El mewing es una técnica que se ha popularizado en las redes sociales. Se promociona como una forma de mejorar la apariencia facial, y la salud en general, al corregir la postura y fortalecer los músculos faciales y del cuello. Una gran legión de influencers afirman que gracias a esta técnica parecerás más guapa, porque redibuja la mandíbula y disimula la papada. Pero… ¿qué hay de cierto en ello?
La técnica lleva el nombre del ortodoncista británico John Mew, quien ha abogado por la importancia de la postura oral y la posición de la lengua en la salud facial.
En términos generales, el mewing implica colocar la lengua en el paladar, específicamente en la parte superior, de manera que se extienda hacia adelante y toque ligeramente los dientes superiores.
Se argumenta que esta posición de la lengua puede ayudar a desarrollar y fortalecer los músculos faciales, mejorar la postura, y potencialmente influir en la forma de la cara.
La comunidad médica y el ‘mewing’
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la evidencia científica que respalda los beneficios del mewing es limitada. Algunos profesionales de la salud dudan de su eficacia y consideran que las afirmaciones sobre sus beneficios estéticos y para la salud deben tomarse con precaución.
En cuanto a los posibles efectos en la salud, si bien algunos defensores del mewing argumentan que puede ayudar a prevenir problemas dentales y ortopédicos, la comunidad médica aún no ha adoptado ampliamente esta práctica. Es fundamental recordar que la salud facial y la postura están influenciadas por múltiples factores, y no hay una solución única para todos.
Si estás interesado en mejorar tu postura y salud facial, es recomendable consultar a profesionales de la salud, como ortodoncistas, dentistas o fisioterapeutas. Ellos te darán una orientación y recomendaciones personalizadas basadas en una evaluación integral de tu salud y necesidades específicas.
Consecuencias del ‘mewing’
Aunque el mewing se promociona como una técnica para mejorar la postura facial y la salud en general, es importante ser consciente de algunos posibles problemas asociados con su práctica. Aquí hay algunas consideraciones:
- Falta de evidencia científica: Hasta el momento, la evidencia científica que respalda los beneficios del mewing es limitada. La mayoría de las afirmaciones se basan en testimonios anecdóticos y no en estudios clínicos sólidos.
- Incomodidad y esfuerzo excesivo: Adoptar la posición de la lengua recomendada en el mewing puede resultar incómodo y requerir un esfuerzo consciente. Mantener esta posición de manera constante puede ser difícil y poco práctico a largo plazo.
- Posibles tensiones musculares: Algunas personas informan de tensiones musculares o fatiga al intentar practicar el mewing. La posición constante de la lengua y la mandíbula podría generar molestias en algunas personas.
- Posible aumento de la ansiedad: Aquellas personas propensas a la ansiedad o a trastornos temporomandibulares (TMJ) pueden experimentar un aumento de la ansiedad al intentar forzar una posición específica de la lengua y la mandíbula.
- Falta de resultados garantizados: No todas las personas experimentarán los resultados promocionados con el mewing. La forma facial y la postura son influenciadas por factores genéticos y ambientales.
- Contraindicaciones médicas: En algunos casos, ciertas condiciones médicas preexistentes podrían hacer que la práctica del mewing no sea recomendable. Por ejemplo, personas con problemas de la mandíbula o trastornos ortofaciales deben tener precaución al adoptar nuevas prácticas. Siempre deberán consultar a un profesional de la salud.