El Attar es un aceite esencial perfumado, o la combinación de varios aceites, obtenido mediante destilación natural. El término procede de la palabra persa «atir», que significa «perfume», y se considera la forma más pura y sensual de éste, ya que, a diferencia de las fragancias con base alcohólica, el aceite se funde sobre la piel y penetra en ella, creando un perfume personal y único.
En Oriente Medio y en algunos lugares de Asia, el attar se guarda en pequeñas ánforas de cristal llamadas «itardans», que son un regalo muy apreciado y que suele ofrecerse como obsequio a los huéspedes.
Es por ello que nos ha gustado la propuesta del perfume Lágrimas de la Alhambra, que recoge la tradición nazarí y recrea el attar. Es un aceite ligero y delicado, que se desliza suntuoso sobre la piel, con una persistencia que perfuma con delicadeza durante horas. Contiene notas de flores, especias y maderas con toques frutales que remiten a la fragancia de los jardines de la Alhambra, en Granada. Concretamente, la salida está compuesta por notas de naranja amarga, pino, pimienta negra y azafrán, a la que sigue un cuerpo sensual y cálido de nerolí, jazmín, rosa de Turquía, mirto, canela y cardamomo. La composición guarda un fondo con una estela amaderada y profunda con cedro, sándalo, vetiver, mirra, incienso, ámbar y almizcle.
Su versión más lujosa, el Attar de Loza Dorada de 30 ml (en la foto que encabeza el post), se hace en edición limitada y numerada, con sólo 300 unidades y frascos elaborados, cocidos y pintados a mano. Su precio es de 1.325 €.
Pero si buscas una versión más económica, en su web www.lagrimasdelaalhambra.com encontrarás dos propuestas más:
• Lágrimas de la Alhambra Attar en un envase de madera blanco y aplicador con varilla de cristal, 15ml 170€
• Una lágrima de Attar, roll-on, 1,5ml 32,5€