Hace solo unos cuantos días, mi amigo Carlos Rodríguez, de la agencia de comunicación About Beauty, me hizo llegar una invitación de Silvia Oliete, propietaria de los prestigiosos salones Blauceldona, de Barcelona. En su invitación Carlos me lanzaba una pregunta: ¿Quieres saber en primera persona qué tiene de especial un masaje facial para llevar ya más de 45.000 realizados durante los últimos 8 años y seguir teniendo lista de espera? Naturalmente le dije que estaba muy interesada en saberlo, de forma que agendamos una cita y… ¡esta fue mi experiencia con el Masaje facial de remonte de Blauceldona!
Silvia Oliete tiene tres centros Blauceldona en la Ciudad Condal, y en esta ocasión la invitación era en el último de los salones que ha abierto, el de la calle Milanesa 32. Como cada vez que voy a hacerme un tratamiento de estética, llegué cinco minutos antes, de esa forma todo es mucho más relajado que si llego con el tiempo justo… A la hora en punto, Silvia me salió a recibir.
Hacía tiempo que no nos veíamos, Silvia y yo. La última vez poco tiempo después de salir del confinamiento ¡Cómo ha pasado el tiempo! Tras una breve pero cálida conversación, Silvia me invitó a pasar a una de las cabinas específicas para tratamientos faciales y me pidió que me quitase la ropa y me pusiese cómoda en la camilla. ¡Como si eso me costase!
¿En qué consiste el masaje de remonte de Blauceldona?
Como me conozco, y en cuanto me pongo en manos de una esteticista entro en relajación profunda, le pedí a Silvia que me explicase en qué consiste el masaje de remonte. Así, si pierdo el mundo de vista (no sería la primera vez), por lo menos lo hago con la lección aprendida.
Según me explicó Silvia, este masaje trabaja a tres niveles, tratando la piel, la musculatura y la fascia y la circulación linfática. Al igual que el cuerpo, el rostro también sufre tensiones, ve mermada su microcirculación, responsable de irrigar la epidermis con oxígeno y nutrientes, y sufre la acumulación de líquidos por una circulación linfática deficiente y ralentizada.
El masaje de remonte que realiza Silvia está destinado a eliminar la acumulación de líquidos, desinflamar los tejidos, relanzar la microcirculación y devolver el brillo al rostro.
Así fue el masaje de remonte de Blauceldona
Con la lección aprendida, solo faltaba que Silvia se pusiese manos a la obra. ¡A mi me tenía rendida a sus manos!
Después de limpiar mi rostro con su limpiador I Am The Cleanser y tonificarlo con I Am The Toner, distribuyó un poco de su I Am The Rich Cream, para que sus dedos se desplazasen mejor por mi rostro para realizar el masaje.
Los movimientos de sus dedos sobre mi rostro era parecido a una coreografía perfectamente ensayada. Con una profesional mezcla entre firmeza y suavidad, Silvia iba trabajando todos los músculos de mi rostro. Naturalmente no te puedo explicar cómo fue la coreografía, pero lo que sí te puedo decir es que después del masaje, con solo una sesión, mis rasgos se redibujaron, mi expresión general parecía más despierta y vital, y mi piel ganó en receptividad y claridad. Además, mi piel se veía repulpada, hidratada y luminosa, con un efecto lifting visible.
Según me comentó Silvia, «lo mejor de todo es que esos beneficios que se mantienen y suman ralentizando visiblemente el ritmo de envejecimiento, a la vez que se disfruta de una sensación de relax y bienestar facial. Beneficios que son la base para conseguir más y mejores resultados con cualquier tratamiento antiedad con o sin aparatología, y que los activos cosméticos sean mejor absorbidos y procesados por la piel.
¡Misterio resuelto!
Ahora ya sé por qué han hecho tantos masajes de remonte en estos últimos 8 años: ¡por su efectividad!
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