Los 10 mandamientos para una protección solar de matrícula de honor

Protección solar

Protección solar

Inmersos ya en el mes de agosto, y viviendo una ola de calor tras otra, como está sucediendo este verano, donde mejor se puede estar es en el agua del mar o la piscina. Si tienes la suerte de poder recurrir a esa refrescante solución, toma nota de estas recomendaciones para una protección solar que te asegure que no sufrirás quemaduras ni efectos dañinos a largo plazo.

1. Protégete antes de exponerte al sol

Salvo que se trate de una pantalla física, que no requiere esperas, los fotoprotectores químicos necesitan que la piel los absorba del todo y se produzca el efecto protector. Eso puede suponer unos 20 o 30 minutos de espera.

2. Específicos rostro y cuerpo

Aunque no ocurriría nada si un solar corporal se extendiera sobre el rostro –en el caso de los fotoprotectores para niños tienen los dos usos-, sí conviene utilizar uno específico para cada zona, ya que los faciales contienen además ingredientes que combaten el fotoenvejecimiento y suelen adaptarse a las pieles más sensibles.

3. Aplícate cantidad necesaria de protector

La dosis necesaria para que sea verdaderamente efectivo es de unos 2mg de producto por centímetro de piel. Esa cantidad seria el equivalente a seis cucharadas de café para rostro y cuerpo. Si un envase de 200 ml te dura más de 10 días, es posible que estés aplicando menos cantidad de la necesaria. ¡Ah, una cosa importante: protege mucho más un SPF 30 bien extendido que un SPF 50 mal aplicado de cualquier forma.

4. Cuidado con las zonas inaccesibles

Que no la veas no quiere decir que no la tengas enrojecida o no te puedas quemar… Si no te llegas a la espalda,¡ pide ayuda!

5. La piel siempre seca

Si esta mojada, las gotas de agua actúan como una lupa y aumentan el riesgo de que se produzcan quemaduras. Además, el producto no se puede extender correctamente. De forma que, al salir del agua, seca con cuidado tu piel y reaplica protector solar.

6. Cuidado con las zonas críticas

La espalda no es la única parte del cuerpo que suele quedar desprotegida. El miedo a manchar el pelo hace que a menudo “olvidemos” extender el producto en las orejas o la parte alta de la frente. Los párpados y el dorso de los pies y de las manos también necesitan protección.

7. Aplica y reaplica

Aunque no te hayas bañado debes reaplicar el protector solar cada dos horas porque pierde eficacia.

8. Si eres como un pez, escoje bien el protector

Los rayos solares pueden quemarte aún estando dentro del agua, por lo que si en cuanto llegas a la playa o la piscina te metes en el agua, y no sales hata que estás arrugadita, escoge un producto que te proteja también dentro del agua. Para eso te será útil saber que cuando en la etiqueta de un protector solar aparece el término water resistant significa que mantiene su capacidad protectora durante 40 minutos de permanencia dentro del agua. Por su parte, la acción protectora de los water proof se mantiene más de 80 minutos dentro del agua.

9. Cuidado con los sprays

Es el formato preferido por su comodidad y aunque es cierto que son más fáciles de aplicar, tienen menos poder de permanencia. Las cremas y las cremas y leches son más resistentes al agua y al sudor.

10. Protección solar también para tus ojos

Si mientras estás en la playa o piscina lees o pasas el tiempo mirando a tu alrededor, no olvides utilizar unas buenas gafas de sol con lentes homologadas. Te damos más información sobre este tema clicando aquí.

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