracias a un cepillo guía en ángulo que asegura la máxima limpieza incluso en las zonas más difíciles. Su precio: 102,99€.
El cepillado
Una vez hayas limpiado la superficie entre un diente y otro con el hilo, puedes proceder al cepillado de toda la superficie dental. En la parte de las muelas que utilizas para masticar, el movimiento debe ser en sentido horizontal y de delante hacia atrás, puesto que se trata de una superficie cóncava, en la que se deposita la comida y la placa bacteriana.
Para limpiar la parte exterior de los dientes (visible) y la interior (no visible), debes mover el cepillo en sentido vertical de arriba abajo, desde la encía a la punta del diente. Evita el movimiento inverso porque podrías irritar la encía y favorecer la aparición de enfermedades periodontales. También puedes limpiar tus dientes con un movimiento rotatorio, muy delicado, sobre el arco dental.
Mover el cepillo en sentido horizontal del centro al interior de la boca puede llegar a dañar el diente. Para evitar esos movimientos que pueden perjudicar tus dientes puedes recurrir a cepillos eléctricos como el Trizone es el más nuevo de Oral-B. Posee un cabezal eléctrico y dinámico para llegar hasta los dientes de más difícil acceso, sus filamentos fijos y más cortos, actúan sobre la superficie de los dientes, protegiendo el esmalte y los más largos son los encargados de acabar con la suciedad que se deposita en los espacios interdentales.
Cómo elegir los productos para la limpieza bucal
Para escoger adecuadamente el dentífrico más adecuado tienes que tener en cuenta estos cuatro sencillos consejos:
- para que puedas elegir correctamente el dentífrico, el hilo dental y el cepillo que más te convienen debes seguir el consejo de tu odontólogo o farmacéutico.
- si tus dientes tienen una capa de esmalte muy delicado, es mejor que no utilices cepillos con cerdas muy duras o dentífricos demasiado abrasivos.
- es posible, sin ningún tipo de problema, usar dentífricos blanqueantes, que contienen sustancias específicas que blanquean los dientes. Puedes adquirirlos en la farmacia y combinar su uso con los dentífricos convencionales, pero no debes usarlos como único dentífrico.
- por otro lado, está desaconsejado el uso de sustancias abrasivas como por ejemplo el bicarbonato, zumo de limón u otro tipo de ácido, porque rallan y desgastan la superficie del esmalte.
El mercado ofrece diferentes productos encaminados a limpiar y, también, a combatir otros problemas dentales o cuidar los dientes desde diferentes enfoques. Ese es, por ejemplo, el caso del nuevo Pro·Expert, de Oral-B, cuya formulación novedosa ofrece interesantes beneficios, como por ejemplo que 12 horas después del cepillado la placa bacteriana se reduce hasta un 33%, las manchas superficiales se reducen hasta un 96% dentro de las dos primeras semanas, ayuda a reducir la inflamación de las encías y el sangrado, así como la sensibilidad térmica, ofrece protección frente a las caries, reduce la pérdida del esmalte así como el mal aliento e inhibe la formación de sarro. Su precio: 3,49€.
Hablando ya de problemas más concretos, hay personas que tienen sensibilidad dental, sufren pinchazos o dolor repentino breve y agudo, en ocasiones producido por la ingesta de bebidas o alimentos muy fríos o sin causa aparente. Algunas pastas de dientes van encaminadas a mejorar esas molestias. Tal es el caso de Sensodyne Repair & Protect, formulado con una avanzada tecnología que crea una capa reparadora sobre la dentina expuesta y en el interior de los túbulos dentinales. Se trata de la misma tecnología que se utiliza en el campo de la regeneración ósea. Este innovador componente de fosfato de calcio permite localizar y reparar las zonas sensibles, utilizando los mismos elementos naturales del diente. Además, incorpora una exclusiva tecnología desensibilizante que crea una capa reparadora sobre la dentina expuesta, y que actúa como barrera efectiva y duradera contra el dolor que provoca la sensibilidad dental. Su precio: 4,30€
Uno de los problemas que sufren muchas personas el síndrome de la boca seca. Se caracteriza por la reducción del flujo salival, que produce dificultades al tragar, al saborear alimentos e incluso enfermedades dentales como las caries. Es una condición poco conocida que puede provocar graves molestias y alteraciones orgánicas en los afectados. El dentífrico Xeristom ha sido epecialmente formulada para las personas que sufren esta enfermedad causada, generalmente, por la ingesta de tres o más medicamentos diarios. Su precio: 5,90€
Dejemos a un lado los problemas dentales, vayamos ahora a las cuestiones más estéticas, por ejemplo el color de los dientes y la sensación de frescor. Dentiblanc Extrafesh es un tratamiento blanqueador formulado para aquellas personas que quieren conseguir una sensación ultra refrescante en su higiene dental diaria. Combate el mal aliento, limpia y blanquea el esmalte sin dañarlo, devolviendo a los dientes el blanco natural y previniendo la formación de placa y sarro. Su complemento es el Colutorio Dentiblanc Extrafresh, un enjuague bucal que limpia en las áreas donde el cepillo no llega, para una higiene bucal más completa, para potenciar el blanco de los dientes y dejar el aliento extra fresco. Su precio: 8,30€.
Cuida tus dientes
- Antes de proceder al cepillado es aconsejable limpiar el espacio que hay entre los dientes con un hilo dental. Debes hacerlo de manera delicada para evitar dañar las encías. Con esta sencilla operación evitarás la aparición de caries entre los dientes.
- Un correcto cepillado de los dientes por la mañana, al acostarse y después de cada comida ayuda a prevenir la formación de placa bacteriana, responsable de la aparición de caries y problemas en las encías (piorrea). Los odontólogos recomiendan que la higiene bucal básica diaria se complemente con la irrigación dental.
- Cepilla tus dientes sin prisas, durante unos 3 minutos, sin olvidar la parte interior ni la superficie de las muelas.
- El movimiento ha de ser rotatorio, muy delicado, sobre el arco dental o también de arriba abajo, es decir, desde la encía hasta la punta del diente. Mover el cepillo en sentido horizontal del centro al interior de la boca puede llegar a dañar el diente.
- En casos de apuro, el chicle –siempre sin azúcar- puede sustituir el cepillo.
- No partas con los dientes alimentos duros como frutos secos, caramelos, porque puede estropear el esmalte o provocar facturas.
- Revisa la alimentación: reducir el consumo de azúcar y aumentar el de frutas que ejercen una función de arrastre de los restos de alimentos.
- Los dentífricos y cepillos eficaces y no agresivos prolongan la vida del esmalte.
- Los cepillos eléctricos, irrigadores orales e hilo dental permiten acceder a los espacios donde los cepillos tradicionales no llegan, asegurando una mejor higiene bucal.
- Utilización diaria de un colutorio sin alcohol
- Otra razón para dejar de fumar: el consumo de tabaco aumenta el riesgo de pérdida de dientes.
- Realiza una visita de control al dentista cada año.