¡Ya es primavera! Y para que la piel y el resto del cuerpo puedan asumir el cambio de estación sin problemas, tenemos que ayudarnos un poquito. Empezando por aceptar que, aunque racionales, somos animales y, como sucede con el resto de seres vivos del planeta, la entrada de la primavera puede alterar nuestro estado habitual y nuestra salud. Es momento pues de realizar una cura para que afrontemos la nueva estación con las pilas cargadas.
Somos mamíferos de sangre cliente y los cambios estacionales afectan a nuestro organismo y sus ritmos biológicos, aunque racionalmente acostumbremos a olvidarnos de ello. Aunque no suframos alergias, astenia u otras alteraciones propias del aumento del horario solar y las temperaturas, nuestro cuerpo está realizando un esfuerzo por adaptarse a las nuevas circunstancias climáticas y necesita un complemento para no acabar agotado. La piel, el órgano más extenso y externo, es donde más se nota la ebullición de la primavera y suele presentar alteraciones que muestran en forma de eczemas, alergias, erupciones, sequedad y otros desordenes cutáneos tanto la llegada de la nueva estación como las carencias sufridas durante el invierno. Sin contar con que la piel es el espejo del sistema nervioso, que con la inestabilidad atmosférica y eléctrica que se respira en el ambiente no está precisamente en su mejor momento de estabilidad emocional. Es el momento de realizar una cura estacional que garantice que la piel y el cabello se recuperan de los estragos del frío invierno y entran con las defensas altas en el verano.
Toda cura tiene tres pasos básicos: limpiar, o mejor exfoliar para eliminar las capas de células muertas que con la sequedad del invierno han endurecido algunas zonas del cuerpo como los talones y la planta de los pies, las manos, los codos, etc; hidratar para recuperar el agua perdida y que las células funcionen correctamente; y por último tratar las necesidades específicas de cada piel o zona. Hay pieles que necesitarán una nutrición en profundidad, otras requieren combatir las arrugas, otras eliminar líquidos y toxinas o sencillamente descansar, etc. En momentos como éste, no está de más calmar la piel y de paso el ánimo con tratamientos reconfortantes cuyos activos relajen y desbloqueen tensiones. Las curas requieren, además de vitaminas y otros nutrientes, de una buena dosis de paz y tranquilidad.
Según el estado de la piel, puede optarse por realizar una cura en casa o en un centro de estética. El tratamiento Néojeunesse de Kéraskin es uno de los más indicados, ya que estimula la síntesis de colágeno y produce un efecto lifting inmediato. Dura 75 minutos y cuesta 140 € (precio recomendado)
El dermatólogo y profesor de la Universidad de Barcelona Jordi Peyrí ha elaborado, junto con expertos del Instituto Pond’s, un Decálogo de Primavera con pautas para potenciar los hábitos de cuidado e higiene de la piel.
1. Calcula la edad de tu piel. Conocer tu piel y su edad te permitirá empezar a hacer cambios en tu estilo de vida que ayuden a prevenir el envejecimiento. Lo puedes hacer visitando www.laedaddetupiel.com
2. Disfruta de los primeros rayos de sol. El cambio de hora y la llegada de la primavera hacen que aumentemos nuestra exposición a los rayos UV. Recuerda que el sol es un factor clave de envejecimiento. Conocer tu fototipo te ayudará a saber qué debes hacer para protegerte del sol sin dejar de disfrutar al aire libre.
3. Haz ejercicio porque todos tus órganos se oxigenan cuando te mueves. Además, el sudar te ayudará a eliminar las impurezas de tu piel. Es primavera: aprovecha que empieza el buen tiempo.
4. Cuidado con las alergias. Pueden provocar la irritación de algunas zonas de la cara. Utiliza pañuelos suaves que no irriten y evita el exceso de mucosidad de la alergia.
5.- Disfruta de la naturaleza. La primavera es la mejor época para pasear y disfrutar viendo cómo la naturaleza nos muestra el contraste más grande de colores de todo el año.
6. Olvídate de la nicotina. Fumar genera radicales libres que tienen efectos oxidantes negativos para tu piel
8. Previene, funciona. Hay compuestos que han demostrado científicamente su eficacia frente al envejecimiento. A partir de los 35 años es importante mantener una buena rutina facial que te ayude a prevenir los signos del envejecimiento.
10. Conoce el tipo de piel de tus padres. La genética condiciona y conocer cómo es la piel de tus progenitores te puede ayudar a ver cómo evolucionará la tuya y tratarla en consecuencia.
Cosméticos que pueden ayudarte
♣ MasterCure de Juvena. Programa intensivo facial para cuatro semanas que estimula la auto-renovación de las células de la piel. Libera la piel de iompurezas, reduce los efectos del estres, refina la estructura de la piel, da energía, vitalidad, elasticidad y firmeza, reconstruye la piel desde el interior. En dos fases. 249 €.
me encanta el kit de Lush! de hecho, soy muy fan de los productos Lush en general, son buenísimos!!