Comer es uno de los grandes placeres de la vida, así que no es de extrañar que en el período más relajante del año, las vacaciones, disfrutemos más que nunca de algunas comidas. Los horarios se flexibilizan y con ello las ingestas. Comer entre horas gana terreno en la rutina veraniega, las cañas del chiringuito, las abundantes cenas entre amigos y familia, los helados a media tarde, con la excusa todo ello de que «las vacaciones son para disfrutar». Y, al tanto, es verdad, pero quizás la mejor manera de gozar del período es lograr un equilibrio para que nuestro organismo digiera bien las comidas, no se sienta pesado y experimentemos un incremento rápido de peso que no va a sentarnos muy bien.
Por eso, hemos recuperado los diez consejos que ha compartido la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA).
- Bebe mucha agua para garantizar una profunda y saludable hidratación. Los hemos repetido hasta la saciedad, pero es que la mejor forma de combatir las altas temperaturas, y la deshidratación provocada por la sudoración, es beber agua. Recuerda que es importante priorizar esta frente a otras bebidas, que contiene azúcares, y retén en la memoria que el alcohol engorda y mucho.
- Aprovecha para comer verduras y hortalizas, al menos dos veces al día. El verano es el momento ideal para disfrutar de buenas ensaladas frías o para convertir sticks de zanahoria en el mejor snack para matar el hambre.
- La fruta, indispensable, al menos tres veces al día. Sandía, melón, uvas, melocotones… tenemos a nuestro alcance un arsenal infinito de frutas que pueden ir conquistando cualquier plato o ser un tesoro por si mismas. Son súper refrescantes y muy sanas.
- Las legumbres, dos veces a la semana. ¿Os gustan las ensaladas frías de lentejas o de garbanzos? Son muy sanos y nos permiten tener listo un plato rico y atractivo en pocos minutos.
- Los antioxidantes de los alimentos naranjas, rojos o amarillos son el must have de tu dieta veraniega, por su poder para neutralizar la radiación solar.
- Antes que por el pan blanco, apuesta por el pan y los cereales integrales. ¿Por qué? Tienen una mayor aportación de fibra, vitaminas y minerales.
- Disfruta del sabor y la fuente de ácidos grasos Omega 3, fósforo y yodo que presentan los pescados azules, como el bonito, la sardina y el boquerón.
- No te tienes que olvidar del helado, no te preocupes. Eso sí, con cierto control y sin creerte que substituye piezas de fruta.
- Es importante que tengas en cuenta para comprar y almacenar la comida que la conservación de los alimentos se ve perjudicada por las altas temperaturas. Es importante no tirar comida.
- En relación al punto anterior, es el momento de extremar la precauciones con una exquisita limpieza para evitar intoxicaciones.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR