Existen múltiples técnicas de depilación y hemos hablado de ellas en múltiples ocasiones en Belleza activa, pero la cera caliente sigue siendo hoy una de las preferidas por su eficacia, durabilidad y facilidad de aplicación, a pesar de ser uno de los métodos más antiguos.
Es apreciado porque deja la piel muy suave, ya que el calor ayuda a abrir los poros de la piel y el vello sale con más facilidad, de raíz, gracias a la resina que se funde y consigue un agarre completo del folículo. Leticia Carrera, directora técnica de los centros Felicidad Carrera y asesora de Veet, detalla las principales ventajas de este método:
- Arranca el vello de raíz: incluso el más grueso. Por ello la sensación de suavidad en la piel es aún mayor que con otros métodos.
- Facilita el tirón: la temperatura de la cera caliente ayuda a abrir los poros, lo que permite tirar del vello con mayor facilidad y efectividad.
- Alta durabilidad: sólo necesitarás depilarte una vez al mes, ya que la depilación con cera caliente puede durar hasta cuatro semanas. Con ello, permitirás que la piel descanse y recupere su hidratación natural, al contrario que con las cuchillas, cuyo uso diario hace que la piel se vuelva más propensa a las irritaciones y a la sequedad.
- Apto para varias zonas: puedes usar la cera caliente en piernas, brazos, ingles y axilas.
- Vello más débil: con el tiempo y el uso constante de este método, el vello sale más fino y débil.
- Elimina incluso el vello más corto: la cera caliente empapa el vello y lo agarra mejor que otros métodos. Puede depilarlo a partir de los 2 mm de longitud.
- Temperatura ideal: existen sistemas eléctricos para cera caliente, que garantizan una temperatura constante durante toda la depilación. Muchos de ellos incorporan un termostato que evita que la cera se sobrecaliente.
- Sin restos de cera: los residuos de cera que puedan quedar en la piel se eliminan fácilmente (con la misma tira de cera o bien con aceite hidratante).