Fiel al carácter indómito y rebelde de Coco Chanel, nace Gabrielle Chanel, el nuevo perfume de la Maison, para la mujer inconformista, que elige no parecerse a ninguna otra y que forja su propio destino, reinventándose. Y es que Coco era una mujer fuerte, una conquistadora que luchó con todas sus fuerzas para ser dueña de su propia libertad y destino.
Una frase pronunciada por Gabrielle Chanel nos sorprende: «Elegí lo que quería ser, y lo soy» y es precisamente a estas mujeres, fuertes y de una feminidad majestuosa, intrépida, valerosa, audaz y apasionada, a quienes que va dirigida la nueva fragancia. Gabrielle Chanel invita a las mujeres a tener fe en lo que son y en lo que pueden lograr, siguiendo sus propios deseos, creando lo que será el mañana.
Y es que para Coco, la autoestima y la confianza en si misma nutren su fuerza inquebrantable que le llevó a conseguir que sus sueños fuesen realidad.
Gabrielle Chanel, puro diseño
Otra frase maravillosa de Gabrielle Chanel: «El lujo es aquello que no se ve». Y es precisamente el frasco cuadrado, sobrio y austero, lo que le confiere ese toque de lujo indudable. El frasco que contiene el jugo excepcional que es Gabrielle Chanel posee un diseño inédito que representa la esencia de todos los frascos Chanel.
Habitualmente la idea del lujo se asocia con le peso del cristal. En esta ocasión la Maison Chanel ha optado por un cristal fino, muy fino, para que el jugo adquiera su verdadero protagonismo. Para conseguir este frasco de paredes tan finas, fueron necesarios meses, años. El prisma que lo forma evoca las singulares líneas de los perfumes icónicos de Chanel, y presenta un número considerable de proezas tecnológicas de fabricación. La marloquette, la gota de vidrio que normalmente se observa en la parte inferior de los frascos, se ha desplazado hacia el exterior y después se ha pulido.
De perfil, las paredes de cristal convergen hacia el centro del frasco, donde la etiqueta cuadrada (del mismo tamaño que el tapón, está colocada de forma que cada faceta revele, plenamente, la luz.
El tapón es de lamé mate, entre oro y plata, del mismo tono que también viste el estuche y que se inspira en los tejidos de Alta Costura. Ese tono evoca la luz de la fragancia.
Pero el lujo de Gabrielle Chanel va más allá. El interior del estuche, un gofrado patentado que actúa como una auténtica funda del frasco, está inspirado en la perfección del forro de la chaqueta icónica de la Maison.
