En ocasiones no nos damos cuenta que los gestos de nuestra rutina diaria requieren de un ritual específico. Es el caso del perfume. En esta ocasión vamos a buscar a la información a una de las fuentes que más saben del tema. Desde Guerlain nos guían con siete sencillas claves para sacar partido a tu perfume. ¡No te las pierdas!
- ¿Pulverizaciones? las justas. La concentración del perfume es la que manda. ¿Eau de toilette? Vaporiza 4 o 5 veces, ¿Eau de parfum? Bastará con 2 o 3 ligeras pulverizaciones estratégicas. En el caso de las aguas de colonia puedes ser más generosa.
- Busca el pulso. Muñecas, cuello, escote… la gran afluencia de sangre eleva la temperatura corporal, lo que favorece que el perfume se extienda con mayor intensidad.
- Bien articulada. La continua repetición de los movimientos permite que todas las fases del perfume evolucionen de manera progresiva. No te olvides de pulverizarlo en articulaciones como muñecas, codos, rodillas y tobillos.
- Caminar hacia la nube. Es otra opción. Hay quien lo pulveriza en el ambiente y se adentra en la nube aromática para quedar homogéneamente impregnado. ¿Inconvenientes? La duración es más fugaz y requiere usar más cantidad de perfume. ¿ventajas? El aroma se despliega de forma muy sutil.
- En el pelo no, por favor. Por poética que resulte tu imagen emanando efluvios de esencia al son de tus golpes de melena, no lo hagas. Salvo que se trate de un perfume formulado especialmente para el cabello, es mejor evitar extenderlo en el pelo. Lo que sí puedes hacer es mezclar unas gotas de tu perfume con la crema acondicionadora antes de extenderla.
- Fuera de piel. Imprégnalo todo con tu esencia favorita. La ropa se puede manchar, pero un pañuelo perfumado en el armario –o en la maleta cuando viajas– hará que todas tus prendas desprendan una sutil fragancia. También puedes pulverizar una pequeña dosis sobre la almohada.
- ¿No lo hueles? Tranquila. Eso es que tu sentido del olfato ya se ha acostumbrado a una fragancia en particular, pero no tienes que aumentar la dosis. Si tú te hueles es que llevas demasiado.
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