Seguro que en alguna ocasión, mientras estás siguiendo un tratamiento estético en cabina, la esteticista te ha dicho: «Ahora notarás un hormigueo, no te preocupes, es normal». En ese caso, no tienes que preocuparte, la profesional sabe qué es lo que está haciendo. Seguramente está utilizando activos potentes que ella sabe en qué casos son convenientes. Sin embargo, no sucede lo mismo si es un producto que utilizas en casa. Te explicamos por qué un cosmético pica y si eso es sinónimo de mayor eficacia.
Si un cosmético pica, ¿cura?
Cuando teníamos una herida, nuestras madres y abuelas decían: «Si pica, cura». Sin embargo, aquello que podría ser real, parece ser que no lo es en el caso del uso de cosméticos. Así se lo hemos preguntado a la farmacéutica Belén Acero, titular de Farmacia Avenida América y especialista en dermofarmacia.
“Rotundamente no. Hay ciertos productos (como mascarillas faciales con elevadas concentraciones de ácidos, como el glicólico, el mandélico o el salicílico, ciertos sérums a base de retinoides o la vitamina C, e, incluso, algunos tónicos exfoliantes diarios) que pueden causar cierto hormigueo o picor, pero esto no es sinónimo de mayor efectividad», explica Belén Aceron.
«Hay que tener cuidado para no irritar o alterar la barrera cutánea con productos demasiado agresivos. Tenemos que asegurarnos de que estén adaptados a cada tipo de piel y sus necesidades», recuerda la farmacéutica.
Sabemos que el retinol puede dar sensación de picor en alguna ocasión, pero según Acero, «eso no significa que, a mayor picor, mayor efectividad. De hecho, este tipo de productos exfoliantes han de integrarse poco a poco en la rutina para que la piel se vaya adaptando”.
¿Cómo evitar los picores de ciertos cosméticos?
Se recomienda combinar principios activos que, en sinergia, multipliquen sus beneficios. Por ejemplo, el retinol funciona muy bien con la niacinamida o las ceramidas. Mientras que el retinol ejerce esa acción exfoliante y renovadora, la niacinamida o ceramidas aportaran esa función barrera que la piel necesita para que no se vea comprometida. El resultado será una tez fuerte y renovada, evitando la pérdida de agua, manteniendo los niveles de hidratación y luciendo las bondades de los retinoides.
En definitiva, «lo ideal es combinar los activos con acción exfoliantes con otros que tengan propiedades antiinflamatorias y reparadoras. Esa es la clave y el principio fundamental para una piel sana, radiante y joven», asegura Belén Acero.