Cepillos y peines: cómo elegir el ideal para tu tipo de cabello (y evitar errores comunes)

¿Sabías que usar el peine o cepillo equivocado puede estar detrás del encrespamiento, la caída excesiva o incluso la falta de brillo de tu melena? Elegir bien tus cepillos y peines para el cabello es tan importante como el champú o la mascarilla que usas. Y sin embargo, muchas veces los elegimos por costumbre, sin tener en cuenta las necesidades específicas de nuestro tipo de pelo.

En este artículo, vamos a ayudarte a identificar qué herramienta de peinado es la más adecuada para ti, según tu tipo de cabello, textura y objetivo. Porque cuidar tu melena también empieza por los detalles.

El peine perfecto para cabello fino, sin volumen o frágil

Si tienes el cabello fino o delicado, necesitas mimarlo con suavidad. Evita cepillos con cerdas muy rígidas o metálicas, ya que pueden partir el pelo o arrancarlo desde la raíz. ¿La mejor opción? Peines de púas anchas y cepillos de cerdas naturales, que desenredan sin romper.

Una buena idea es utilizar un peine de dientes separados en la ducha para repartir el acondicionador, y después un cepillo tipo pala (paddle brush) con base acolchada para peinarlo en seco. Evita cepillar enérgicamente cuando el cabello está mojado, ya que es cuando más sufre.

Rizos definidos: los cepillos que los respetan

El cabello rizado tiene su propio código. Aquí, menos es más: cuanto menos manipules tus rizos, mejor conservarán su forma natural. Por eso, olvídate del cepillo tradicional y apuesta por peines de púas gruesas, o incluso tus propios dedos, para desenredar con cuidado.

¿Otro aliado imprescindible? El cepillo tipo Denman, muy utilizado en el método curly, ideal para definir los rizos sin encrespamiento. Úsalo solo con el cabello húmedo y con producto de fijación. Y recuerda siempre trabajar por secciones, de abajo hacia arriba, para evitar tirones.

Cabello grueso o rebelde: potencia el control y el alisado

Las melenas abundantes, encrespadas o difíciles de domar necesitan herramientas firmes y eficaces. En este caso, los cepillos térmicos redondos son grandes aliados, especialmente si usas secador. Sus bases metálicas retienen el calor y ayudan a alisar mientras cepillas.

También puedes optar por cepillos de cerdas mixtas (naturales y nylon), que combinan fuerza con suavidad y son perfectos para dar forma o controlar el frizz. Evita los peines con púas muy juntas, ya que no penetrarán bien en la densidad de tu melena.

¿Y si tienes el cuero cabelludo sensible?

En este caso, elige cepillos con puntas redondeadas, cerdas suaves y una base flexible. Existen modelos específicos para masajear el cuero cabelludo sin irritarlo, que estimulan además la microcirculación, ayudando al crecimiento del cabello.

Evita los peines de plástico duro o los cepillos metálicos. Una excelente opción son los cepillos con tecnología desenredante, como los Tangle Teezer o similares, que se adaptan a la forma del cráneo sin tirones.

Mantenimiento: cómo cuidarlos

Tan importante como elegir el cepillo adecuado es mantenerlo limpio. Cada semana, retira los pelos acumulados y lava tu cepillo con agua tibia y un poco de champú suave o vinagre. Deja secar al aire. Un cepillo sucio puede acumular grasa, residuos de productos y bacterias, y transferirlos a tu cabello limpio.

Renueva tus cepillos al menos una vez al año, o antes si ves que las cerdas se han deformado, se caen o huelen mal incluso tras el lavado.

También cambian según tu objetivo

Recuerda que puedes usar distintos cepillos según lo que quieras conseguir:

Tener más de un cepillo no es capricho, es parte de tu rutina de belleza inteligente.

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