Desde el pasado jueves, el uso de la mascarilla es obligatorio para mayores de seis años en espacios públicos, siempre que no se pueda mantener la distancia de seguridad de dos metros. Una medida indispensable para protegernos y proteger a nuestro entorno frente al Covid-19. Sin embargo, muchas personas están experimentando reacciones no deseadas en la piel, provocadas precisamente por el uso continuado de la mascarilla, y especialmente en las pieles más sensibles. Por eso, hoy vamos a darte algunos consejos y propuestas cosméticas para que puedas prevenir y aliviar los efectos del uso de la mascarilla.
“El principal inconveniente en la utilización de la mascarilla es que produce más sudor y roce en la piel de la cara. Esta situación repercute inmediatamente en una falta de oxigenación de la piel. Este complemento, tapando la nariz y la boca constantemente, impide que la piel respire y se oxigene. En definitiva, hace que se ensucie más”, explica Ester Herranz, CEO de los centros de belleza en Burgos Nuevo Concepto Estética.
Estos efectos secundarios suelen consistir en: enrojecimiento de la zona donde presiona la mascarilla, inflamación de la piel, heridas, aparición de granitos y sequedad extrema – el vaho produce un efecto rebote que deshidrata la piel–. Para evitarlos o, si ya es tarde, aliviar estas señales, es recomendable cuidar de la piel de dos fases: antes de ponerte la mascarilla y cuando te quites la mascarilla.
Antes de ponerte la mascarilla
Protege la piel de la zona más expuesta al roce de la mascarilla facial (pómulos, detrás de las orejas, el cuello, el mentón…) con bálsamos o aceites protectores que creen una película capaz de realizar una función barrera. Es lo que se conoce como “tirita invisible”.
Aquí van algunas propuestas:
Black Honey Balm, de la línea Abeille Royale de Guerlain. Este bálsamo, formulado con una alta concentración en miel procedente de la Abeja Negra de Ouessant, crea una película protectora que evita los daños y suaviza la piel. Su acción regenerante y reparadora contribuye a calmar las sensaciones molestas. Destaca su irresistible aroma y su acabado mate, que garantiza que no queden brillos en la piel al retirar la mascarilla. Su precio: 55€
Bálsamo Nutritivo para Pieles Sensibles Sensitive Camomille, de Yves Rocher. Aplica una capa gruesa en las zonas de apoyo de la mascarilla y extiéndelo también por el tercio inferior del rostro y el cuello. Su acción ultra reconfortante, adaptada a pieles secas y sensibles, calma y alivia las sensaciones de hormigueo e incomodidad. Además, contiene un 99% de ingredientes de origen natural. Su precio: 11,95€
Intelligent Frontier Facial Oil Roll-On, de Twelve Beauty. Un aceite facial reestructurador y regenerador intensivo, con un formato roll-on que facilita su aplicación. Previene las rojeces y la sensibilidad cutánea. Se trata de un concentrado natural que actúa como un cemento para las células, indicado para todo tipo de pieles, especialmente aquellas sensibles o con afecciones. Su precio: 75 €.
Cuando te quites la mascarilla
Retírate la mascarilla con cuidado, lávate la cara y aplica una crema de función calmante o suavizante. Durante la noche, también puedes aplicarte una sleeping mask reparadora o regeneradora.
Aquí también tenemos propuestas para ti:
Absolue Rich Cream, de Lancôme. Elaborada a partir del extracto de rosa, consigue una recuperación de la barrera hidrolipídica y una regeneración definitiva de la piel. Regenera, nutre y revitaliza la piel desde el primer uso. Además, cuenta con un formato recargable para reducir el impacto y huella medioambiental.
Cicapair Tiger Grass Sleep Repair Intensive Mask, de DR JART+. Esta mascarilla reparadora nocturna calma el enrojecimiento y alivia la piel mientras duermes. Aplícala sobre la piel limpia y tonificada, y déjala actuar durante toda la noche. Enjuágate cuando te despiertes, ¡y listo! Su precio: 34,95€ (solo en Sephora).
Calm Face Moisturiser, de APoEM. Una crema nutritiva que resulta ideal para reparar pieles secas o sensibles expuestas a condiciones extremas. Así, trabaja como un escudo protector que alivia la piel de una sensibilidad extrema, enrojecimiento y sequedad. Su fórmula contiene aceites de pimienta negra, manzanilla, tomate y sésamo. 45 €.
Más consejos a la hora de usar la mascarilla
- Vigila que la mascarilla esté bien colocada, no debe oprimirte ni impedirte respirar bien.
- Quítatela cada dos horas para masajear la zona y descansar un poco haciendo ejercicios de respiración.
- Si presentas problemas respiratorios o asma, es necesario que hables con un médico.
- Mantén la piel limpia y bien hidratada, de día y de noche, con un limpiador suave y un tónico calmante. Así protegerás el manto lipídico y favorecerás la retención de agua.
- No es conveniente colocarse la mascarilla inmediatamente después de aplicar los tratamientos faciales. Hay que esperar al menos 15 minutos para que se absorba completamente el producto.
- Reduce la cantidad de maquillaje que aplicas en el área tapada por la mascarilla para prevenir brotes de acné o la aparición de granitos.
- Recuerda que la mascarilla no protege del sol, por lo que debes utilizar igualmente protección solar o una crema facial que la incluya.
- Aunque los labios no se ven, son una de las zonas del rostro que más sufren los efectos de la mascarilla. Por eso, debes hidratarlos y nutrirlos en profundidad.
- Si llevas gafas y se te empañan al llevar la mascarilla, ponte primero la mascarilla cubriendo por completo la nariz y la boca y, a continuación, las gafas. También puedes doblar hacia dentro, por la parte superior de la mascarilla, un cuarto de la misma para que se ajuste más a la cara y no se escape el calor de la respiración.
- Las limpiezas faciales profesionales, así como los tratamientos de oxigenación e inyección de vitaminas te ayudarán a paliar los efectos del uso de la mascarilla.
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