Hace solo unos días tuve la oportunidad de sentir en propia piel la Emocosmética, un nuevo concepto de tratamientos que integra el cuidado del cuerpo y de la mente (las emociones). Y lo hace con unos productos cosméticos que utilizan principios activos de máxima pureza (con un alto porcentaje de ingredientes orgánicos) y recetas de culturas milenarias que beben de las medicina ayurvédica, china, tibetana y andina, entre otras… en sinergia con diferentes técnicas naturales como la aromaterapia, las flores de bach, la fitoterapia y la cromoterapia.
El tratamiento que probé se llama La magia del tiempo y es un delicioso y relajante tratamiento antiedad con el que me aseguraron que rejuvenecería mi piel y mi alma… No sé si rejuvenecieron mi alma, alegre y dicharachera de forma natural, pero sí que te puedo asegurar que tras el tratamiento salí con un gran bienestar general, relajada y muy «despierta» mentalmente. Por lo que respecta a mi piel, con gran luminosidad y tersura.
Sesenta minutos de paz y belleza
Al entrar en la cabina de estética detecto en el ambiente un delicioso olor a rosa, canela, melón… Esas son solo algunos de los ingredientes de Animic, un pulverizador cuya misión es catalizar mis emociones y disfrutar de una mayor armonía.
Durante los 60 minutos que dura el tratamiento, Maica Arjona –la esteticista que me atendió– hizo uso de aromaterapia, cromoterapia ambiental, musicoterapia… y un conjunto de técnicas manuales que me ayudaron a desconectar y me llevaron a «al séptimo cielo».
Durante el tratamiento Maica utilizó diferentes cosméticos y la Máscara Emocosmética de Cromoterapia Renacimiento de 7 colores, con el objetivo de mejorar los signos del paso del tiempo (flaccidez, arrugas, sequedad, mi piel sensible…).
Entre los productos que utilizó en el tratamiento quiero destacar la Mascarilla Exfoliante Gotas de Oryza, para limpiar y nutrir las pieles sensibles; el Sérum Facial Ultrarregenerador Perla esmeralda y el contorno de ojos regenerante Caricias de Hebe.
También me llamó la atención la crema facial Perla Esmeralda, diseñada para pieles maduras, que tiene el guisante como uno de sus principios activos. Éste activo poco utilizado aún en cosmética, ha demostrando ser un antiarrugas altamente reestructurante. Además, gracias a su alto contenido en flavonoides, resulta un antioxidante eficaz y un excelente protector ante agentes agresivos externos, tales como los rayos ultravioleta, la contaminación ambiental o las sustancias nocivas presentes en el aire de las grandes ciudades.
Otro de los cosméticos que más me llamaron la atención del tratamiento es la Heroica ambrosía, un ungüento corporal de aromaterapia con efecto rescate emocional (seguro que lo conoces en formato gotas de flores de Bach) está formulado con manteca de karité con intensas notas de olor, creada con aceites esenciales y aromas que se han formulado para potenciar una sensación olfativa que ayude a elevar el ánimo e inspirar libertad, poder personal y valentía.
Ni que decir tiene, que salí de la cabina de estética flotando, reconfortada y relajada, con suficiente fuerza para empezar de nuevo la jornada… ¡pero ya eran las 8 de la tarde y el deber familiar me reclamaba!