Cuidar tu melena va más allá de aplicar los mejores productos o seguir las tendencias capilares. Uno de los errores más comunes en la rutina de belleza es lavar el cabello demasiado o demasiado poco. La frecuencia de lavado del cabello es clave para mantenerlo saludable: lavarlo en exceso puede eliminar los aceites naturales esenciales, mientras que hacerlo con poca frecuencia puede generar acumulación de grasa y residuos.
Si alguna vez te has preguntado si te lavas el pelo demasiado o demasiado poco, este artículo es para ti. A continuación, te explicamos la frecuencia de lavado del cabello ideal dependiendo de su textura, necesidades y hábitos diarios.
Frecuencia de lavado del cabello según el tipo de cabello
El día a día de cada una marca un poco la pauta de cada cuánto lavarse el pelo, pero lo que realmente marca el ritmo (emergencias aparte) es el tipo de cabello que tengas:
Graso: limpieza frecuente, pero con control
Si tu cabello se engrasa con rapidez, es normal sentir la necesidad de lavarlo a diario. Sin embargo, hacerlo demasiado seguido puede estimular aún más la producción de sebo. Lo ideal es lavarlo cada 1 o 2 días con un champú suave y libre de sulfatos. Opta por fórmulas purificantes, pero sin ser demasiado agresivas para evitar el efecto rebote.
Un truco infalible es incorporar un champú en seco entre lavados para absorber el exceso de grasa sin necesidad de mojar el cabello. Además, evita tocar tu melena con las manos constantemente y regula la temperatura del agua: cuanto más caliente, más sebo generarás.
Champú suave, de BeauTerra. Limpia el cabello con suavidad y eficacia. Alvia la sensación de picor, protege el cuero cabelludo, restaura la suavidad, la flexibilidad y el brillo del cabello. Para uso frecuente. Está formulado con extracto de almendra y alantoína. Su precio: 13,50€/740ml.
Seco o rizado: menos es más
Las melenas secas o rizadas requieren una limpieza más espaciada para preservar la hidratación natural. Lo ideal es lavarlo cada 3 o 4 días, o incluso una vez por semana si notas que tu cabello se mantiene en buen estado.
Para evitar la deshidratación, apuesta por champús sin sulfatos y fórmulas enriquecidas con aceites como argán, coco o jojoba. Además, sustituye un lavado con champú por un co-wash (lavado con acondicionador) para mantener la suavidad y definición de los rizos.
Curl Activating Shampoo, de La Biosthétique. Limpia el cabello con sustancias activas especialmente suaves. Los factores naturales de la hidratación evitan en profundidad la deshidratación y potencian su suavidad y brillo. El polímero “Bounce Back” especialmente desarrollado, no solo activa y mejora la elasticidad y flexibilidad del cabello rizado, además prolonga su durabilidad. Por lo tanto, el champú convierte a los cabellos encrespados y rebeldes en rizos increíblemente bonitos, brillantes, hidratados y bien definidos. Su precio: 26€/250ml.
Fino: equilibrio entre volumen y frescura
El cabello fino tiende a perder volumen y a engrasarse más rápido en las raíces. Si este es tu caso, lo ideal es lavarlo cada 2 días con un champú ligero que no aporte peso. Opta por fórmulas voluminizadoras y evita los productos demasiado hidratantes en la raíz.
Si quieres espaciar los lavados, prueba con peinados con textura o con un toque de champú en seco para refrescar la melena sin necesidad de mojarla.
Champú Extra Volumen, de Moroccanoil. Actúa sin añadir peso, limpia suavemente, y añade volumen al cabello fino y sin vida. Impregnado con aceite de argán rico en antioxidantes y nutrientes revitalizantes, contiene extracto de brotes de tilo que rellenan naturalmente las fibras capilares para restaurar la salud del cabello y reponer el brillo, cuerpo y manejabilidad. No altera el color. Su precio: 27€/250ml.
Grueso o normal: adapta la rutina según el clima
Si tu cabello es grueso o de textura media, tienes más flexibilidad en la frecuencia de lavado. En general, lavarlo cada 3 días es suficiente para mantenerlo saludable. Sin embargo, si vives en un clima húmedo o usas muchos productos de styling, podrías necesitar lavarlo con mayor frecuencia.
Elige un champú equilibrante que limpie sin resecar y complementa tu rutina con mascarillas nutritivas una vez por semana para mantener el brillo y la suavidad.
Première Bain Décalcifiant Réparateur, de Kérastase. Muy adecuado para cabellos gruesos, ha sido formulado sin sulfatos y limpia suavemente el cuero cabelludo y el cabello, eliminando el exceso de calcio que debilita aún más el cabello ya dañado. El cabello se repara desde el interior, reduciendo la rotura y recreando su fuerza natural. Este champú cremoso se transforma en una lujosa espuma que combate la acumulación de calcio del agua dura, la cual ataca el cabello ya dañado o decolorado, dejándolo apagado y sin vida. La fórmula avanzada reconecta los puentes de queratina, reparando el cabello desde el interior y dejándolo suave, flexible, con brillo y vitalidad. Su precio: 36€/250ml.
Consejos extra
Si quieres espaciar los lavados sin sacrificar la frescura de tu cabello, toma nota de estos tips:
- Apuesta por el champú en seco: aplica una pequeña cantidad en las raíces y masajea bien para absorber el exceso de grasa.
- Lava tu cabello con agua tibia o fría: el agua caliente estimula la producción de grasa, mientras que el agua fría sella la cutícula y aporta brillo.
- Usa fundas de almohada de satén o seda: reducen la fricción y evitan que el cabello se ensucie con rapidez.
- Evita tocar tu melena constantemente: tus manos transfieren grasa y suciedad al cabello.
Champú seco a la ortiga, de Klorane. Limpia tan bien como un champú líquido y permite espaciar los lavados para lucir un cabello limpio y cuidado durante más tiempo. Su fragancia desprende notas frescas de eucalipto, menta y lavanda para realzar la sensación de pureza. La fórmula también se presenta en una versión con color para cabellos castaños a morenos2 , que garantiza un acabado invisible y sin residuos. Su precio: 13,75€/150ml.
Encontrar la frecuencia de lavado del cabello perfecta dependerá de sus características y tu estilo de vida. Escucha a tu melena y ajústala según sus necesidades para mantenerla siempre saludable y radiante.