A priori, embarazo y verano nos aparece en la mente como un binomio caluroso y agobiante, sobre todo si pensamos en el último tramo del gestación Es verdad que hemos tenido unos veranos muy calorosos, y que no sabremos como será este. Lo que sí que queremos desvelar son siete consejos para llevar mejor el embarazo en verano.
Siete tips para la gestión estival
Mucha agua y fruta fresca, un tándem perfecto. Para estar muy bien hidratada, es fundamental beber mucha agua y evitar los refrescos con gas. Además, puedes disfrutar de frutas frescas como la piña o la sandía (que ofrecen un efecto diurético muy interesante). Los tés fríos también son muy recomendables para aportarle al cuerpo hidratación sin retener líquidos. Disfruta también ensaladas, gazpacho…
Alerta con la conservación de los alimentos. Durante el embarazo es fundamental vigilar la ingesta de comida, apostando por una dieta equilibrada y sana. También es importante extremar las precauciones acerca de las medidas de conservación de los alimentos, teniendo cuidado con las salsas con huevo, las mayonesas, aquellos productos sin refrigerar o expuestos al sol.
Protégete bien de la radiación solar. En un embarazo en verano, es aún más importante apostar por buenos fotoprotectores que creen un escudo entre nuestra dermis y los rayos solares. De esta forma, evitaremos la aparición de manchas, como melasmas y cloasma, además de los signos del fotoenvejecimiento y el riesgo de sufrir enfermedades, como el cáncer de mama. Por todos estos motivos, es fundamental protegernos bien, buscando sombras y pamelas o sombreros para resguardarnos de la exposición directa.
Apuesta por ropa ancha y fresca y colores claros. Para combatir las altas temperaturas, es muy importante sacarle el máximo partido a nuestra ropa y convertirla en un aliado y no en un enemigo. Durante el embarazo es normal que te sientas más hinchada, así que la ropa ajustada será muy incómoda. Recuerda también apostar por unos zapatos planos que te aporten esa comodidad que necesitas más que nunca.
Protégete del calor en las horas centrales del día. Este gesto, con una buena hidratación, será clave para evitar caídas de tensión y posible mareos. Y nada de hacer actividad fisica en las franjas de mayor calor.
Haz ejercicio adaptado a tus necesidades. Así, te sentirás más cómoda y ágil y evitarás coger un aumento excesivo de kilos, que repercutirá a tu movilidad y bienestar durante la gestación. Con las altas temperaturas, puedes hacer ejercicios en la piscina, que te permiten no aguantar tu propio peso y sentirte fresquita.
¡Arriba las piernas cansadas! Otro de los grandes síntomas del embarazo en verano son las piernas hinchadas. ¿Cómo podemos evitarlo? Colocando los pies en alto cuando estés sentada, evitando estar mucho tiempo de pie, haciendo masajes y descartando de nuestra dieta los alimentos salados.