Las fiestas y, por tanto, las comidas navideñas, están a la vuelta de la esquina. Como cada año, tras ellas, viene la báscula con la temida cifra de aumento de peso. Sin embargo, nadie quiere sacrificar las comidas navideñas y, no hay por qué hacerlo. Siguiendo una serie de sencillos consejos es posible mantener, en la medida de lo posible, la figura, sin privarse de los ricos platos navideños. Te damos las claves para conseguirlo.
Los dulces mejor a mediodía que por la noche. Hay una opción que siempre triunfa en cualquier plan de adelgazamiento o mantenimiento. El aporte de calorías tiene que ser mayor por la mañana que antes de irse a dormir. Por eso, como obviamente se tomarán dulces durante la época navideña, es recomendable que estos dulces se consuman por la mañana en lugar de por la noche. Es decir, mejor dejar los turrones, mazapanes o polvorones, para la comida de Navidad, y no para Nochebuena.
Busca un momento para hacer deporte. Se suele tomar como tónica habitual el hecho de no realizar ejercicio cuando se está de vacaciones. Si bien, es muy posible que los eventos y reuniones con amigos y familia, dejen menos tiempo para practicar deporte, también lo es que siempre queda algún pequeño hueco para realizarlo. No es necesario seguir el mismo ritmo de ejercicio, sino que tan solo con “escaparse” a correr al día siguiente de haber tenido una comida copiosa, o dar un pequeño paseo después de una de ellas, se conseguirá reducir, en la medida de lo posible el impacto calórico.
Para brindar, mejor las bebidas de menor graduación. Tal y como es sabido, las bebidas alcohólicas que tienen una mayor graduación, tienen un aporte de calorías mucho mayor. Además, son calorías denominadas como “vacías”, engordan pero no alimentan. Por eso, es aconsejable realizar los brindis y acompañar las comidas con bebidas con menos grados, como son el vino o el cava. La cerveza, el vino seco y la sidra son las bebidas alcohólicas que menos alcohol, carbohidratos y calorías aportan. Eso si, siempre con moderación. Las, digamos, más “peligrosas” en cuestión calórica son los licores dulces, o el whisky, ron y coñac. Eso sí, hay que tener en cuenta que algunos refrescos de cola, pueden contener más calorías que algunas bebidas, hasta 140 calorías por lata.
Mejor platos cocinados al horno o a la plancha. La forma en la que se cocinan los alimentos, es clave a la hora de aumentar o disminuir su número de calorías. Por eso, en fiestas, es mejor optar por platos que estén cocinados al horno, al vapor o a la plancha, en lugar de realizar fritos o rebozados. Hay una gran variedad de platos que son muy apetecibles y sabrosos, y que se cocinan de forma más sana. Pescados al horno, a la plancha, carnes y patatas al horno, son muchas las posibilidades de viandas festivas con menos calorías que si se cocinaran de otro modo.
Tómate un tiempo para descansar. Una vez inmersos en el “maremágnum” de comidas y eventos navideños, parece que los días que están entre las fechas señaladas, se tenga que seguir ingiriendo alimentos que engordan más o dulces. Sin embargo, esto no tiene por qué ser así. De hecho, es recomendable aprovechar los días que existen entre los festivos, con el fin de desintoxicar el cuerpo. Así, en estos días es conveniente bajar el nivel de aporte de grasas y poner la mirada en frutas y verduras.
Ideas importantes a tener en cuenta:
- no dejes de desayunar aunque ese día sea el banquete de Navidad y se quiera llegar con más hambre
- hidrátate y depúrate los días anteriores y sobre todo los posteriores con infusiones, caldos vegetales, etc.
- no debes repetir en las comidas ni llenarte mucho el plato.
- come lentamente para digerir bien
- debes tener en cuenta que las bebidas gaseosas hinchan más
- es recomendable llevar un recuento escrito de lo que se ingiere, con el fin de compensar excesos por comidas menos calóricas.