¡Ya sabemos el nombre de los 4 ganadores de un frasco de la fragancia Davidoff Cool Water Love the Ocean de 200ml valorado en 80€! ¿Quieres saber si eres tu? ¡Sigue leyendo!
Como recordaréis, el 7 de julio os pedíamos que compartieseis con nosotr@s las ideas y reflexiones que os sugería el océano. Y ¡tenemos más de 100 comentarios!
También te animamos a darle al “Me gusta” de nuestro Facebook y subir una fotografía del mar y etiquetarla con el hashtag #lovetheocean, o subirla a Twitter o Instagram y utilizar los hashtag #lovetheocean y #bellezaactiva. Cada fotografía publicada bajo esta etiqueta se publicará en la web www.lovetheocean.com y ayudará a proteger 5.000 m3 de océano. A partir de todas las fotografías etiquetadas, que aparezcan en la página web, se seleccionará una foto ganadora que tendrá la oportunidad de embarcarse junto con National Geographic en un emocionante viaje.
Salvar el océano
Cada fotografía estará salvando 5.000 m3 del océano. Puedes conocer más detalles sobre esta increíble acción organizada por Davidoff entrando en la web www.lovetheocean.com, donde podrás ver donde se desarrolla toda la acción. Además se está creando un muro con las fotografías colgadas, en la que también podrás ver tu foto.
Desde 2012, Davidoff Cool Water apoya activamente el programa Pristine Seas de National Geographic, cuyo objetivo es explorar y proteger el océano. A través de este programa, National Geographic ha dirigido cinco expediciones para explorar áreas remotas del océano en lugares como las islas Pitcairn y Nueva Caledonia.
El año pasado, Davidoff Cool Water apoyó una expedición a Gabón, donde National Geographic ha explorado el fondo del océano. Esta entidad está trabajando actualmente de manera muy estrecha junto con el gobierno de ese país y la National Park Agency, con el fin de establecer un área marina protegida.
En 2014, Davidoff apoyará una expedición de Pristine Seas a la costa sur de Mozambique, hogar de algunas de las poblaciones más prósperas de megafauna, como mantarrayas, dugongos o tiburones ballena. El jefe de la expedición, Paul Rose, liderará un grupo de científicos y realizadores de cine clave para explorar, sondear y registrar lo que esperan que sea uno de los arrecifes más fértiles del este de África.
Además, por cada frasco de Davidoff Cool Water que se venda, Davidoff ayudará a proteger 10.000 m2 de océano. Para destacar este renovado compromiso, las versiones masculina y femenina de Davidoff Cool Water y la nueva Davidoff Cool Water Night Dive se venderán en una edición limitada con una funda Love the Ocean.
Y los ganadores son…
- Marta, que el 21 de julio escribió: El mar es el lugar perfecto para desconectar de la rutina, del estrés, en resumen de la vida diaria, y cuando acudo, y me siento en la orilla, generalmente sobre el atardecer, lo observo, y pienso: «Que belleza, es algo increíble, ¿¿hasta donde llegará?? Y siempre me he hecho esa pregunta desde que era pequeña, se que parece una tontería, pero, a veces me gustaría ser agua para sentir esa sensación inexplicable, esas olas que vienen y van, esa sensación de tranquilidad que me dan cuando oigo las olas al llegar a la orilla, y esa belleza es naturaleza, pienso también en un futuro donde toda la naturaleza, ya sea el mar, los árboles, animales, etc, no sufran, ya no solo por el efecto invernadero, sino también, por el hombre que está dañando y mucho este planeta. El mar, nuestro viejo amigo, envuelto de tanto misterio y a la vez de tanta paz, es algo que todavía me sorprende, y que me hace soñar con un mundo mejor cuando reflexiono al observarlo. Un saludo y cuidemos de él y de la naturaleza en general.
- Abigail López, que el 2 de agosto comentó:
Para mi el Océano son noches de amor inacabables, amores salados de verano y yo lo explico con un relato que escribí una vez…
Espero que os guste.
Hoy extraño esa sal que se instalaba en mi cuerpo las noches de verano de un Agosto afortunado,
la suavidad de mi piel se mecía insistente con la tuya, ese cruce de miradas placenteras,
el calor, el sudor que nos correspondía.
Y esa risita maligna que provocaban tus gestos aislados, los que me hacían no poder dejar de quererte.
Moreno de piel de Nube, corazón acompasado, tus latidos se mezclaban con mi alma del color del Océano.Hoy extraño no haberte sabido comprender cuando me decías que el amor era libre como las gaviotas,
que tu corazón te quemaba por dentro y mis dedos querían escribir la palabra pasión por todas las calles por donde pasábamos.Y los sitios más oscuros se llenaban con tu luz.
Moreno de piel de Nube, corazón acompasado, tus latidos se mezclaban con mi alma del color del Océano.
