Hoy se conmemora el Día Mundial de la Psoriasis y la Artritis Psoriásica, una enfermedad que afecta al 2% de la población, más de 600.000 españoles, y que se manifiesta en forma de irritación, picores y lesiones rojas y escamosas en la piel. Aunque es una enfermedad autoinmune muy frecuente y visible, la psoriasis es desconocida para la mayoría de la población, lo que provoca que, además de los efectos físicos, se vea afectada la calidad de vida de quienes la sufren. De hecho, más del 75% de las personas con psoriasis afirma sentir inseguridad, estrés y angustia, y buena parte tiene dificultades en su entorno laboral y social.
Pese a que no tiene cura (es una enfermedad crónica), actualmente se dispone de diversos tratamientos para mejorar las lesiones y la calidad de vida de los afectados. Entre ellas, destaca la fototerapia, ya que tiene pocos efectos secundarios, puede combinarse con la administración de fármacos y es seguro para los niños.
La fototerapia consiste en la exposición de la piel afectada por psoriasis a rayos de luz ultravioleta de diferentes longitudes de onda durante un tiempo determinado y bajo supervisión médica. El tratamiento se realiza habitualmente en un centro clínico, aunque también puede realizarse en el domicilio (algunas empresas alquilan o venden equipos caseros), siempre siguiendo las indicaciones médicas. Según el tipo de lesión (finas o gruesas) y su localización, se aplica un tipo de luz u otro.
UVA y UVB
La National Psoriasis Fundation (NPF) de Estados Unidos explica que tanto los rayos ultravioleta A (UVA) como los B (UVB) se utilizan para tratar esta afección, aunque estos últimos son mucho más eficaces.
- UVB: Estos rayos penetran en la piel y retardan el crecimiento de las células afectadas. Hay dos tipos de tratamiento de UVB, de banda ancha y de banda estrecha. Varios estudios indican que la UVB de banda estrecha elimina la psoriasis más rápidamente y ésta tarda más en aparecer que con la UVB de banda ancha. Por ello, la UVB de banda estrecha puede ser efectiva con menos sesiones por semana que la UVB de banda ancha. Dentro del tratamiento con UVB destaca el uso del láser Excimer, un haz de luz ultravioleta pequeño (de menos de 1 pulgada de diámetro) intensamente concentrado que puede aplicarse en las lesiones localizadas en áreas muy concretas del cuerpo, como por ejemplo el cuero cabelludo.
- UVA. Son relativamente poco efectivos a menos que se usen con un medicamento sensibilizador a la luz.
Luz solar
Ambos tipos de rayos inciden de forma natural en la piel si tomamos el sol, especialmente en un país como el nuestro. Se recomienda exponerse a sesiones cortas y diarias, empezando por 5 a 10 minutos y aumentar poco a poco el tiempo de exposición, siempre siguiendo las indicaciones médicas. Es conveniente evitar la exposición excesiva y las quemaduras solares. Y tener en cuenta que se tarda un tiempo en ver la mejoría.
Qué hacer
Para conseguir buenos resultados con la fototerapia hay que seguir una serie de indicaciones, según explica la NPF, entre ellas:
- Mantén una planificación regular, constante y frecuente. Según explica el doctor Erin Boh, miembro del comité médico de la NPF y jefe del departamento de Dermatología de la Universidad de Tulane (Nueva Orleans, Estados Unidos), «la principal razón por la que falla la fototerapia es porque los pacientes no acuden lo suficiente. Tres visitas a la semana son habituales cuando se está en tratamiento por psoriasis».
- Hidrata la piel regularmente, especialmente antes de la fototerapia. La doctora Callis Duffin, también miembro del comité médico de la NPF y profesora auxiliar de dermatología de la Universidad de Utah, informa que «la hidratación justo antes de la fototerapia ayuda a que los rayos penetren en las lesiones». Además, uno de los efectos secundarios más frecuentes de la fototerapia es que la piel se seque y pique, por lo que hidratar es muy conveniente. «Utiliza una hidratante densa y emoliente con pocos ingredientes añadidos, para reducir las reacciones cutáneas», añade.
- Utiliza gafas adaptadas y cubre el rostro durante la terapia si no tienes lesiones en la cara.
- Usa protector solar y ropa que te proteja del sol después de la fototerapia. Las quemaduras causadas por los rayos UVB tardan entre 24 y 48 horas en aparecer, por lo que es conveniente proteger la piel después de la sesión para evitar que el sol pueda producir daños sobre la piel ya sensibilizada.
- Sigue el tratamiento con tu dermatólog@. Después de varias sesiones, las lesiones habrán remitido, pero no por ello hay que dejar de acudir al dermatólogo, para que paute el tratamiento a seguir y espacie la fototerapia. Si realizas las sesiones de fototerapia desnud@, coméntaselo al dermatólog@ para que realice una revisión completa de tu piel que detecte y descarte cualquier problema cutáneo causado por los ultravioletas.
Qué no hacer
- Cubrirse la piel durante la fototerapia. Excepto los ojos, la cara (si no tiene lesiones) y los genitales, en el caso de los hombres, es conveniente exponerse a la luz desnud@.
- Aplicar protector solar o medicamentos tópicos justo antes de la fototerapia. No es un contrasentido con lo dicho en el apartado anterior: hidratación sí, medicamentos en crema y fotoprotectores no.
- Dejar la fototerapia al cabo de pocas sesiones. «Necesitas entre 15 y 25 sesiones antes de tener resultados visibles», explica el Dr. Boh.
- Sustituir la fototerapia por una cabina de bronceado. En éstas, se utiliza luz ultravioleta A, que es la que estimula el bronceado pero que, como hemos visto, no es la indicada para tratar la psoriasis, por lo que puede producir daños en la piel. «Las cabinas de bronceado no son efectivas para la psoriasis y aumentan el riesgo de melanoma, en particular en niños y adultos jóvenes», afirma Duffin.