Pocas fragancias tienen tras ellas una historia tan bella. En el 20 aniversario de Flower by Kenzo queremos explicarte cómo nació este delicioso perfume inspirado en una flor que no tienen perfume, y que está entre los más vendidos del mundo… Como decía Kenzo Takada: «Me encanta lo inesperado, los desafíos». Se necesita una gran pasión para crear, pero una intensidad aún mayor para durar.
Corría el otoño de 1967 y la guerra de Vietnam estaba en pleno auge. El 21 de octubre un fotógrafo, Marc Riboud, tomó una instantánea de Rose, una mujer que se estaba manifestando en Washington con una flor como única arma, frente a las bayonetas de los soldados. Rose, una mujer frágil pero al mismo tiempo increíblemente fuerte que lanzaba un llamamiento para acabar con la violencia, ese ‘no a la guerra’ era el fiel reflejo de la visión de Kenzo: un hilo rojo como un camino hacia la paz, salpicado de inocencia, de pureza, de asombro, de sonrisas y de una mezcla de culturas.
Un perfume de una flor sin olor, naturaleza y ciudad
Flower by Kenzo se planteó como una fusión entre la ciudad y la naturaleza, como una conexión sensible y moderna entre París y Tokio.
El maestro perfumista Alberto Morillas creó el perfume de la amapola, una flor sin aroma natural, por lo que tuvo que idear un aroma imaginario. Para ello no intentó evocar un país lejano, sino más bien un sentimiento que resultase impactante.
Así fue cómo Alberto Morillas dio vida a Flower by Kenzo, una fragancia cándida, voluptuosa y cálida. Un floral empolvado, una armonía de Bayas Rosas, de Rosa Búlgara, de Vainilla Bourbon, de Almizcles Blancos, de Violeta de Parma y de Espino, que deja en el ambiente una estela ligera pero persistente.
Flower by Kenzo, seductora, femenina, tierna y poderosa como una amapola, revolucionó literalmente el mundo de la perfumería. Para obtener la fragancia final, un empolvado moderno y sensual, se realizaron un total de 312 ensayos.
Un frasco, una obra de arquitectura
El frasco de Flower by Kenzo lo diseñó hace veinte años el arquitecto del vidrio Serge Mansau, un artista cuyas creaciones son «sus hijos con intensas historias». En algunas ocasiones, Flower by Kenzo superó el tamaño de los lineales de las tiendas… ¡El de 100 ml era demasiado alto! Y es que los rascacielos se elevan incluso cuando se curvan por la presión de la flor que florece en su interior. Veinte años más tarde, la amapola sigue creciendo, en el frasco, tras el vidrio, invadiendo la ciudad.
Más allá de una fragancia
Una mañana, el Centro Pompidou de París apareció rodeado de 180.000 amapolas portadoras de mensajes, y eso se repetiría por todo el mundo… Entre 2001 y 2009, se sembraron 1.385.000 amapolas en Singapur, Milán, Viena, México, Dubái, Londres, Johannesburgo, la Plaza Roja de Moscú… En todo el mundo, campos de flores germinaron en las ciudades.
Flower by Kenzo se convirtió en un perfume que era como un nexo de unión entre todos, porque transmitía dulzura, sencillez, asombro y una alegría renovada. Hermosa, fuerte y frágil, como la mujer que la lleva todos los días, la sensual amapola roja no tuvo descanso.
Edición limitada de Flower by Kenzo
El día del 20 aniversario es una jornada muy especial en Japón, denominado Seijin no Hi. Y como alcanzar la edad adulta resulta emocionante y maravilloso, esta etapa se merece una fiesta tradicional. Así que, el segundo lunes del mes de enero, cada joven japonés de 20 años, orgulloso de participar en este ritual de la mayoría de edad, se viste con su más suntuoso kimono. Sus mayores le dan consejos y lo animan aconvertirse en el adulto irreprochable que será algún día.
Para su Seijin no Hi, Flower by Kenzo también se engalana con su más hermoso furisode, un kimono de manga larga. La moda irrumpe en el frasco y se viste de un rojo floral intenso. Para este aniversario, había que regresar a los orígenes. Kenzo para siempre, sus estampados florales, su moda mágicamente humana, capaz de unir Japón y París, persona y animal, naturaleza y calle, en un perpetuo gesto viajero, a través de un mestizaje del color.
El perfume sigue siendo el mismo, pero el frasco se engalana con sus telas tradicionales. Una línea azul lo cruza como un mar que conecta dos continentes.
La diversidad, la mezcla de culturas enriquecen el mundo. Crear un mundo más bello sigue siendo el lema de Flower by Kenzo, el perfume imprescindible, la excelsa fragancia que, con motivo de su vigésimo aniversario, se celebra con gran esplendor.
Una edición limitada de alta costura con motivos gráficos y llenos de colorido, florales y de ensueño. Su precio: 84,50€/50ml.