Mantener la piel sana y un tono bronceado es uno de los mayores retos ante el fin del verano. Porque lo cierto es que pocas pieles resisten la prueba de las exposiciones solares reiteradas. La mayoría muestran signos de deshidratación y una gruesa capa córnea que evidencia que las defensas han funcionado correctamente. De ahí también el aspecto bronceado, la protección natural del organismo frente a la radiación.
Pero una vez hecho su trabajo, la piel reclama con urgencia agua y nutrientes que corrijan el tono mate y suavicen las arrugas que el sol ha marcado aún más. Es el momento de tomar cartas en el asunto para que la vuelta de las vacaciones sea más fácil.
Conseguirlo es cuestión de no bajar la guardia, mantener la protección solar y reparar los posibles estragos causados por las altas temperaturas, la humedad, el sol, el viento, el cloro, la arena y todos aquellos agentes propios del verano que dañan y resecan la piel. Unas pocas normas contribuirán a un retorno sin problemas y las explicamos también en nuestra sección del programa de radio en RAC1 Belleza Activa en Via Lliure 09.09.2012.
Para empezar, observa tu piel. Al final del verano puede presentar un aspecto mate, sin brillo, enrojecida, con escamas, más grasa de lo habitual… Conviene examinarla detenidamente para decidir cual es su situación en cada zona (rostro, escote, manos, pies…) y cuál el mejor modo de abordar los posibles problemas.
Una buena acción es terminar los cosméticos solares. Año tras año rondan por el baño los protectores solares y after-suns que no se acabaron en verano. Lo mejor es seguir aplicándolos aunque no se acuda a la playa ya que también en la ciudad los rayos ultravioletas dañan la piel, que aún no se protege totalmente con la ropa en estas fechas.
Los productos para después del sol (after-sun) son además altamente nutritivos e hidratantes y contienen activos que prolongan el bronceado, por lo que son perfectos para mantener el buen color de la piel y como loción corporal para después del baño por su efecto calmante e hidratante. Además de contribuir a la buena marcha de la economía doméstica, más en estos momentos, existe una razón de peso para acabar con los cosméticos veraniegos: nunca hay que guardar un protector solar abierto de un verano para otro, ya que los filtros se alteran con el tiempo y no ejercen su función.
Reponer agua. Tanto si la piel es seca como grasa, en estos momentos necesita mucha hidratación. Hay que utilizar lociones y cremas hidratantes a diario, incluso aplicándolas un par de veces al día, por ejemplo tras la ducha matutina y por la noche antes de acostarse. Y es necesario recurrir a mascarillas al menos una vez por semana, especialmente en zonas como el rostro, las manos y los pies.
Durante una temporada, puede ser conveniente abandonar la hidratante facial preferida y optar por aplicar en el rostro un cosmético para pieles sensibles, reactivas o con problemas de alergias e intolerancias que reequilibre el cutis y prevenga alteraciones.
En el cuerpo, lo más indicado son productos que respeten el pH y refuercen la barrera protectora (el film hidrolipídico). Es conveniente acudir al dermatólogo si han aparecido manchas, protuberancias o se observa alguna alteración similar.
Manos y pies pueden presentar zonas de piel muy gruesa (durezas y callosidades) e incluso grietas que pueden llegar a ser dolorosas y sangrar. Para evitarlo, nada como usar la lima o la piedra pomez para eliminar la piel gruesa en seco, poner después a remojar la piel cada día entre cinco y diez minutos, y aplicar luego una gruesa capa de crema hidratante específica para manos o pies. La mejor hora para realizar esta operación es justo antes de acostarse, ya que así la crema actúa toda la noche y se evitan resbalones.
También hay que alimentar la piel con vitaminas, proteínas y grasas. El verano es la estación que más mella deja en ella, por lo que superada esta época precisa una nutrición en profundidad que reponga las proteínas, vitaminas y lípidos perdidos. No sólo de forma tópica. La piel, y el cabello, se nutren principalmente a través de la dieta, por lo que es necesario alimentarse bien y beber agua suficiente si se pretende mantener una piel sana y luminosa.
Aunque tanto los ácidos grasos esenciales, que contribuyen a hidratar, fortalecer y mantener las funciones de las células cutáneas, como las vitaminas A y E penetran en la dermis y son capaces de restaurarla, la mejor forma de aprovecharlas es a través de la dieta. Los alimentos oleaginosos, como los aceites vegetales, el pescado azul y frutas como el aguacate o los frutos secos, son fuentes de ácidos grasos y vitamina E, que se encuentra también en los cereales. La vitamina A se encuentra en el hígado (y el paté), el queso graso, la yema de huevo y en las frutas y verduras de colores vivos, como las zanahorias, los pimientos y el brócoli, en forma de betacaroteno.
No más agresiones. Pese a las recomendaciones a favor y la afición a las exfoliaciones periódicas, tras las que la piel aparece brillante, lisa y sin zonas mates, quizá no sea el mejor momento para eliminar capas de piel. Su aspecto tras la exfoliación será mejor, pero una agresión de este tipo a final del verano puede eliminar el a estas horas escaso film protector y dañar la piel ya sensibilizada, ocasionando reacciones adversas como enrojecimiento, prurito, alergias, etc. Por tanto, lo mejor es que esperemos aún unos días para exfoliar (el próximo lunes día 10 publicaremos un post sobre este tema).
Por la misma razón, para evitar reacciones adversas, conviene usar geles de baño suaves y sin detergentes que respeten y refuercen la capa protectora de la piel en el cuerpo, y desmaquillantes y limpiadoras suaves en el rostro.
Eliminar toxinas. En verano suele producirse retención de líquido, especialmente en las piernas, pero también brazos y manos pueden aparecer hinchados. Una buena forma de eliminar líquido y, con él, las toxinas acumuladas estos meses es recurrir a un tratamiento drenante y desinfiltrante. Además del drenaje linfático, el mejor sistema de masaje manual para conseguirlo, se puede recurrir a un tratamiento con cosméticos drenantes y activadores de la circulación.
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