Una invitación a disfrutar de lo prohibido, una oda a la osadía, porque no existen más límites que los que nosotras mismas nos ponemos. A esta mezcla de emociones nos invita el universo aromático de L’Interdit, la nueva fragancia de Givenchy. La joya es una reformulación exquisita de la icónica L’Interdit, de 1957, que tuvo como embajadora a la inigualable Audrey Hepburn. Sesenta años después, vuelve este talismán de la libertad en forma de fragancia con la imagen de la talentosa Rooney Mara. ¿Te atreves a descubrir la explosión de aromas? Sabemos que tú y tu valentía solo pueden responder a esta pregunta con un SÍ.
1957, 2018: el momento único
Je vous l’interdis! (“¡Se lo prohíbo!”) respondió, con rebeldía, la mismísima Audrey Hepburn a su amigo Hubert de Givenchy cuando le sugirió que fuera la imagen de L’Interdit. La explosión de aromas había nacido de la inspiración que el exquisito diseñador sentía por la protagonista de Desayuno con diamantes. La musa solo podía ser ella, siempre encarnó una elegancia sin límites y un amor por la libertad que resultó increíblemente atractiva para el mundo. Monsier Hubert no titubeó en su apuesta por la vanguardia y la sobriedad, y con sus diseños, las mujeres se sintieron como realmente siempre han sabido que son: libres y capaces de hacer lo que quieran. Hepburn y Givenchy, amigos, cómplices, que se admiraban sin disimularlo.
Este 2018 estamos viviendo un nuevo capítulo de este grito de libertad y coraje, una oportunidad para transgredir las convenciones y códigos que nos amordazan. La actriz estadounidense Rooney Mara es la encargada de recordarnos hoy que, con osadía, no hay límites y que arriesgarse es la única elección. Con treinta y tres años, ha logrado la admiración de grandes estrellas de la gran pantalla, gracias a sus actuaciones brillantemente camaleónicas en películas como Millenium: Los hombres que no amaban a las mujeres y Carol, cuyas interpretaciones le han valido dos nominaciones a los Premios Oscar.
Precisamente ha sido el director de esta segunda película, Tood Haynes, quien ha capturado el espíritu rebelde y libre de Rooney en el beauty film de la fragancia. Con su instinto como timón, la protagonista abandona el hastío de un apartamento parisino para sumergirse e una aventura atrevida y prohibida en el metro de la ciudad. Tras descubrirse en libertad para conocer y vivir, solo necesita su talismán, L’Interdit, para saberse todopoderosa.
La explosión aromática de la rebeldía
Los maestros perfumistas Dominique Ropion, Anne Flipo y Fanny Bal han sabido reflejar la emoción de la vida en la fragancia L’Interdit, llena de contrastes. El nardo, el azahar y el jazmín plantean un bouquet floral blanco, aderezado con los toques de vetiver y pachulí.
El frasco de 2018 es un homenaje al de 1957. Materializa la perfección atemporal, apostando por un binomio que Givenchy adoraba: elegancia y sencillez. El tesoro lo descubrimos en un estuche blanco y negro (el tándem perfecto del diseñador) con un interior escarlata.