El verano no es un buen momento para hacer tatuajes y piercings

Josef Ajram para Biotherm

El verano parece la época ideal para lucir un tatuaje o un piercing pero, por el contrario, no es el mejor momento para hacerlo. En esta época la humedad, el sudor y los baños en el mar y las piscinas aumentan los riesgos de infección, mientras que el sol puede causar una hiperpigmentación en la cicatriz o manchas alrededor del tatuaje.

Más allá del debate sobre si tatuajes y piercing son puramente una moda o una forma de auto-agresión, en el que evidentemente no entraremos, lo cierto es que ambas prácticas proliferan en verano, especialmente entre los jóvenes y adolescentes.

Y comportan serios riesgos para la salud que a menudo no se conocen suficientemente. Entre los problemas más comunes se encuentran alergias, infecciones cutáneas, problemas de cicatrización, formación de queloides, e incluso enfermedades graves como la hepatitis o el sida. También se puede provocar una ptosis (parálisis del párpado) con un piercing en la ceja.

También los tatuajes temporales que se ofrecen en las zonas turísticas pueden producir serios daños, como se ha encargado de advertir tanto el Ministerio de Sanidad como la Academia Española de Dermatología.

Es por ello que belleza activa creemos necesario informar sobre cómo debe realizarse un tatuaje o un piercing de forma segura y cuáles son los riesgos para la salud de no tomar las debidas precauciones.

El tema es más importante de lo que parece a simple vista. Un “inofensivo” y muy común piercing en la aleta de la nariz tarda entre cuatro meses y un año en cicatrizar y tiene un alto riesgo de infección, inflamación y secreciones purulentas. En las zonas húmedas del cuerpo (lengua, vulva, pene, escroto, clítoris) los riesgos aumentan. Estos piercing pueden provocar sangrados abundantes en el momento de realizarse, pero también al mantener relaciones sexuales. En el caso de labios y lengua, los continuos golpes sobre los dientes pueden llegar a romper la pieza dental.

La normativa española establece las condiciones higiénico-sanitarias que deben cumplir los centros donde se realizan estas prácticas, cuya inspección corresponde a los ayuntamientos, y la necesidad de que el personal que las realiza tenga unos mínimos conocimientos anatómicos y de salud acreditados por un título. Las Comunidades Autónomas han editado folletos y recomendaciones, dirigidas básicamente a los jóvenes, que conviene leer antes de decidirse.

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Según esta norma, los establecimientos deben informar sobre los riesgos y cuidados posteriores necesarios. Hay que tener claro que está prohibido realizar estas prácticas en menores sin la autorización paterna, así como llevarlos a cabo en conciertos, bares, tiendas de ropa, etc. Y que cuando se hacen en ferias o instalaciones provisionales éstas deben cumplir los mismos requisitos que los establecimientos fijos.

El centro donde se realizan estas prácticas debe informar siempre de en qué casos no deben realizarse (dermatitis atópicas, pieles sensibles o con tendencia a alergias, psoriasis, inmunodepresión) y qué cuidados deben tenerse después de realizarlas. Por ejemplo, tras un piercing y durante dos semanas hay que evitar tocar la zona con las manos sucias, con los fluidos corporales de otras personas, o realizar presiones o roces sobre él.

Antes de decidirse a decorar la piel conviene preguntarse uno si dentro de unos años se verá igual y le interesará llevarlo, ya que las opciones para deshacerse de un piercing o un tatuaje son costosas y no garantizan que quede bien. El tatuaje debe eliminarse con láser, ya que otros sistemas como la abrasión salina, el cubrimiento o el estiramiento pueden dejar cicatriz, y no todos los colores desaparecen. También hay que tener en cuenta que con los años un tatuaje pierde color, con lo que queda deslucido.

Cuáles son los riesgos de realizar un tatuaje o un piercing
Antes de un hacerlo
Después de un tatuaje, las primeras dos semanas hay que evitar

Tatuajes temporales: los riesgos de la henna negra

Pero no sólo los tatuajes definitivos comportan problemas. Tanto el Ministerio de Sanidad como la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV) alertan sobre los peligros de realizar tatuajes temporales a base de henna negra, que se ofrecen habitualmente en lugares públicos durante el verano, como en algunas tiendas, mercadillos o, incluso, a pie de playa.

A principios del verano (11 de junio) el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad emitió una nota advirtiendo sobre este peligro. En ella se aconseja precaución ante las ofertas y evitar  realizarse tatuajes temporales con henna negra. Según el Ministerio, «la henna negra contiene un colorante de color negro, prohibido para uso sobre la piel que puede desencadenar alergias graves, además de aumentar el riesgo de alergias a los tintes capilares«. Este tipo de henna es de color negro intenso y su duración sobre la piel es de más de una semana.

Por el contrario, la henna natural, que no produce habitualmente alergias, es de un color marrón verdoso y su marca sobre la piel es de color rojo castaño y dura tres o cuatro días. Según la AEDV, en sí la henna natural es bastante segura. Para realizar el tatuaje el polvo de la planta se mezcla con agua; hay que dejar la pasta durante 1-4 horas para que se fije el tinte, y después desprender la costra seca. El dibujo permanece 2-3 semanas.

Con la globalización, añade la AEDV, este ritual islámico se oferta a los turistas en las playas e incluso en las piscinas de los hoteles y parques de atracciones. “El problema es que cuando se ofertan estos tatuajes temporales”, explica el Dr. Leopoldo Borrego, Profesor Titular de Dermatología de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria y miembro de la AEDV que ha realizado una tesis sobre este tema, “los usuarios no pueden estar las dos o cuatro horas esperando a que se seque el tinte (no se pueden bañar, ni cargar con bolsas o mochilas), con lo que los tatuadores en los lugares turísticos adulteran ilegalmente la Henna con parafenilendiamina». Esta sustancia de uso industrial se emplea en humanos exclusivamente para tinte de pelo con unas concentraciones muy bajas. La henna adulterada o «henna negra» (“Black Henna”) tarda en secarse 10 minutos. Lo que ocurre, explica el dermatólogo, es que la parafenilendiamina puede producir reacciones alérgicas graves cuando se aplica de forma incorrecta, como es el caso, y aquellos pacientes que se han hecho alérgicos ya no podrán teñirse el pelo con los tintes habituales del mercado, ni podrán ser peluqueros o trabajar en determinadas industrias.

El riesgo de sensibilización no depende de la edad, pero hay que tener cuidado con los niños y adolescentes, pues, como afirma el Dr. Borrego, “los niños son los primeros en solicitar tatuajes temporales, y los padres lo permiten por creer que son inocuos”.

El Departamento de Sanidad aconseja acudir al médico si se experimenta una reacción de picor o ampollas en la piel tras haberse aplicado henna.


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