El pasado 23 de mayo, Día Mundial del Melanoma, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) desveló que en 2019 se diagnosticarían más de 6.200 nuevos casos de melanoma, solo en España, y se puso sobre la mesa la tendencia ascendente de la última década (en 10 años, ha aumentado un 2,3%). Apenas cuatro días después, se conmemora el Día Mundial de la Fotoprotección, una jornada que pretende lanzar un mensaje fundamental para la prevención del cáncer de piel: utilizar correctamente el protector solar es indispensable para garantizar la salud de nuestra dermis.
Los siete pecados de la fotoprotección
Como este reto es de gran relevancia y no se puede hacer de cualquier forma, te presentamos a continuación los errores más comunes de la fotoprotección y lo más importante le ponemos solución.
- Emplear un único protector solar para rostro y cuerpo. Durante el resto del año, cubrimos muchas zonas de nuestro cuerpo con ropa, de forma que la aislamos de la radiación solar, y con el rostro eso no es posible. Así que no es el momento de ahorrar: tu cutis está mucho más saturado para combatir los radicales libres, de manera que debes aplicar protectores solares con un filtro más alto para fortalecer el escudo.
- Aprovechar las cremas solares o fotoprotectores del verano pasado. En sintonía con la invitación a no ahorrar el fotoprotección, te recomendamos que certifiques la fecha de caducidad del producto en cuestión antes de utilizarlo y descartarlo si presenta un color raro o un olor desagradable. La fecha de caducidad aparece al lado de la figura de un tarro con la tapa abierta, y normalmente no se aconseja su uso a los nueves meses de estar abierto.
- Ir reduciendo el filtro SPF a medida que la piel se broncea. Aunque es evidente que la piel blanca de los primeros días de exposición solar puede quemarse más que la bronceada, la vulnerabilidad es la misma. Y es que el sol sigue siendo dañino para nuestra piel y es fundamental garantizar el escudo entre la dermis y la radiación solar. Por ello, nunca se debería utilizar un protector solar con un filtro por debajo de 30.
- Los días nublados, optar por un SPF más bajo. Los días de cielo nublado son las jornadas más peligrosas para tu piel, y entonces es cuando llegan las quemaduras. Más del 80% de la radiación ultravioleta traspasa las nubes y llega a tu piel, debilitándola y favoreciendo el fotoenvejecimiento. Así que tenlo claro y no confíes en las nubes.
- Banalizar los fotoprotectores de amplio espectro. Es verdad que con los años hemos ido ganando consciencia de la importancia de protegerse de la radiación solar, pero aún tememos quedarnos blancos o parecer muy exagerados. Pero todas las medidas son pocas para hacer jaque mate a todos los peligros que conlleva la radiación solar. Por eso, son muy recomendables los factores de amplio espectro, que proteger de los infrarrojos y de la radiación UVA y UVB.
- Pensar que los fotoprotectores son incompatibles con el maquillaje. No hay porqué renunciar a una cosa ni a otra y mucho menos excusar la ausencia de protector solar por una cuestión estética. En la actualidad, el mercado de la cosmética ofrece un bases de maquillaje, polvos compactos y fórmulas hidratantes (de color) con filtros, así que no hay justificación posible.
- Prescindir del ‘after-sun’, ante la ausencia de quemaduras. Mimar tu piel nunca está de más, sobre todo si la has sometido a una larga e intensa jornada de exposición solar. Ten muy en cuenta que en verano es importante proporcionar a tu dermis un plus de hidratación con cosméticos que contengan aliados como la rosa mosqueta y el aloe vera.
Buenos compañeros de verano
A continuación, te presentamos una serie de protectores solares que pueden hacer muy fácil el ponerte morena sin que tu piel corra riesgos y sin renunciar ni un ápice a la diversión estival.
Maquillaje Compacto SPF50+, de Sensilis. Este cosmético corrige las imperfecciones de la piel con un halo de color con una alta protección para tu dermis. Así, a la vez que garantiza el aspecto más embellecedor para tu rostro crea un escudo entre la dermis y la radiación para evitar todos sus daños y el fotoenvejecimiento. Su precio: 22,56€
Protect AC Fluido Matificante, de A-Derma, es un fluido matificante que ha estado especialmente concebido para proteger las pieles con tendencia acneica de la radiación solar. Así se refuerza la barrera cutánea y se preservan las defensas celulares. El acabado es mate y no graso y la fórmula actúa sobre el exceso de sebo en la piel. Su precio: 16,29€
Fluido Sport SPF 50 +, de Eau Thermale d’Avène, una fórmula que combina el agua termal de la marca con un complejo antioxidante único (Pre-tocoferil + Pro-taurina) para una protección celular completa contra el estrés oxidativo. Este producto proporciona un amplio espectro UVB/UVA y es muy recomendable para deportistas porque tiene un alta resistencia al sudor. Su precio: 21,27€
Gel refrescante para después del sol, de Clarins. Con una textura de gel fundente, reconforta la piel tras la exposición solar y alarga la supervivencia del bronceado (garantizando la hidratación cutánea). En la elaboración del cosmético han participado extractos de girasol (que proporciona sensación y calma), de aloe vera (reconocida por su poder regenerador) y de sandía. Su precio: 29,50 €
Y acabamos con Arkosol Intensivo, de Arkopharma, un fotoprotector oral que neutraliza los daños solares sobre las células cutáneas, previniendo la deshidratación y la pérdida de elasticidad. Además estimula la síntesis de melanina, lo que supone reforzar las defensas naturales de la piel.
Además estimula la síntesis de melanina, lo que supone reforzar las defensas naturales de la piel.
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