Limones, naranjas, mandarinas, pomelos, limas… Los cítricos son utilizados desde hace siglos en la cosmética, incluso antes de que se utilizasen para comer.
Una de sus mayores virtudes es su alta concentración de vitamina C, imprescindible en la síntesis del colágeno. Por ello que muchas fórmulas cosméticas la incluyen hoy día. Algo que durante años ha sido difícil de conseguir, pues al ser una vitamina altamente inestable e hidrosoluble (soluble en agua) sólo puede incorporarse a la piel a través de una fórmula adecuada y nunca por la aplicación tópica de una fruta con vitamina C. Necesita un transporte que la introduzca dentro de la piel. Lo cual no quiere decir que la aplicación tópica de algunos cítricos o de su zumo no produzca efectos en la piel. El ácido cítrico es un conocido exfoliante y aclarante y hay muchas recetas caseras tradicionales realizadas con frutas cítricas-