- María, que el 19 de julio nos decía: Cuando era niña un día,caminando con mis padres por un pueblecito marinero con sus calles empedradas y su olor a brea, cuerda y sal vi un cubo para la playa en una tienda de souvenirs de esas que rompen la armonía de las calles empinadas con lanchas y tienen colchonetas, flotadores y chanclas colgando de la puerta. Era un cubo transparente y supliqué a mis padres que me lo compraran porque quería llenarlo de agua del mar.
Recuerdo que esa misma tarde fuimos a la playa y yo corrí enseguida a la orilla a llenarlo de agua, pero para mi tristeza, el agua que poblaba aquel bonito cubo no era del azul intenso que tenía el agua de la playa; aquel agua era turbia y casi igual al agua dulce que salía del grifo.
Disgustada fui a preguntarle a mi padre porqué el agua del mar tenía ese color tan bonito y él me respondió que era porque el cielo se reflejaba en ella. Yo, sorprendida, miré el cubo y le pregunté porque mi agua no era azul si el cielo también se estaba reflejando. Y mi padre, seguramente sin conocer la respuesta exacta a mi pregunta, me dijo que tal vez al mar no le gustaba estar prisionero y que por eso cuando lo encerrábamos en un cubo perdía su color.
Ese día, contemplando el agua del cubo supe que toda mi vida estaría unida inexorablemente al mar. Todo, cada momento crucial de mi existencia, sería como una prolongación de ese mar que yo intentaba retener en un cubo.
Los años fueron pasando y apenas hay un solo día que no vaya yo a verter mis pensamientos en sus aguas. Cada mañana me gusta salir casi a la amanecida a pasear por su orilla y muchas veces, cuando toca la vuelta a casa y estoy cansada y sin saber como afrontar todo lo que en estos tiempos tan acuciantes me rodea, camino por la orilla y me empapo de serenidad.
Y recuerdo también que desde muy jovencita me “impuse” la costumbre de navegar por todos los mares que pudiese conocer. En cada viaje, incluso en los viajes de estudios en los que era casi una niña, me he buscado la forma de navegar. Normalmente en la mayoría de los puertos hay algún barco que hace circuitos por la zona y yo me he subido a los de todas las ciudades que he podido visitar, tanto en España como fuera. Y siempre hago lo mismo, intento tocar ese agua que en cada sitio tiene un olor y un color pero que en el fondo es siempre lo mismo, la mejor medicina para el alma.
También acostumbro a guardar muestras en botellas. Toda mi vida he querido embotellar los recuerdos para así abrirlos cuando quisiera y revivir el momento, pero como eso aún no es posible me conformo con llenar la casa de botellas llena de agua turbia que habla de una puesta de sol en Grecia, de un paseo por la playa en Malta, de mil aventuras en Francia y de un sinfín de recuerdos que dan luz a mi vida.
Y ya para finalizar quería decir que en realidad participo aquí para ganar un frasco de Davidoff para mi hijo, que es tan aficionado al mar como yo y que sabe tanto, tanto del tema que a veces me deja sin palabras. Por él y porque este mar que dio principio a la vida quiero ganar el perfume. Muchas gracias y suerte a todos. - y Begoña Collazo, que el 8 de julio escribió:
Estos años junto a ti han dado para mucho en mi vida, me han demostrado que en el amor todo vale, han girado el rumbo de mi corazón, de este iceberg del que tan sólo soy capaz de controlar una pequeña parte,
que asoma en la superficie, mientras que otra gran parte, oculta al mundo, gigante en sus dimensiones, te ama con locura, se entrega a ti en silencio cada noche y amanece contigo cada madrugada.
Ese iceberg, por fin, se ha resquebrajado, se ha separado de una gran masa de hielo y avanza firme por el océano, por el océano intenso de tu mirada, para derretirse ahí, donde siempre quiso estar, donde realmente no está anclado a nada.
Avanza feliz disfrutando de cada detalle, conociendo un mundo totalmente distinto al que estaba acostumbrado, maravillándose por la vida tan increíble y apasionada que se había perdido durante años,
una vida que por fin conoce y disfruta cada día, en el camino que le lleva a ser del océano para siempre.
Ese océano eres tú, tan profundo en cada gesto, en cada mirada, en cada pensamiento,y ahí querría estar siempre, anclada al azul intenso de tus ojos.
Ese azul que recuerdo y recordaré cada día de mi vida. Quiero soñar siempre con ese océano azul, quiero dejarme mecer por sus suaves olas, necesito dejarme amar en la distancia, mirar al cielo y a las estrellas
que nos unen allá donde te encuentres.Y ahí permaneceré cada noche, junto a ti, donde siempre debí estar…
…para el resto de mi vida.
Todas vosotras recibiréis un mail confirmando vuestro premio.
¡Gracias a tod@s por participar y a Davidoff por ofrecernos participar en esta acción tan fantástica!