Una de cada tres mujeres se siente preocupada por la fragilidad de su piel, pero sólo una de cada seis utiliza un cuidado facial específico para cuidarla y reforzarla con productos especialmente formulados para las pieles reactivas o intolerantes. ¿Estás dentro del porcentaje que cuida su piel adecuadamente o del que utiliza «otras cosas»? En esta entrada te descubrimos cómo tratarla…
Tradicionalmente se consideraban sensibles las pieles extremadamente secas que presentaban descamación y rojez y que se veían alteradas por factores externos como el frío, el viento o la contaminación. Sin embargo, hoy también se consideran sensibles las pieles grasas o normales que enrojecen ante estos factores medioambientales o cuya reactividad puede provenir de una fragilidad vascular (fragilidad de la pared de los vasos sanguíneos cutáneos), de una reactividad por contacto (por el uso de cosméticos que la piel no tolera, o por el contacto con agua con mucha cal o el roce de una prenda de lana, por ejemplo), o de una reactividad de origen atópico. Estas pieles son tan sensibles que pueden llegar a causar reacciones imprevistas, pueden enrojecer ante determinados estímulos externos como el frío o la contaminación, o internos como el estrés. Incluso enrojecen en momentos puntuales como tomando una copa de vino, una ducha de agua caliente o ante una cita, llegando a provocar brotes que pueden pasar del enrojecimiento inicial al salpullido, el prurito, la tirantez y el escozor. Es por ello que se las denomina reactivas.
La función barrera de nuestra piel es importantísima. Según estudios recientes galardonados con el Premio Nobel de Medicina 2011 y realizados por el científico Jules Hoffman, la piel tiene un papel de centinela de la inmunidad innata lo que permite comprender el porqué de los mecanismos de defensa cutánea. Al estar dotada de una gran capacidad de reconocimiento de los agentes potencialmente agresivos, puede reaccionar de manera excesiva, reactiva: es entonces cuando necesita defenderse y calmarse de la manera más natural.
La Avena Rhealba®, el cuidado calmante para las pieles reactivas
Uno de los principios activos fundamentales para el cuidado de las pieles reactivas es la plántula de Avena Rhealba® porque ofrece una gran defensa antiinflamatoria y aporta a la piel la autodefensa natural que le falta. Por eso los Laboratorios Dematológicos A-Derma la han utilizado en la formulación de su nueva gama Rheacalm, en la que también han incluido la Vitamina E, de acción antioxidante.
Rheacalm calma de inmediato y duraderamente la piel reactiva. Utilizada cada día, ayuda la piel a defenderse frente a las agresiones y disminuye los signos funcionales de la reactividad cutánea.
La gama Rheacalm está formada por tres productos, un contorno de ojos y una crema en dos texturas: una ligera y otra enriquecida.
- Rheacalm contorno de ojos. Calma y descongestiona específicamente la frágil zona del contorno de los ojos y las bolsas quedan atenuadas. El tacto deslizante de su fórmula permite una aplicación suave.
- Rheacalm Crema Calmante Ligera, de textura fresca para la piel reactiva normal o mixta
- Rheacalm Crema Calmante Enriquecida, de textura cremosa para la piel reactiva seca.
EL DATO
64 mujeres de 48 años con la piel reactiva han probado la la crema Rheacalm más adecuada a sus necesidades (ligera o enriquecida). Los resultados son los siguientes:
- el 94% han constatado que su piel es menos reactiva a los 21 días de su utilización
- el 92% la siente más calmada
- el 99% más suave
- el 92% más confortable
LA CONCLUSIÓN
Actuando antes de la crisis reactiva, la gama de cuidados calmantes Rheacalm ayuda a la piel reactiva a defenderse de forma natural graciasa su asociación exclusiva del Extracto de Plántulas de Avena Rhealba® y vitamina E que logra disminuir duraderamente la reactividad cutánea.