El pasado martes 9 de junio celebramos un encuentro con seis lectoras de Belleza activa y Nivea. El objetivo era la concienciación sobre los daños que el sol puede causar en nuestra piel, a corto y largo plazo,comprobar cuál es el estado actual de nuestra tez y ver en vivo y en directo cómo los protectores solares bloquean los rayos UV.
Alrededor de la fantástica mesa que nos habían preparado en El Privat del Hotel Villa Emilia de Barcelona, estábamos Gisela González –responsable de comunicación de Nivea–, nuestras lectoras Bea, Victoriana, Eva, Irene con su hijo Adrià (el asistente más joven que jamás hemos tenido en todos nuestros talleres), Marta, M. Rosa, la doctora María Segurado –asesora en dermatología de Nivea–, Marta Úbeda-Portugués –de la agencia de comunicación de la marca–, Ángel –fotógrafo y especialista en el uso de la cámara UV– y nosotras dos.
Conversamos, largo y tendido, sobre temas relacionados con el sol y los fotoprotectores: las manchas, las arrugas, el tiempo que podemos estar bajo el sol, el funcionamiento de los fotoprotectores, sus texturas… La doctora, fue respondiendo, una a una nuestras dudas. Y por fin llegó el gran momento: nos pusimos, una a una, frente a la cámara ultravioleta.
La cámara UV de Thomas Leveritt y Nivea Sun
El año pasado el artista norteamericano Thomas Leveritt remodeló una cámara fotográfica normal para que funcionase como una cámara ultravioleta. Con ella nos mostró algo que nuestros ojos no pueden ver pero que está ahí: los daños acumulativos causados por los rayos solares en nuestra piel y la efectividad de los productos solares. Hizo públicas las fotos por medio de un vídeo que colgó en YouTube y fue una revolución. En él vimos cuál es el estado real de nuestra piel en sus capas profundas y nos demostró cómo actúan los filtros solares.
Nivea Sun lleva acompañándonos durante décadas en nuestros felices momentos al sol, por este motivo y como marca líder mundial en protección solar, siente la responsabilidad de sensibilizar sobre la importancia de utilizar una buena protección solar a la hora de exponer la piel a los rayos del sol. Por eso, pidió a Thomas Leveritt su colaboración para su nueva campaña mundial de concienciación sobre los daños que producen los rayos solares en la piel y la importancia de utilizar buenos protectores solares para reducir los riesgos”. ¡Y así lo ha hecho en diferentes países del mundo! Leveritt también ha enseñado a algunos profesionales como Ángel, nuestro especialista en imagen, cómo funciona la cámara y él fue quien nos acompaño en el taller.
La cámara que hace visible lo invisible
No nos vamos a engañar. Todas éramos un poco reticentes a ponernos frente a la cámara. Da un poco de repelús enfrentarse a algo que, presumimos, tal vez no serán buenas noticias. Tanto Gisela como Àngels, que ya había probado antes la cámara, nos animaron a ponernos frente a ella. Nos iba a impactar pero también nos iba a enseñar mucho sobre nuestra propia piel. Y así lo hicimos…
La verdad es que fue una experiencia increíble. Las pieles más jóvenes: perfectas, ¡impecables! Las que ya tienen algunas primaveras más mostraban las señales del paso de los años: con la cámara UV eran visibles las manchas que aún no han llegado a la superficie de nuestra piel, las que sí lo han hecho pero que estaban camufladas con una fina capa de maquillaje, las señales de salpicaduras de aceite caliente de algún accidente doméstico, y los marcas que han dejado aquel sol que tomamos en la juventud sin protección alguna… ¡Todo estaba allí! Pero también estaba la prueba de la absoluta eficacia de los fotoprotectores. Sólo con ponernos una capa sobre el rostro (¡atención!, la cantidad adecuada para esa zona es la equivalente a una línea de producto sobre nuestro dedo índice), la piel se veía totalmente cubierta por una capa de protección oscura que actúa como un auténtico escudo para filtrar los rayos solares.
Descubrimos, también, varias cosas que nos llamaron la atención:
- aunque no se vean las manchas están ahí, agazapadas en capas profundas de la piel que el ojo humano no percibe, sin embargo la cámara hace visible lo invisible.
- la verdadera eficacia de los fotoprotectores. En las fotos que acompañan vemos algunos ejemplos de la piel vista a través de una cámara normal y a través de la cámara UV, así como ver la piel sin protector solar y con él. La diferencia es más que evidente bajo la cámara UV, lo que es invisible bajo la luz natural, es un escudo protector increíble bajo la luz UV.
- algunas de nuestras lectoras se habían aplicado fotoprotección por la mañana y sus efectos, aunque de una forma ya muy sutil, aún se notaban sobre su piel. Lo podíamos comprobar porque frente a la cámara UV su rostro estaba ligeramente oscurecido.
- Transcurridas 3 horas los efectos del fotoprotector pierden eficacia, aún sin someterla a humedad, roces, etc. Lo pudimos comprobar con Adrià, que fue el primero que, pocos minutos después de llegar se puso ante la cámara (con y sin protector solar) y fue el último también en utilizarla.
- unas buenas gafas, aún con cristal transparente, es un perfecto protector de los ojos frente a los rayos solares. Por favor, no utilices gafas de sol sin filtro UV porque pueden perjudicar gravemente tu retina.
Durante el beautyTaller de protección solar con Nivea aprendimos muchas cosas, las iremos desgranando a lo largo del verano porque en una sola entrada sería interminable. Si tienes la oportunidad de ponerte ante una cámara UV te animamos a hacerlo, seguro que te interesará ver lo que te descubre.
Nuestro más sincero agradecimiento a Gisela, la Dra. Sugerido, Marta y Ángel, de Nivea y a todas nuestras lectoras, tanto las que pudieron asistir como a las que no pudieron… ¡otra vez será!