Tengo que confesarlo: siempre está en mi mesilla de noche. Porque es eficaz, porque soy un desastre con las uñas y porque su cajita es una monería. La Crème Abricot de Dior cumple 50 años tan colorida y eficaz como el primer día. Te contamos porqué cumple medio siglo un icono de belleza formulado para fortalecer las uñas.
Nacida en 1963, esta crema de color naranja es un auténtico icono de belleza. Porque funciona: ningún cosmético es capaz de resistir el paso del tiempo y mantener ventas si no proporciona resultados constatables. Y eso ¡nos gusta muchísimo! Enriquecida con cera de abeja, su fórmula contiene agentes emolientes y fortificantes que mejoran la resistencia de las uñas y favorecen su crecimiento. Una fórmula que se ha mantenido inalterable durante 50 años.
Esta no es, sin embargo, su única virtud. Como en todo cosmético de alta gama, la imagen es importante y, en este caso, la cajita que contiene la crema ha contribuido a su éxito. El estuche blanco evoca los pastilleros neoclásicos y está decorado con un ribete de perlas al estilo Luis XVI, con las iniciales del diseñador grabadas dentro de un círculo central. Un estuche diseñado para ser visto, es decir, para exponerlo en el baño o el tocador (o en la mesilla como yo!) o para llevarlo siempre en el bolso.
Está claro que por su aroma a albaricoque, su color anaranjado y su textura aterciopelada no podía recibir otro nombre que Crème Abricot (Crema de Albaricoque). Hoy día, los beneficios de esta crema están en el corazón de la línea de manicura de la firma. Siete productos que, como ella, conjugan la eficacia con la simplicidad de uso y un resultado profesional.
¡Felicidades Dior!