Consigue un pelo bonito: desenmascaramos a sus peores enemigos

Compagnia della Bellezza

Tener un pelo bonito no es gratuito, se tiene que trabajar, y lo peor de todo es que muchas veces no somos conscientes de que algunas cosas que hacemos están perjudicando nuestra melena. Por eso, hoy nuestra misión es desenmascarar a esos enemigos que hacen que tu cabello esté quebradizo, débil y áspero.

Frecuentemente dañamos nuestro cabello sin querer, con gestos diarios que lo perjudican y de los que no somos conscientes. También hay factores externos que alteran la estructura de los folículos pilosos, empeorando su estado. El doctor Horacio Foglia, director médico de la clínica especializada en salud capilar, Medical Hair, nos ayuda a identificar los factores que estropean nuestro cabello y nos muestra cómo podemos protegerlo.

Alerta con la alimentación

Una alimentación incorrecta debilita el cabello. La principal recomendación es seguir una dieta rica en verduras, frutas y legumbres, que ayuda a mantener en buen estado el cabello. También es importante reducir el consumo de grasas y sal que, disminuyen la calidad del pelo fomentando que sea débil y quebradizo.

Cuidado con la temperatura del agua

Ya lo sabemos, estamos en invierno y el agua muy caliente en la ducha es lo que más apetece, sin embargo, la alta temperatura del agua hace que disminuya el brillo del cabello. Lo más adecuado es lavar el pelo con agua tibia porque si la temperatura es demasiado caliente, puede provocar un exceso de sebo que vuelve el pelo más graso. Por el contrario, realizar el lavado con agua fría no eliminaría totalmente la grasa.

La recomendación del doctor es aclararse el cabello a una temperatura más baja que el lavado, porque favorece el cierre de las cutículas y, así, refleja más brillo.

Ojo con las herramientas térmicas

Usar en exceso el secador o plancha resta calidad al pelo. Utilizar estos elementos térmicos de forma continuada y a una temperatura muy elevada hace que el cabello sufra, dañando la raíz. La recomendación principal es utilizar productos protectores térmicos antes de utilizar secadores, planchas o rizadores y, a poder ser, utilizar estos utensilios de vez en cuando y no a diario.

Recogidos tirantes: sólo de vez en cuando

Aunque peinar una melena con un recogido tirante puede resultar muy atractivo, este tipo de peinados puede provocar la rotura de las fibras capilares. Peinar el pelo de forma tirante y sujetarlo con horquillas o gomas que lo tensen demasiado produce la fracción del folículo y por lo tanto su estrés y consiguiente debilitamiento y caída. Por ello, lo mejor es que, siempre que puedas, escojas peinados menos rígidos, y que sujetes el cabello con gomas que no aprieten demasiado el cabello.

En el cabello la hidratación también es fundamental

La falta de hidratación cuartea la melena. Si no se mantiene el pelo hidratado se altera la capa hidrolipídica, de forma que el cabello se vuelve seco y áspero, perdiendo suavidad. Y tu te preguntarás, ¿Cómo se puede deshidratar el cabello? pues mucho más fácilmente de lo que puedes imaginar: utilizando cosméticos capilar demasiado agresivos, poco apropiados para tu cabello o alcohólicos y con las herramientas térmicas. También reseca tu cabello el aire acondicionado, el viento, los gorros… Utiliza acondicionadores capilares tras el lavado y, una vez a la semana, una buena mascarilla.

Tómate la vida con filosofía

El estrés provoca la caída de pelo de forma difusa durante un periodo determinado de tiempo. Esta pérdida del cabello es debida a una alteración en el ciclo capilar que afecta a los folículos pilosos que se encuentran en la fase de crecimiento o anágena y que saltan directamente a la fase de caída o telógena. El doctor Foglia destaca que “el organismo reacciona ante el estrés y libera corticoides, produciendo en el folículo piloso una estimulación glandulasebacea, que aumenta la producción de sebo y una disminución de la concentración de oxígeno intrafolicular, con su consecuente debilitamiento y posterior caída”.

El sol también es enemigo de tu cabello

Los rayos solares, y más especificamente los UV, debilitan los folículos pilosos. Penetran en las cutículas y provocan una deshidratación del cabello que modifica su propia estructura. Eso sin olvidar que también altera el color del cabello.

SOS contaminación

La contaminación afecta al cabello volviéndolo seco y sin brillo. La polución disminuye la calidad del pelo y provoca una descamación del cuero cabelludo favoreciendo la aparición de caspa. Las partículas contaminantes producen un peor estado de la cutícula, ya que desordenan su estructura dando como resultado un pelo quebradizo. Los cabellos grasos son los más perjudicados por esta alteración en la atmósfera porque se ensucian más fácilmente.

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[Foto principal: ©Compagnia della Bellezza]

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