Hay productos cosméticos que son casi medicinas, imprescindibles en el baño y en el neceser de viaje por sus propiedades calmantes, hidratantes, regeneradoras o protectoras sobre la piel. Por eso merecen nuestra atención y un lugar destacado en nuestro día a día, aunque a menudo son tan cotidianos que pasan inadvertidos.
Las situaciones diarias a las que se enfrenta la piel hacen que a menudo sea necesario recurrir a cosméticos calmantes o desensibilizantes, que reparen los estragos causados por el medio ambiente o el estrés, tanto físico como psicológico, protejan la piel y eviten futuras agresiones. Hasta un 30% de la población asegura sufrir en algún momento sensibilidad cutánea que se traduce en irritaciones, picor, rojez, descamación o inflamación cutánea, situación que afecta a menudo a los niños. Por ello es conveniente tener siempre a mano algunos cosméticos como «botiquín de urgencia».
Entre ellos un jabón dermatológico, es decir, un gel de baño sin detergente (tabién denominados syndet) que permita limpiar con suavidad una piel irritada, seca, con eczema, granitos o descamaciones, así como pequeñas heridas y quemaduras. Por la misma razón, son muy apropiados los sprays de agua termal, elaborados con agua procedente de fuentes termales indicadas para el tratamiento de las pieles sensibles y con problemas que, además de hidratar, permiten limpiar y calmar la piel agredida.
Un cosmético imprescindible es una crema hidratante multiusos apta para toda la familia. Tanto en verano como en invierno, la piel puede presentar sequedad, tirantez o irritaciones locales que a menudo no necesitan del uso de un medicamento pero sí requieren un cosmético calmante e hidratante. Para ello son perfectas las cremas con componentes como la vaselina, la glicerina, etc. Mejor sin conservantes ni perfumes ya que de esta forma se evita el riesgo de alergias, especialmente en los niños. Lo más práctico es escoger una crema adecuada para todo tipo de piel y edad y que pueda aplicarse a las distintas partes del cuerpo, como los labios, la nariz, las orejas, las rodillas, etc.
Otro básico es el aceite de rosa mosqueta, especialmente si hay niños en casa. Este aceite extraído de las semillas de la rosa rubiginosa (o rosa de Chile, debido a que este arbusto silvestre procede del continente americano) es rico en ácidos grasos esenciales que estimulan los procesos naturales de regeneración de la piel. Su aplicación favorece la reparación de heridas, cicatrices, estrías y quemaduras eliminando las marcas propias de este tipo de lesiones. Además, ni pica ni escuece, lo que le hace muy indicado para su aplicación en la piel infantil.
Los geles hidratantes de aloe vera también son muy útiles para calmar y tratar pequeñas heridas y quemaduras. Ahora en verano, son perfectos para refrescar y calmar el enrojecimiento causado por la exposición al sol (eritema solar).
Cremas SOS
Loción hidratante y calmante para rostro y cuerpo que contribuye a conseguir y mantener un bronceado uniforme y duradero, evita la sequedad y descamación de la piel y alivia la sensación de calor; contiene aloe vera (calmante, reparador). 38,50€. En centros de estética, spas y perfumerías seleccionadas