Consejos para que tus pies no sufran este verano

 

Llega el momento del año en el que los pies cobran máximo protagonismo. Trátalos con mimo y te llevarán, si tu lo quieres, al fin del mundo. Hoy te ofrecemos algunos consejos para que tus pies sean tu mejor compañero de viaje este verano.

En verano los pies pueden verse afectados por la deshidratación de los talones, la aparición de ampollas y fricciones, la aparición de durezas, el mal olor o por un exceso de sudoración. La solución a la mayoría de esos problemas es sencilla pero sus óptimos resultados requieren de constancia.

Normalmente las grietas en los talones aparecen por la utilización de un calzado inadecuado, falta de hidratación, una presión excesiva en esa zona, cambios de temperatura o por enfermedades de la piel. Las grietas se pueden prevenir exfoliando los pies un par de veces por semana e hidratando la piel a diario.

Las ampollas se producen a causa de una fricción o roce continuados, especialmente cuando empezamos a utilizar el calzado sin medias ni calcetines, ya sea con un zapato nuevo o de otra temporada. Podemos prevenir las molestas y dolorosas ampollas con una correcta hidratación de los pies. Es conveniente llevar siempre encima apósitos o una barrita antifricción, para utilizarlos al notar los primeros síntomas.

Las durezas son más visibles en verano. De deben a una presión o fricción excesiva por el uso de zapatos de tacón o estrechos. También por caminar de una forma incorrecta. Se pueden eliminar limando las durezas en seco, exfoliando la piel e hidratándola adecuadamente. Existen cremas específicas para combatirlas.

La función principal de la sudoración es mantener la piel del pie elástica y húmeda para prevenir los daños al andar. Las plantas de los pies albergan un gran número de bacterias que, al descomponer el sudor, provocan el mal olor. Puedes prevenirlo con una higiene adecuada y secando muy bien los pies, sobre todo entre los dedos y la planta. Es conveniente usar calcetines de fibras naturales, ventilar el calzado y alternar su uso.

  1. Hidrata bien tus pies durante todo el verano. La mejor forma de prevenir rozaduras es aplicar diariamente una crema hidratante ligera en los pies: tanto en los dedos como en la planta, en el talón y el empeine. De esta forma, estaremos preparando la piel de la zona para que se vuelva más elástica y resistente. Con esta práctica también evitarás las antiestéticas grietas que se forman en los talones.
  2. En ocasiones son las costuras de los zapatos lo que nos provoca las rozaduras. En este caso, no dudes en aplicar crema hidratante sobre las mismas, días antes de ir a ponértelos. Así reblandecerás las costuras y las harás más suaves, siempre y cuando el zapato sea de piel.
  3. Prepara aquéllas zonas del pie donde creas que el zapato puede incidir con mayor presión. Aplica sobre ellas vaselina, tres o cuatro días antes del momento en el que tengas previsto ponértelos.
  4. En caso de no haber podido preparar los zapatos antes de ponértelos y pasar horas con ellos, existen algunos trucos que pueden ser útiles:
    1. Mete loszapatos en una bolsa de plástico e introdúcelos en el congelador durante dos horas. Nada más sacarlos, aprovecha la humedad adquirida y póntelos para adaptarlos a tu horma.
    2. También puedes probar a rociar con alcohol un papel de periódico e introducirlo dentro del zapato. El resultado te sorprenderá.
    3. Si el zapato en cuestión es de puntera cerrada, siempre puedes optar por llevar unos pinkies que te protejan de los roces.
  5. Ponte los zapatos para andar por casa, a ratos, durante la semana de antes. Así irán cogiendo la forma de tu pie. También puedes hacerlo con calcetines, para darlo de sí y acelerar el proceso de adaptación de los mismos.
  6. Las plantillas de silicona pueden ayudar a evitar la formación de rozaduras en la planta del pie, sin embargo, la zona del talón y a de los dedos, queda desprotegida.
  7. Por último, podemos recurrir a los sprays especiales que nos ofrecen en algunas zapaterías, e incluso en farmacias, para ablandar el interior de los zapatos y adaptarlos a cada pie. Para obtener un mejor resultado, se recomienda caminar durante media hora con calcetines y el zapato en cuestión, tras la aplicación de spray.
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