Los temas de cirugía estética no son muy habituales en Belleza activa, nuestr@s lector@s habituales lo sabéis. sin embargo desde hace tiempo el tema de las prótesis mamarias está siendo noticia y suscita muchas dudas. Por eso en esta ocasión recogemos un escrito que nos han hecho llegar desde el Instituto Javier de Benito. Creemos que da luz sobre muchas dudas. La Dra. Marina García Moya, del equipo médico del Instituto Javier de Benito, ha revisado algunas de estas cuestiones que a menudo expresan en consulta, incluso las pacientes más informadas.
La fabricación de implantes mamarios, controlada y regida por la misma normativa que la de otros materiales que se colocan en el cuerpo, como los marcapasos, es un proceso largo y costoso que culmina en un producto de altísima calidad. Desde hace años el logro de la naturalidad en cirugía de mamas es indiscutible gracias al desarrollo de estos implantes seguros, compuestos de gel de silicona de grado médico que solo puede obtenerse de dos fabricantes en todo el mundo. Desde la obtención del material de relleno hasta la fabricación del implante de tacto y forma naturales, hay un laborioso proceso manual en el que el producto debe pasar por varias pruebas de calidad y seguridad que medirán su cohesividad y elongación.
¿Es segura la silicona?
Absolutamente. El Instituto de Medicina de la Academia de las Ciencias ha declarado seguros los implantes de silicona.
¿Los implantes interfieren con las mamografías?
Sí, es importante que la paciente informe al técnico en el momento en que le realizan una mamografía para que este lo tenga en cuenta. De hecho es pregunta habitual antes de comenzar la prueba. De cualquier modo, siempre y obligatoriamente, toda paciente que va a ser operada de mamas, debe pasar por una mamografía por prescripción del cirujano. Y es por esto que este tipo de pacientes son personas cuya salud está bien vigilada. También ocurre que, posteriormente y tras la intervención, precisamente las mujeres con implantes, acostumbran a hacerse revisiones con mayor asiduidad.
¿Es mejor la prótesis redonda o la de forma anatómica?
Depende. En Instituto Javier de Benito trabaja con Eurosilicone, marca líder en fabricación de implantes, que presenta una enorme variedad de tamaños, perfiles y formas, proyecciones y alturas. Aunque hay una idea preconcebida de que las anatómicas dan un look más natural y que las redondas quedan como globos, en realidad todo depende de la necesidad de la paciente. Hay casos en que un pecho vacío en la parte superior que requiere de volumen, precisará de un implante redondo precisamente para conseguir el efecto de “gota”. La elección del implante, de su tamaño, perfil y proyección, así como de su superficie lisa o texturada, dependerá del estudio anatómico de la paciente y de sus expectativas.
¿Dónde se realiza la incisión?
Se puede realizar una incisión periareolar, submamaria o transaxilar. Es decir, en la areola, en el pliegue submamario o en la axila. Depende de cada caso y de la valoración médica. Allí donde se haga será el lugar en que quedará la cicatriz, es por esto que la decisión resulta muy importante para la paciente. En el caso de hacerse en la areola suele quedar oculta con el paso del tiempo gracias al cambio de color en el borde de la misma. En el pliegue submamario queda disimulada por la natural inclinación de la mama. Y la axila es el lugar de incisión más discreto. Las ventajas y desventajas de los puntos de incisión deben ser valoradas en cada caso particular, por médico y paciente. Siempre teniendo en cuenta que existe la posibilidad de disimular toda cicatriz gracias a la micropigmentación.
¿En qué lugar se coloca el implante?
Básicamente el implante se colocará encima o debajo del músculo pectoral. La decisión dependerá fundamentalmente del grosor de los tejidos de la paciente. La colocación submuscular, bajo el músculo pectoral, es la más recomendada en general porque aporta a los implantes una capa adicional de cobertura de tejido. La colocación subglandular, bajo glándula mamaria, permite una menor molestia en el post operatorio y una vuelta más rápida a la rutina diaria. De nuevo la opción más adecuada dependerá del caso concreto. La doctora García Moya nos aclara que también ocurre que en ocasiones los médicos deciden hacer una colocación subfacial, un plano intermedio entre los citados anteriormente. “Es lo más adecuado en el caso de deportistas con pectorales muy fuertes que no permiten la submuscular y con tejido delgado que no hacen aconsejable la subglandular”. Y, la colocación más frecuente, es la llamada dual plane que consiste en colocar la parte superior del implante por debajo del músculo y la inferior bajo la glándula.
¿Es preciso retirar los puntos?
No, se reabsorben.
¿Hay dolor?
Es normal pasar por una inflamación postoperatoria con molestias y malestar. Cómo sea el proceso dependerá de la reacción individual ante la cirugía y de que el trasplante se haya hecho de forma submuscular que genera más dolor, o subglandular. “En todo caso”, asegura la Dra. Marina García Moya, “nada que no pueda solucionarse con un calmante normal”.
¿Es recomendable posponer la operación cuando se planea tener un hijo?
La Dra. García Moya lo recomienda. “Tanto a pacientes que ya han tenido el primer hijo pero quieren tener más, como a quienes aún no han tenido el primero, nosotros les recomendamos que esperen, pues la mama sufre con cada embarazo y lactancia”. El motivo es meramente estético, y encaminado a obtener los mejores resultados de la cirugía, ya que los implantes no interceden en la lactancia. “Precisamente por este motivo es la edad en que se producen la mayor parte de los embarazos, la que va de los 30 a los 40, la etapa en que más baja el porcentaje de pacientes que se realizan una cirugía de mama”
Aparte de aumento y reducción, ¿qué se puede corregir mediante una cirugía de mamas?
Algunos de los motivos más frecuentes para acudir a la cirugía son: la corrección de la asimetría (que suele requerir la intervención de las dos mamas); de las mamas tuberosas, que son aquellas que se desarrollan en forma de tubérculo con las areolas de gran tamaño (por lo general en esta intervención se hace necesario el uso de implantes); la reconstrucción (que hoy día puede realizarse en la misma intervención que la masectomía o amputación de la mama) y la elevación (intervención que también requiere de la colocación de implantes en la mayoría de los casos para mejorar firmeza y dar el volumen perdido). Pero hay más motivos: por ejemplo el adelgazamiento o engorde de la mama tras la maternidad y en la pre y post menopausia. “Tenemos un alto porcentaje de pacientes entre los 40 y los 55 años. Pacientes que quedan realmente satisfechas”.
¿Hay que cambiar los implantes diez años después?
No, en absoluto. “Como toda prótesis ajena al organismo, el implante de mama también tiene un desgaste, pero no es cierto que sea necesario y obligatorio cambiarlas a los 10 años. Puede ocurrir que deba hacerse 25 años después”.