Te explicamos cómo recrear el look de ‘Gambito de dama’, la serie que triunfa en todo el mundo

Gambito de dama

Gambito de dama

A estas alturas, habrá poca gente que no haya oído hablar de Gambito de dama, la serie de Netflix protagonizada por la actriz Anya Taylor-Joy. Y aunque, para ser totalmente sincera, al principio me daba algo de pereza comenzar a verla, lo cierto es que he acabado cayendo en sus redes. La serie nos traslada a los años 60 y cuenta la historia de Beth Harmon, una niña huérfana que resulta ser un genio del ajedrez y que lucha por convertirse en la mejor jugadora del mundo. Todo ello, mientras hace frente a una infancia y adolescencia complicadas, que la llevan a caer en algunas adicciones. ¡Pero no te cuento más y te animo muy-mucho a verla!

Lo que sí voy a explicarte es cómo puedes replicar el look de Beth Harmon, ya que tanto su pelo como su maquillaje han logrado convertirse en tendencias de la temporada.

Un peinado con mucha personalidad

Portada de Gambito de dama

Si hay algo que destaca en la protagonista de Gambito de dama es su pelo, en un ardiente y fascinante rojo veneciano. Como explica Eduardo Sánchez, director de Maison Eduardo Sánchez, “para darle profundidad y matices a este color, no hay nada como los trabajos a dos tonos“. Así, el peluquero recomienda “optar por hacer mechas en dos tonos o bien combinar un baño de color con reflejos, para dar volumen y movimiento al cabello”.

Sin embargo, es un tono que requiere muchos cuidados. Como señala Eduardo Sánchez, probablemente sea el tono más difícil de mantener de todos los que componen la carta cromática. Aunque depende mucho del tono natural de base, exige tratamientos posteriores que mantengan el cabello a salvo de virajes de color, que podrían ir del amarillo verdoso al naranja, así como productos que mantengan la intensidad de color. Y en este caso concreto, el acabado, más mate que brillante, no exime de recurrir a fórmulas especializadas.”

Por su parte, el corte de Beth Harmon también está dando mucho de qué hablar. En los primeros episodios, luce un corte bob recto por debajo de las orejas y micro-flequillo. A medida que evolucionan la historia y el personaje, también lo hace su pelo. Primero, optando por un peinado de ondas al agua, con flequillo más largo y ladeado. Y, más adelante, con melena midi y las puntas moldeadas hacia afuera–muy de la época–, raya lateral y flequillo largo.

Maquillaje años 60

El labial mate y el eyeliner negro son las claves de esta maquillaje. Pero, para empezar, Briyi Bri, maquilladora de Amelia Cosmetics, recomienda aplicar en el rostro un maquillaje natural y con acabado mate, para que quede la piel lisa y sin imperfecciones.

IG @anajoynews

Eyeliner negro

Como explica Gisela Bosque, National Make Up Artist de Sephora, “el eyeliner es un must del maquillaje de la época. Para dominarlo, es más sencillo trabajar con uno de tipo rotulador y fino, que permite un trazo más preciso y, al tener una punta semi-rígida, ofrece estabilidad”.

Para imitar el estilo de Beth Harmon, Gisela Bosque recomienda “comenzar con el eyeliner aproximadamente a unos milímetros del lagrimal, sin llegar hasta el inicio del ojo, para agrandar la mirada”. Y añade que, «para darle un aire muy 60’s, se debe hacer una línea finita que crezca ligeramente a medida que avanza al rabillo del ojo, creando un trazo elevado al final que crea el famoso ‘ojo de gata'». Otro truco de la maquilladora para ganar estabilidad es “no aplicar el eyeliner a mano alzada, sino situarse en una mesa, frente a un espejo de pie, y apoyarse en los codos, mirándose de frente. De esta forma se controla mejor el trazo”. Por último, si se quiere usar también rizador de pestañas, “es mejor hacerlo después de aplicar el eyeliner, pero una vez que esté seco, para evitar que se manche”.

Por su parte, Briyi Bri recomienda utilizar máscara de pestañas, destacando sobre todo las superiores, con el fin de ampliar la mirada”. También sugiere añadir “una sutil línea de agua en tonos beige con la que conseguirás darle luz a los ojos.”

Labios mate

Respecto a los labios, Gisela Bosque explica que “los labios mates eran característicos de esa época por las propias fórmulas. Hoy en día, obtenemos ese mismo efecto mate con texturas muy agradables que no solo tienen un aspecto aterciopelado, sino que, además, son de larga duración y non transfer. El secreto para aplicarlas bien es extender primero una capa ligera del producto y hacer cualquier posible corrección antes de que seque, pues luego el color ya se hace permanente.“

Briyi Bi añade que “los labios llevan un tono muy sutil, en tonos nude, sin apenas perfilar, con lo que se consigue un efecto de “no make up” empolvado y muy fresco. Asimismo, el blush acompaña también como una segunda piel, refrescando aún más el look.”

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