La verbena, también llamada hierba sagrada y hierba de los hechizos, era tan importante en la noche de san Juan que da nombre a las celebraciones en torno a la hoguera que tienen lugar en el solsticio de verano. Aunque hoy ya no recojamos verbena por la noche, sí podemos recuperar sus virtudes para la piel con los cosméticos que la contienen en sus fórmulas.
Considerada antiguamente como una planta «curalotodo», actualmente se utiliza por sus propiedades analgésicas, tónicas estomacales, antiinflamatorias y antibacterianas, entre otras, además de por su aroma, que se incluye en algunos perfumes y da origen a líneas de colonia con cosméticos corporales y faciales. Es especialmente adecuada para tratar el cutis seco y sensible, así como para curar heridas, quemaduras y ulceraciones cutáneas, incluso de difícil cicatrización.
Entre sus propiedades se cuenta la capacidad de calmar y disminuir la celulitis dolorosa así como de fortalecer y aumentar los senos, en ambos casos combinada con vinagre y aplicada en forma de cataplasma en la celulitis o con un masaje en el pecho.
También es un remedio eficaz para dar brillo y salud al cabello e incluso se la considera un tónico capilar para prevenir la caída.
En la noche de san Juan, que se correspondía antiguamente con la celebración del solsticio de verano, se considera que las hierbas alcanzan su máximo nivel de propiedades, ya que, al haber pasado el día más largo del año, es también en el que reciben más sol y, por tanto, sus principios activos son mayores. Esto es más importante aún en plantas consideradas «solares» como la verbena. Recogidas con el rocío de la mañana, éste amplificaba sus virtudes como una lupa, ya que el agua es considerada un elemento sagrado.
Aunque ahora ya no salgamos en tropel a buscarla al campo, es importante saber que la verbena (verbena officinalis) es una de las plantas veneradas por diferentes pueblos europeos desde hace milenios no sólo por sus virtudes medicinales, sino también porque se consideraba portadora de paz, amistad y felicidad.
Es por esta razón que los romanos la denominaron herba sacra, hierba sagrada, y la enviaban a sus amigos para desearles un buen año. Cuando se enviaba un emisario a otra ciudad, se le daba un ramito de verbena, razón por la que a este emisario se le denominaba verbenario (el que trae la verbena). También la utilizaban en sus ritos sagrados, al igual que los druidas celtas, que se reunían a la caída del sol en un círculo y la enterraban con una espada en la tierra como agradecimiento por los dones recibidos.
La encontrarás en…
♥ Eau de Toilette Verveine de L’Occitane. Agua de colonia en una edición de coleccionista que conmemora los 40 años de la marca de la Provenza francesa, cuya línea de verbena fue la primera de sus colecciones perfumadas. Su aroma recrea el verdor cítrico de las hojas de verbena cogidas en los bordes del camino. 100ml 48€
♥ Émulsion Lactée Nettoyante à la Verveine de Darphin. Limpiador refrescante y purificante para piel sensible con tendencia al enrojecimiento y la irritación, reconforta, calma, suaviza e hidrata la piel, se transforma en una leche al contacto con el agua. Contiene verbena, extractos de regaliz y aceite de babasú. 125ml 26€
♥ Colonia Assoluta de Acqua di Parma. Agua de colonia refrescante que reinterpreta la fragancia de la colonia original y que contiene en sus notas de salida verbena y cítricos. 50ml 63,20€
♥ Gel de Ducha Verbena de Yves Rocher. De la línea del perfume de verbena de la marca, este gel de baño contiene absoluto de hojas de verbena y gel de aloe vera BIO. Sin colorantes ni parabenos. 200ml 5,50€
♥ Verbena Infusion Gel Body Scrub de Laura Mercier. Exfoliante corporal que limpia en profundidad, refresca y revitaliza la piel sin resecarla. Contiene verbena, un complejo multivitamínico y agua de coco (hidratante). Para todo tipo de piel. 225g 37,99€. En Douglas