En los últimos años, la corriente de lo natural lo ha invadido todo, tanto en la cesta de la compra de alimentación como en la de la cosmética. Para saber lo que esconde la etiqueta de cosmético natural hemos recurrido a Pedro Catalá, doctor en Farmacia, cosmetólogo y fundador de Twelve Beauty.
Lo que esconde la preposición «sin» en un cosmético natural
Para adaptarse a la tendencia de la cosmética natural, muchas marcas han reformulado sus productos por miedo a quedarse fuera de mercado. ¿La consecuencia? Se han eliminado –o sustituido- ingredientes sintéticos de dudosa seguridad, pero en algunas ocasiones, los nuevos activos que se han introducido están lejos de ser naturales e incluso hasta pueden resultar más nocivos.
- Sin parabenos. Pertenecen a la categoría de ingredientes con peor fama y han sido sustituidos de manera muy rápida por otros ingredientes tradicionales que resultan muy eficaces para la conservación del producto, pero que pueden causar irritación. Entre estos encontramos el Kathon (puede aparecer con el nombre de Metilcloroisotiazolinona, Metilisotiazolinona), el DMDM Hydantoin e incluso un conservante que se piensa que es natural y no lo es como el Ethylhexylglycerin.
- Sin Sulfatos. Los más temidos son el Sodium Lauryl Sulfate y Sodium Laureth Sulfate y nos hemos acostumbrado a buscarlos en la lista de ingredientes. Ambos son derivados del coco, pero ojo, porque el Coco-Sulfate, que se ha posicionado como sustituto de estas otras dos sustancias, en realidad no es una molécula sino una mezcla de sustancias en la que hay Sodium Lauryl Sulfate en elevadas cantidades.
- Sin Siliconas. A estas alturas, casi todos sabemos destapar las más conocidas, como el Dimethicone o el Cyclopentasiloxane, pero muchas etiquetas esconden otras menos conocidas como el Dimethyl Silane que es igualmente dañino.
¿Qué esconde el término «natural»?
Cuando leemos ‘100% Natural’ lo normal es asociar este término a productos repletos de ingredientes a bases de plantas, pero también se consideran naturales ingredientes de origen animal como la lanolina o la miel.
- Atención a los productos corporales. Por natural que parezca el envase, en los geles de ducha y lociones corporales es muy habitual encontrar polietilenglicoles (PEG) y polipropilenglicoles (PPG) que actúan como tensioactivos, solubilizantes e incluso suavizantes. Para identificarlos, revisa la etiqueta. Son aquellos que acaban en –eth- o empiezan con PEG o PPG, además de toda la familia de los poloxamers.
- ¿Labial rojo? Revisa bien la etiqueta. Es el color mas codiciado y al mismo tiempo el mas difícil de conseguir en maquillaje natural. Es frecuente encontrar en la lista de ingredientes la palabras Red Lake acompañadas de un código o un numero. Ojo, se trata de colorantes artificiales.
- Aceite de coco, en el punto de mira. Es cierto que más natural no puede ser, pero el origen no lo es todo. A pesar de que muchos ingredientes derivan de productos naturales como el aceite de coco o el acido benzoico, terminan modificados químicamente en el laboratorio y por lo tanto, no son considerados naturales. Es el caso del omnipresente C12-15 Alkyl Benzoate.
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