Así es el tratamiento M-Lab de Montibello para fortalecer el cabello

M.LAB

No hay nada como ponerse en manos expertas cuando se trata del cabello. Por eso, cuando Esther y Bel, del equipo de comunicación de Montibello, me invitaron a descubrir su línea capilar más avanzada para entrenar el cabello y combatir la caída, M-Lab, no lo dudé. La cita fue en uno de sus centros técnicos, en el de Barcelona. Allí me recibieron mis dos amigas y Liz, peluquera y formadora de la marca, que sería la encargada del diagnóstico, el tratamiento profesional, que solo se hance en salones, y me hizo una recomendación personalizada de productos para utilizar en casa.

M-Lab es mucho más que una línea anticaída. Es el primer tratamiento capilar profesional de Montibello basado en la ciencia epigenética, que actúa sobre los mecanismos de envejecimiento del folículo piloso. Contiene activos biotecnológicos como el CAPIXYL™, el ácido azelaico o el SCALPEEL™, que revierten los signos de miniaturización capilar y reactivan el crecimiento desde la raíz.

Antes de empezar…

Lo primero que hizo fue analizar mi cuero cabelludo. En mi caso, la conclusión fue clara: una caída leve, pero de origen hereditario.

Liz me explicó que el objetivo no es solo detener esa caída, sino mejorar el entorno del folículo, estimular el crecimiento y reforzar el anclaje capilar. Para ello, me aplicó el tratamiento completo M-Lab en salón, que no deja de ser un entrenamiento capilar, y, al finalizar, me recomendó una rutina en casa de 5 pasos con los productos de la gama.

Así es el protocolo en el salón: The Scalp Facial

La experiencia comenzó con un tratamiento que va mucho más allá del cuidado capilar habitual. Inspirado en los rituales de cuidado facial, The Scalp Facial transforma el tratamiento anticaída en una sesión sensorial profunda, con pasos personalizados y tecnología exclusiva para el salón.

  1. En el tocador, y tras analizar mi cuero cabelludo, Liz aplicó el Pore Opening Pre-treatment, un producto específico que prepara el cuero cabelludo, abriendo los poros. A continuación pasamos al lavacabezas y, sin añadir nada más que agua a mi cabello y con un suave y delicioso masaje capilar, el producto se convirtió en una espuma densa y gustosa que limpió en profundidad mi cabello y cuero cabelludo. Esta fase es clave para que los principios activos penetren mejor y actúen con más eficacia.
  2. De nuevo en el tocador, Liz eligió el concentrado más adecuado a mi diagnóstico: en mi caso, el Fortifying Treatment Concentrate, con acción fortalecedora, aunque también está disponible el Energising Treatment Concentrate para quienes necesitan un impulso más revitalizante.
  3. Una de las partes más sorprendentes fue el uso del Red Light Scalp Activator, una herramienta profesional que combina masaje, estimulación folicular y luz LED roja. La sensación es muy placentera, y su función es maximizar la absorción del tratamiento y activar la microcirculación del cuero cabelludo.
  4. Para finalizar, Liz aplicó el Volumising & Strengthening Leave-in, un tratamiento sin aclarado que proporciona un acabado glow inmediato: el cabello se ve más denso, más fuerte y con un brillo saludable nada más salir del salón.

M-Lab, el tratamiento en casa

La rutina que me recomendaron para casa está diseñada para mantener los beneficios del tratamiento profesional y convertir el cuidado anticaída en un ritual sensorial y eficaz. Aquí te detallo los cinco productos que la componen.

Salir de la versión móvil