«Si sonríes estás más atractiva, más joven y ¡tienes más arrugas! Si estás cansada, enfadada, triste, se te ve envejecida. Las arrugas no son lo peor que puedes tener en la cara. Olvida las arrugas, vamos a hablar de los tratamientos emocionales». El razonamiento es del Dr. Mauricio de Maio, cirujano y experto en medicina estética, que estuve recientemente en nuestro país para presentar a los médicos españoles su técnica de rejuvenecimiento facial «Medical Codes».
De Maio ha diseñado una técnica para realizar rellenos de ácido hialurónico en puntos muy concretos del rostro para rejuvenecer y que el resultado sea natural. Estos puntos los denomina Medical Codes (Códigos Médicos) y sólo en los labios ha establecido ocho MD donde inyectar para dar volumen. La razón es sencilla: si se inyecta sólo en un par de puntos «parecen dos salchichas» como los que lucen Melanie Griffith o Meg Ryan, explica.
El cirujano plástico ha estado de gira por Europa para explicar esta técnica en un auténtico lip tour organizado por Allergan, la marca que utiliza para sus rellenos (VyCross de ácido hialurónico) y que, según explica, «es el mejor producto que hay en el mercado» ya que permite movimiento. «En reposo, todos los rellenos trabajan bien, pero no en movimiento. El movimiento sutil de los labios es más difícil con un relleno duro», afirma.
Pero no sólo hay que tener claro dónde «pinchar», como dice el doctor: «el equilibrio en el rostro es muy importante. Siempre hay que considerar labios, nariz y mentón juntos. No puedes tener unos labios grandes y una nariz y mentón pequeños. Tienen que tener una armonía». Y nos cuenta un análisis de auténtico experto: «la estructura de los labios y el mentón son importantes para tener un rostro feliz. Si éstos son pequeños, tienes una cara enfadada». Para demostrarlo, analiza el rostro de una modelo de unos 40 años. «En reposo, está cansada, tiene ojeras. Sonríe (le dice a la modelo). Está más joven, más atractiva y tiene más arrugas». Por tanto, concluye que no son las arrugas lo que envejece el rostro, sino las emociones: el cansancio, la tristeza, el enfado…
Envejecer de forma «natural»
«Envejecer es una pérdida de medidas y contorno», es decir, es un cambio en todo el rostro, por lo que «no puedo poner unos labios de 20 años en un rostro de 40», dice De Maio, quien comenta cómo algunas mujeres quieren tener los labios de Angelina Jolie, por ejemplo. Para ello, explica, hay que pinchar en el mentón y los pómulos para aumentarlos, porque esa boca requiere un rostro de rasgos prominentes que no puede ponerse en cualquier persona.
El cirujano aboga por empezar a tratar el rostro joven. «El problema es que la gente llega muy tarde y quiere pagar poco», explica. Y lo argumenta: «la caries de la piel se llaman arrugas. Necesitamos limpiar los dientes porque no paramos de comer. Necesitamos tratar la piel porque el proceso de envejecimiento no para».
Aunque la necesidad de rejuvenecer el rostro depende de muchos factores, como la genética propia, los hábitos (fumar, tomar el sol…), el tipo de trabajo que se realice (una modelo o una actriz, que vive de su imagen, necesitará retoques antes que otra persona con un trabaj más común) e, incluso, la cultura del país. «En España -explica-, los labios son muy importantes. Hay la necesidad de tener unos labios más sensuales y atractivos. En China, a los 20 años quieren ser más jóvenes, porque en Asia las mujeres mayores no existen. En Europa tienen su espacio».
Empezar a tratar el rostro a los 30-35 años permite, según explica De Maio, «ir paso a paso». Realizar infiltraciones cuando el rostro se muestra ya envejecido es más complicado, y «cuanto más complejo es el caso, más calidad debo tener y es más caro», señala, explicando que hay que reaplicar cada uno o dos años.
De Maio es capaz de convencer al más reticente (como yo) de la «necesidad» de inyectarse ácido hialurónico. Por cómo explica la técnica y por los resultados que muestra y que, obviamente, no os puedo mostrar porque son fotografías de pacientes. Técnica y, seguramente, buenas manos de cirujano. Al preguntarle sobre ello, concluye que «la estética no es diferente de la medicina. El futuro de los tratamientos estéticos será como la medicina: no es el mismo especialista para el corazón que para el pulmón. En los procedimientos de estética todos creen que pueden hacer de todo». Y no, hay que saber dónde y cómo «pinchar».