El próximo 19 de octubre es el Día Mundial contra el Cáncer de Mama. Este año belleza activa queremos sumarnos a la campaña del lazo rosa informando sobre una tendencia que se inició hace pocos años y que se está extendiendo con fuerza: el tatuaje de la zona mastectomizada. Tanto el tatuaje que «reconstruye» el pezón y la areola con micro-pigmentación como el artístico que algunas mujeres lucen como símbolo de su lucha contra la enfermedad.
Kelly Davidson, la mujer que encabeza esta serie de fotografías, sufrió tres tipos de cáncer, decidió someterse a una doble mastectomía (extirpación de la mama) y, después, cubrió sus cicatrices con un tatuaje. Cuando mostró su fotografía en Facebook estremeció al mundo. “Decidí dar vuelta lo negativo a positivo y poner una hermosa pieza de arte sobre algo que para mucha gente es devastador”, explicó Kelly, canadiense, al periódico Toronto Star. A Kelly se le diagnosticó cáncer de mama a los 28 años. Antes, a los 11, había superado un cáncer del tejido linfático (linfoma de Hodking). Y a los 32 superó un cáncer de tiroides. “Vivo y amo la vida. No dejaré que el cáncer me derrote. Si vuelve, seguiré luchando como lo he hecho antes. (El tatuaje) Es mi insignia de honor y fuerza. Me recuerda cada día las batallas que he superado. He ganado esta guerra y espero la haya vencido completamente”, señaló.
Como Kelly, muchas otras mujeres han decidido transformar sus cicatrices en algo bello mediante el tatuaje. Un movimiento que tiene campañas y seguidoras especialmente en Estados Unidos y Gran Bretaña, pero que también ha llegado a nuestro país. Todas las fotografías que ilustran este reportaje han sido extraídas de internet y han sido «colgadas» en la red por sus propias protagonistas en reivindicación de la belleza que reside en ellas, con o sin pecho, y de la fuerza de su lucha contra el cáncer.
En Facebook, por ejemplo, podemos encontrar la página Why We Ink dedicada a las personas que han superado un cáncer y se han realizado tatuajes para recordarlo. Un proyecto sin ánimo de lucro que pretende conseguir financiación para los grupos de apoyo al cáncer. P.ink es una página de internet que se encarga de poner en contacto a personas que han superado un cáncer de mama con artistas tatuadores en Estados Unidos. Según explican, las personas que han superado una operación de cáncer de mama tienen dos opciones: reconstruir o no. Pero ellos presentan una tercera opción: ink o tatuar (ink=tinta). El pasado año celebraron su primer P.ink Day, del que podéis ver un vídeo al final del post.
Son imágenes duras y hermosas a la vez que muestran a mujeres valientes, luchadoras y bellísimas. Y que demuestran cómo el tatuaje puede ayudar a reforzar la autoestima de personas que han sufrido una dura enfermedad y se enfrentan a las cicatrices que ésta ha dejado en su cuerpo. En este sentido, también la micropigmentación puede ayudar a restituir la areola e incluso el pezón, proporcionando un aspecto natural a la mama. En este caso, y a diferencia del tatuaje, los pigmentos se implantan en la epidermis, por lo que es un tratamiento temporal ya que se van absorbiendo conforme pasa el tiempo.
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