¿Cómo evitar que un niñ@ al que le pica extraordinariamente la piel se rasque hasta hacerse daño? Y, lo que es aún más importante, ¿cómo conseguir que no se rasque aún sin estar con los padres? El martes 25 aprendimos cómo asistiendo a un Taller de Alternativas al Rascado destinado a niños con atopía y a sus padres.
Organizados por la marca Avène, especialista en el tratamiento de esta enfermedad, en ellos se enseña a los pequeños a encontrar fórmulas que disminuyan el picor propio de esta afección sin necesidad de rascarse. Y a los padres se les muestra cómo ayudarles de forma positiva y sin necesidad de estar riñéndolos continuamente.
Os lo contamos.
La dermatitis atópica es una enfermedad de la piel que afecta básicamente a los niños. Puede aparecer ya en los primeros meses de vida y se caracteriza por una sequedad extrema en la piel, que pica y se inflama, y por los denominados brotes, que consisten en la aparición de eczema en zonas más o menos extensas del cuerpo, principalmente en los pliegues de la piel, con exudaciones. Pese a que es muy molesta para los niños, que pueden llegar rascarse hasta sangrar y tener infecciones cutáneas, se trata de una enfermedad benigna que no afecta en nada a su crecimiento.
Entre el 10 y el 15% de lactantes sufren dermatitis atópica, la enfermedad crónica de la primera infancia más frecuente.
Los niños atópicos sufren picores debido, como hemos dicho, a la sequedad extrema de la piel (xerosis), a la inflamación que sufre ésta en el momento del brote (eczema), a la costumbre que adoptan de rascarse y al estrés que les produce esta situación. Decirles no te rasques aún los pone más nerviosos, porque el picor es realmente insoportable.
Las consecuencias del rascado son lesiones, riesgo de infecciones y engrosamiento de la piel (liquenificación), que no hacen sino crear un círculo vicioso: infección-inflamación-picor-rascado-infección.
En el taller, destinado a niñ@s entre los 3 y los 8 años, aprendimos cómo la hidratación previene y calma los picores, por lo que es necesario aplicar una crema emoliente varias veces al día que l@s pequeñ@s deben tener a mano. O puede pulverizarse sobre la zona agua termal, o mojar con ella un pañuelo y aplicarlo sobre la piel.
Entre los trucos para evitar el picor descubrimos que el frío también calma, con lo que podemos utilizar un abanico para refrescar la zona, o una bolsa de gel frío (o de guisantes congelados) envuelto en una toalla, o guardar el agua termal en el frigorífico. Otra forma de refrescar la zona y calmar por contacto es aplicar una piedra, que puede estar fría o no, y que puede ir a buscarse a la montaña o la playa con el niñ@. Eso si, debe ser redonda y sin aristas. El contacto puede realizarse también con aparatos de masaje como rodillos suaves de madera, o aplicando la palma de la mano sobre la zona y presionando o palmeando. Para evitar usar las uñas se puede frotar suavemente la zona con las yemas de los dedos o el dorso de la mano.
De hecho, y esto va dirigido a los padres, lo importante es tener recursos y buscar fórmulas que eviten el rascado con las uñas y que hagan que el niño centre su atención en otra cosa y descargue la tensión. Por ello puede rascarse otra cosa: usarse un muñeco rascador como Trixi, el muñeco que se utiliza en el Balneario de Avène (Francia) y que se regala a l@s niñ@s que participan en los talleres; o rascar a mamá, o rascar un belcro…
Éste es el primer año que Avène realiza estos talleres, que han contado con la participación de más de cien niños de toda España y sus padres. Los talleres son impartidos de forma lúdica y didáctica por Cristina López, doctora en Farmacia y Jefa de Área del departamento de Formación de los Laboratorios Avène. La Dra. Eulàlia Baselga, directora de la Clínica Dermatológica Dermik (Barcelona) y especializada en dermatología pediátrica, señalaba en el taller al que asistió belleza activa que era «una sorpresa la interacción tan alta y buena» que habían tenido los niños con la formadora de Avène y entre ellos. Y apuntaba la posibilidad de hacer nuevos talleres también con madres de lactantes atópicos.
Avène es una de las marcas especializadas en el tratamiento de la atopía. Tiene una línea de productos (Trixèra) para tratar las pieles atópicas basados en su agua termal, que tiene propiedades calmantes y antiirritantes y ha demostrado favorecer el proceso de cicatrización de heridas. En el Balneario de Avène se realizan curas para niños con esta afección, incluidas en el sistema sanitario francés.
La dermatitis atópica suele desaparecer en la adolescencia, aunque en algunos casos se mantiene hasta la edad adulta. En los últimos 30 años se han triplicado los casos de niñ@s con atopía en los países industrializados, aunque afecta a niñ@s de todo el mundo independientemente de su raza, el lugar donde viven o la clase social. Suele ser hereditaria y asociarse a otras afecciones como las alergias o el asma. Y, por supuesto, no se contagia.