Nunca nos cansaremos de recordar la importancia que tiene la alimentación en nuestra salud. Seguir una pautas saludables es fundamental para disminuir y prevenir los síntomas provocados por procesos inflamatorios. Pueden ser derivados de una lesión muscular (inflamación localizada), resultado de un síndrome metabólico o por inflamaciones crónicas, presentes en personas que sufren, por ejemplo, artritis. En este post de hoy hablamos de alimentos antiinflamatorios.
Alimentos perjudiciales
La Clínica Cres nos advierte de algunos alimentos que no estarían en una dieta antiinflamatoria.
Grasas saturadas y grasas trans
¿Dónde están presentes estas grasas? Según Clínica Cres, las encontramos en los productos ultraprocesados y fritos, en salsas y condimentos, en productos lácteos grasos como la nata y la mantequilla, pero también en cortes grasos de carnes (cordero, cerdo, ternera). Si consumimos estos alimentos de forma habitual, estaríamos favoreciendo la inflamación en el organismo y aumentando las probabilidades de sufrir enfermeddes como la diabetes o la obesidad. Y sin hablar del impacto negativo que tienen en nuestra salud cutánea, favoreciendo la aparición de granos y espinillas, etc.
Azúcares añadidos
Los azúcares añadidos consumidos en exceso aumentan la inflamación e incluso modifican las respuestas normales del organismo al procesamiento de los nutrientes y de los genes. ¿Cuál es el resultado? Pueden aparecer signos y marcadores de riesgo de padecer enfermedades vinculadas con la inflamación. ¿Dónde encontramos estos perjudiciales azúcares añadidos? Pues en los refrescos, las bebidas energéticas o los zumos comerciales, también en las galletas y bollos empaquetados, en los pasteles y productos dulces. Pero también en productos que, a simple vista, nos pueden parecer muy sanos: como los cereales para el desayuno o yogures que no sean naturales.
Los aliados para tu salud: alimentos antiinflamatorios
Hemos empezado con los alimentos poco recomendables y pasamos ahora a los alimentos antiinflamatorios, que nos pueden echar una gran mano en el reto de protegernos de la inflamación y de minimizar los síntomas de las enfermedades.
Las espinacas y el brócoli, a destacar
No es ninguna sorpresa incluir los alimentos de origen vegetal en la lista de aquellos ideales para combatir la inflamación, gracias a la presencia de vitaminas A, C, y E, polifenoles (con un gran poder antioxidante), y algunos minerales como el Zinc y el Selenio. La familias de las coles (con el kale o el brócoli) son bienvenidas en este reto, como también lo es la remolacha, el tomate, o la cebolla. Por ejemplo, el brócoli, con la molécula sulforadano, alivia el dolor de las articulares. Prueba incluirlo en tu dieta, en la versión que más te apetezca.
Entre las verduras, destacamos las espinacas. El aliado de Popeye es una fuente saludable de vitalidad, gracias a su poder antioxidante y a su habilidad para combatir el imapcto de los radicales libres en nuestro organismo. Y lo bueno de las espinacas es su versatilidad en la cocina, ya sabes, podemos extraer sus beneficios como mejor podamos.
También son interesantes en las dietas con alimentos antiinflamatorios las judías pintas, ya que contrarestan los niveles de proteína C reactiva, reforzando el sistema inmunológico, por la combinación de hierro, magnesio, potasio, ácido fólico y proteínas.
Benditos frutos rojos
La piña, el kiwi y las uvas son ideales para prevenir la inflamación, como los frutos rojos (fresas, frambuesas, arándanos y las moras), gracias a sus dosis de antocianinas.
Pescados azules
Continuamos esta entrada sobre alimentos antiinflamatorios con los alimentos ricos en grasas sanas, las llamadas poliinsaturadas. En concreto hablamos las del tipo Omega-3 (ω-3), que ayuda a cuidar el metabolismo de la inflamación. ¿En que pescados encontramos el omega 3? Pues en el salmón, el atún o la trucha, pero también en la sardina, el boquerón o el jurel, entre otros. Podemos disfrutar de estos pescados, simplemente, a la plancha, disfrutando de su sabor y de sus beneficios sin ornamentos.
Las nueces o semillas de chía
Sabemos que las nueces son sanas y lo son por sus altas dosis de calcio, magnesio, vitamina E y proteínas, pero también por su alto contenido en omega 3. El aceite de las semillas de chía, que extrae directamente las propiedades de las semillas, se ha alzado en los últimos años como una gran fuente de ácidos Omega 3, 6, y 9, y es muy recomendable para las personas que sufren enfermedades como la psoriasis o el síndrome de Crohn.
Jengibre y cúrcuma
De raíces con propiedades antiinflamatorias naturales, estos dos alimentos nos ayudan a mantener activas las defensas endógenas contra los procesos de inflamación. Además, dan un toque interesante a nuestras recetas y las podemos consumir en infusiones.
Ay, el ajo…
¿A ti no te han comentado los beneficios que aporta un ajo crudo a nuestra dieta por la mañana? Aunque nunca me ha convencido demasiado el elixir de la vida saludable, no podemos negar todos los beneficios que presenta el ajo, gracias a la alicina, ese líquido amarillento que posee propiedades antioxidantes, antibacterias, y antiinflamatorias. Además, es muy recomendable para reducir la presión arterial y reducir las inflamaciones.
Productos fermentados
Y acabamos esta entrada de alimentos antiinflamatorios de la mano de los productos fermentados. Gracias a sus dosis de bacterias probióticas, los yogures o las leches fermentadas de tipo kéfir son una buena herramienta para cuidarnos a nivel intestinal. También podemos apostar por productos fermentados menos conocidos pero con dosis de baterias sanas, como el kimchi.
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