Ya sabemos que el día de la mujer son todos los días, que si las instituciones de poder solo se acuerdan de nosotras el 8 de marzo vamos muy mal, pero eso no hace del Día Internacional de la Mujer una festividad inútil, ni mucho menos. En la actualidad, esta jornada alberga el poder reivindicativo con el que nació y se erige como una lanza contra el machismo, que sigue imperando en muchos aspectos de la sociedad, dentro y fuera de nuestras fronteras. Mientras que la mujer siga viviendo en una situación de desigualdad en el mundo, el feminismo y la celebración del Día Internacional de la Mujer tienen sentido.
Desde Belleza Activa, rompemos cada día una lanza en favor de la libertad de la mujer, apelando a la versatilidad de la belleza y sobre todo, a la importancia de la autoestima. Aunque suene tópico, nosotras tenemos claro que no hay mejor ritual de belleza que quererse. No hay más, no hay mejor truco. Sentirse bien con uno mismo es esencial para verse guapa, y eso se nota por dentro y por fuera. Si aún no has conseguido mirarte al espejo y decirte en voz alta lo que vales, tienes que tomar nota y recordar que LA BELLEZA ES:
Imprescindible para sentirse bien
En ocasiones, la belleza ha sido considerada una esfera frívola y banal concebida para el público femenino, ‘incapaz’ de comprender o de merecer los ‘grandes temas’ periodísticos. Sin embargo, la realidad es muy diferente: para sentirnos bien y felices es imprescindible saber encontrar la belleza en nosotras mismas, aceptarnos tal y como somos y sentirnos satisfechas y poderosas para poder conseguir lo que queremos. Para ello, es esencial que aceptemos que no hay un único patrón de belleza, y eso nos lleva a la siguiente norma.
Versátil e ilimitada
A menudo, nos sentimos insatisfechas con nuestro cuerpo porque éste no se corresponde con los parámetros del mundo de la belleza y la moda que recibimos de forma masiva a través de la publicidad. Las figuras muy delgadas que pasean en las pasarelas o las medidas imposibles de muchas modelos presionan al colectivo femenino para que logre el ‘cuerpo bello’. Sin embargo, en la actualidad, cada vez son más las marcas que apuestan por modelos, cuya belleza se aleja del patrón establecido.
La incansable luchadora Bimba Bosé demostró que sus rasgos andróginos eran dignos de los desfiles y de las grandes firmas de costura, como también lo ha hecho la modelo brasileña transgénero Valentina Sampaio, que este marzo protagoniza la portada de Vogue París. Y también hemos aprendido que la belleza no entiende de tallas. La modelo y diseñadora Ashley Graham, con la etiqueta «modelo XL», se ha conseguido labrar un reconocimiento en el mundo de la moda. Y es que es absurdo y pobre pensar que la belleza se limita a unas tallas: la belleza es libertad, está en la 34, en la 44 o en la 56, no podemos defender la ‘realidad’ de las mujeres ‘curvy’ como si las delgadas fueran ‘espectros’ porque estaríamos pasando de una dictadura a otra. TODAS SOMOS MUJERES REALES, sin duda.
Saludable
Como ya hemos avanzado, la condición sine qua non para presumir de belleza es la salud. Lucir un buen aspecto solo es posible si estamos sanos (tanto a nivel físico como mental), y a la vez, cuando cuidamos la salud contribuimos a mejorar nuestro aspecto. Tener una alimentación sana y equilibrada, dejar a un lado hábitos dañinos como el tabaco o el alcohol (o limitarlo a ocasiones especiales) y hacer un poco de deporte son unas actividades necesarias en un estilo de vida saludable, y simultáneamente, en una buena rutina beauty. Además, la belleza es mucho más que un buen peinado o combinar las últimas tendencias de maquillaje a la perfección… La belleza es también el cuidado personal, imprescindible para asegurar el estado saludable de nuestro organismo y para vivir en sociedad.
Así que sé muy feliz, porque te lo mereces, y de paso, porque, como dijo Audrey Hepburn, «las mujeres felices son las más bonitas».