El negro es el color icono de la temporada. Ojos, labios, uñas, todo se maquilla en negro. O casi, porque todos los colores viran al negro y se oscurecen, aunque manteniendo matices y reflejos. No se trata de ir de gótico por la vida, sino de utilizar el negro para resaltar los rasgos del rostro, intensificar la mirada, dar volumen a los labios y mostrar a todos las uñas. ¿La clave? Más es mejor. Se maquilla todo. Intensamente. Y funciona.
El invierno se viste de negro, pero no es un negro frío y distante, sino cálido y aterciopelado, un negro que abriga la piel y resalta los rasgos faciales. Las pasarelas de moda lo han convertido en el eje central de sus maquillajes porque ningún otro permite contrastes tan vivos con todos los demás colores. Y es que el negro de esta temporada está muy alejado del meláncolico gótico o del provocador punk. Aunque bebe de todos los estilos anteriores y se reinventa a sí mismo.
Todos los colores sin excepción remiten al negro: rojos, granates, marrones, azules, violetas, morados, verdes… Da igual qué color se escoja, mientras la oscuridad brille. Y es que, como afirma el maquillador Nicolas Degennes, de Givenchy, «para que surja el color de los fuegos artificiales se necesita oscuridad».
Una de las claves de esta tendencia es enmarcar el ojo con lápiz. Negro, por supuesto. Las rayas se alargan hacia las sienes y agrandan el ojo, que gana en profundidad. Podemos hacerlo sin mesura. Superando incluso a Amy Winehouse. Las sombras también se aplican con desmesura, ahumando los párpados superior e inferior. Se trata de ir superponiendo capas de colores y tonos distintos, con toques de brillo y reflejos metálicos e iridiscentes, que producen matices al darles la luz.
Para completar el maquillaje de ojos, máscara de pestañas negra. Y las cejas muy bien definidas, pobladas y corregidas con un lápiz de cejas del mismo tono del pelo. Es conveniente hacerse con un cepillo y peinarlas.
La boca se perfila y rellena con el mismo color. Puedes optar por el negro para obtener un look de noche dramático y escandaloso. O por un rojo, morado, granate, violeta, rosa. ¡Ojo! Rosa, no nude. Aunque el «yo no voy maquillada» sigue siendo tendencia, hoy no toca hablar de él. La clave de los labios es su textura, brillante y gelificada. Olvida los mates y terciopelos. Barras de labios brillantes y gloss es lo más indicado. Los labios deben mostrar una apariencia húmeda, sabrosa y sensual.
Los chicos también se apuntan a la tendencia. Maquillan sobre todo ojos, ahumándolos con las sombras y aplicando raya. Las cejas, oscuras, superpobladas y despeinadas, como desarregladas.