¿Con ganas de bailar esta Noche de San Juan y las piernas cansadas? No te preocupes, te contamos cómo puedes evitar la pesadez y el dolor para que no pares de moverte en todo el verano y más allá.
La típica sensación veraniega de piernas cansadas, con hormigueo, calambres e hinchazón de tobillos, suele tener como causa más probable problemas de retorno de la circulación venosa. El calor dilata las venas, cosa que enlentece la circulación, ya de por sí difícil por su sentido ascendente en contra de la ley de la gravedad, y agrava los problemas circulatorios favoreciendo la aparición de varices o agravando las ya existentes. Un problema que va más allá de la estética o las simples molestias, ya que de la hinchazón característica de tobillos y piernas (edema) se pasa en fases más avanzadas a la formación de coágulos (varicofliebitis), hemorragia por rotura de las venas varicosas (varicorragia) y alteraciones de la piel, con manchas (hiperpigmentación), heridas y úlceras.
La consecuencia última y más grave es la embolia pulmonar, también conocida como trombosis venosa profunda o «síndrome de la clase turista», que aunque en los últimos años se ha asociado a los viajes de largo recorrido en avión, puede darse en cualquier situación de inmovilidad forzada, incluso por trabajo (como peluqueras o telefonistas) o enfermedad (personas que deben permanecer en cama).
Para evitar llegar a estos extremos, la mejor arma es seguir unos buenos hábitos de vida para prevenir la aparición o el agravamiento de las varices existentes. Porque una vez instaladas hay que tratarlas de forma médica para eliminarlas y es imprescindible la consulta con el especialista. Sin embargo, hay tratamientos paliativos que permiten aliviar el dolor y evitar que el problema se agudice.
Cosmética para piernas cansadas
Entre las soluciones cosméticas destacan las refrescantes. Una forma de estimular la contracción y el retorno es aplicar frío en las piernas y en los últimos años han proliferado fórmulas para piernas y pies cansados que utilizan básicamente mentol como agente refrescante y que consiguen producir una sensación de frío que puede aumentarse colocándolos en la nevera, aunque hoy día las fórmulas son tan avanzadas que ya no es necesario. Así, pueden llevarse en el bolso a cualquier parte (incluso la playa o los viajes en avión) y se aplican sin problema sobre las medias si es necesario, por lo que el alivio puede provocarse en cualquier lugar y situación de forma discreta.
Estos cosméticos suelen contener también activos que tonifican y estimulan la circulación, como el rusco (antiinflamatorio, antiedematoso), la vid roja (protege los capilares, estimula la circulación), el castaño de Indias (vasoconstrictor, fluidificante), el hamamelis (vasoconstrictor, tónico venoso, disminuye la fragilidad capilar), algunas algas (drenantes), etc. Se puede aumentar su efectividad realizando un masaje ascendente al aplicarlos, desde los tobillos a los muslos, de forma suave y sin apretar en exceso.
Buenos hábitos
El masaje, concretamente el drenaje linfático, es una de las mejores formas de combatir la retención de líquidos en las piernas, aunque debe ser realizado siempre por expertos que valoren la situación de cada uno y la técnica a ejercer. Una excesiva presión en personas susceptibles puede causar hematomas y el rompimiento de algunas de las venas varicosas, por lo que hay que ser cuidadoso. También la presoterapia o compresión mecánica (las conocidas ‘botas’ anticelulíticas), que «aprietan» la pierna de forma regular e intermitente, estimulan el retorno y la eliminación de líquidos.
La hidroterapia es otro de los sistemas que funcionan. Consiste en algo tan sencillo como aplicar chorros de agua fría y templada (a temperatura corporal) sobre las piernas y tobillos, que consiguen contraer y relajar la pared vascular. No hay que poner presión, hay que podemos provocar la ruptura de capilares, con el cambios térmico es suficiente y se puede realizar en la ducha. Sin embargo, el agua caliente, así como los baños termales, las saunas y los baños de sol no son nada recomendables ya que favorecen la vasodilatación.
Entre las medidas ergonómicas destaca una de las más sencillas: elevar los pies siempre que sea posible, ya que activa la circulación sanguínea. Durante el sueño, se puede elevar los pies de la cama unos diez centímetros, con una cama articulada o colocando cuñas en las patas, pero no es recomendable usar almohadas bajo los pies ya que puede alterar la columna. También caminar es absolutamente necesario, ya que la activación muscular estimula la circulación de retorno.
Varices, factores de riesgo
- Vida sedentaria
- Sobrepeso
- Actividad profesional que obligue a permanecer sentado o de pie mucho tiempo
- Viajes largos a diario
- Embarazo y otros cambios hormonales, incluidos tratamientos hormonales
- Exposición al calor (sol, mantas eléctricas, estufas, fuegos…)
- Alimentación desequilibrada o consumo de tóxicos (alcohol, tabaco)
- Genética
Primeros signos de alarma
Para evitar que los problemas venosos sigan adelante, hay que estar atento a las primeras manifestaciones como:
- Piernas pesadas. Es una sensación que suele aparecer al final del día, aunque en épocas de calor puede aparecer en cualquier momento, tras estar mucho tiempo inmóvil de pie o sentado, durante el periodo pre-menstrual o debido a la ropa o calzado demasiado apretados. Además de pesadez, suele presentar tobillos hinchados e incluso dolor. En algunos casos, existe dificultad en reanudar la actividad (incluso poner los pies en el suelo o andar) y hay personas que se levantan por la mañana con rigidez de piernas.
- Calambres. Se producen en el 30% de las enfermedades venosas y se caracterizan por una contracción duradera y anormal de un músculo de la pierna a consecuencia de un mal drenaje de la sangre, pobre en oxígeno. Pueden ocurrir de pie, sentado o tumbado.
- Piernas inquietas. Es una sensación desagradable que suele producir insomnio en quien la padece y se caracteriza por unas ganas irrefrenables de mover las piernas cuando estas permanecen inmóviles largo tiempo.
Productos que te ayudan
♦ Comfortable & Beautiful Legs Decongestive Cool Gel Cream de Montibello. Crema-gel descongestiva con efecto frío para tratar las piernas cansadas. Mejora la microcirculación, reduce las arañas vasculares y la hinchazón (edema), y proporciona sensación de ligereza. 200ml 38,45€. En centros de estética
♦ Vitiven Gel Piernas Ligeras de Arkopharma. Gel para piernas cansadas de efecto frío con vid roja, risco, hammamelis y castaño de Indias que activan la microcirculación cutánea, calman la pesadez y el dolor.. 150ml 11,90€. En farmacias y parafarmacias
♦ Lucky Legs de Mama Mio. Gel de piernas refrescante y energizante que alivia al instante las piernas cansadas, estimula la circulación sanguínea y el drenaje de líquidos, calma el dolor. Sin parabenos, petrolato, fragancias, colorantes sintéticos, xenoestrógenos, ftalatos ni otros aditivos. 100ml 25€
♦ Lao Tze de Rituals. Bálsamo de pies hidratante y refrescante que nutre y suaviza, elimina las durezas. 75ml 10€
♦ Venaliv Confort de Farmalastic Cinfa. Gel para piernas cansadas que alivia la pesadez, sin mentol ni efecto frío, apto para embarazadas. 250ml 24,30€. En farmacias